En su quinta edición el premio Breach Valdez reconoció el trabajo de periodistas en los Estados y recordó la importancia de esta labor en memoria de los periodistas Javier Valdez y Miroslava Breach
Texto: Redacción
Fotos: María Ruiz
CIUDAD DE MÉXICO. – En una ceremonia en la Ciudad de México en la que reunió a varios periodistas y representantes de organizaciones internacionales se realizó la entrega del premio Breach Valdez por quinta ocasión.
Este premio surgió en memoria de los periodistas Javier Valdez y Miroslava Breach, asesinados por realizar periodismo y evidenciar violencias en sus estados: Sinaloa y Chihuahua.
El embajador de Suiza en México Pietro Piffaretti recordó que el premio es un llamado al Estado para proteger el periodismo en México.
A esto, Balbina Flores, representante de Reporteros sin Fronteras, sumó varios datos sobre violencia a la prensa en el país, como que la impunidad de los asesinatos de periodistas sigue estando en el 98 por ciento de los casos y en cuanto a tema de desapariciones cien por ciento de estas permanecen impunes.
En la premiación estuvieron presentes Jacobo Breach, quien recordó a su hermana Miroslava Breach y habló de su labor y cercanía con las personas a quienes entrevistaba. Jacobo Breach recordó que Miroslava soñaba con una sociedad más participativa y señaló el papel fundamental del periodismo para lograr esto.
Griselda Triana, activista, periodista y esposa de Javier Valdez, habló de lo valiosos que fueron todos los trabajos que postularon y lo difícil que fue escoger entre tantos trabajos con enfoque en derechos humanos.
Por primera vez se premiaron trabajos con enfoque en los derechos de las infancias. Los galardones se los llevaron Blanca Juárez con una mención a especial por su trabajo «Entre carreteras y campos agrícolas».
El premio de esta categoría se fue para Manu Ureste, con el reportaje: «Niñez migrante, promesas de papel»
El reportero de Animal Político agradeció el premio y recordó a Miroslava Breach y Javier Valdez: «Es un gran orgullo pero también una gran responsabilidad por el ejemplo que dejaron»
En la categoría de periodismo y derechos humanos se reconocieron con menciones especiales los trabajos:
«Agrodesplazados: el costo de la cuenca lechera en La Laguna» de Francisco Javier Lozano.
«Bordar la vida en una zona de conflicto armado» de Ángeles Mariscal, Isabel Mateos y Elena Zepeda.
«Zacatecas, el nuevo epicentro de las desapariciones» de Mónica Cerbón, el cual fue un reportaje sobre las lógicas de desaparición forzada.
En segundo lugar se reconoció la cobertura del primer juicio por tráfico de ADN en México realizado por Wendy Selene, Paula Mónaco, Luis Brito y María Ruiz publicado en Pie de Página.
Durante la ceremonia las autoras recordaron que quedaron preguntas pendientes, agradecieron el premio y recordaron lo duro que es trabajar textos de largo aliento sobre todo cuando son periodistas independientes y están en los estados.
«Al menos 17 periodistas fueron asesinados en 2022, tres en lo que va de este año. No son números, son reporteros, reporteras, editores, fotógrafos, articulistas, colegas todos ellos. Lo sabemos México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, hay también más retos, la realidad mexicana engorda a pasos acelerados mientras muchas redacciones están adelgazando. Por todos y todas las que ya no están, también por los que enfrentan amenazas, seguiremos» compartió el periodista Luis Brito durante la ceremonia.
El jurado valoró reconocer el periodismo de los estados por las condiciones adversas en las que se realiza esta profesión. Y el primer lugar fue para Ricardo Hernández por su reportaje «El otro Cancún: Bravo, marginado, irregular».
Ricardo Hernández habló del contexto en el que realiza periodismo en Cancún, de la censura que incluso lo alcanzó al ser despedido del diario donde trabajaba cuando se publicó este reportaje.
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