Las fundadoras de esta colectiva de narradoras de ficción explican, desde su experiencia, cómo ha sido narrar desde un espacio de y para mujeres
Texto: Ray Ricardez / LadoB
Ilustración: Lado B
La lectura y escritura, en general, ha sido negada por siglos a mujeres y niñas de todas las partes del mundo; el asunto empeora si se habla de géneros como fantasía, terror y ciencia ficción. En este contexto machista y desigual surge Especulativas, un grupo que desafía al canon literario y brinda una nueva alternativa a las narradoras y lectoras de estos géneros.
En México, 38 por ciento de las mujeres lee entre siete a 15 libros anualmente, así lo informó la encuesta “Mujeres que Leen”, organizada por Entre editores y el Inegi este año. Además, el mismo sondeo arroja que el 80 por ciento de las obras leídas por las lectoras del país son de ficción.
Ante este interés, se vuelve importante fomentar espacios de creación literaria desde las voces de mujeres, especialmente enfocados en la ficción, terror y fantasía, pues a pesar del gran interés por estos géneros, hay una falta de foro para las mujeres narradoras en diferentes editoriales y espacios de difusión literaria del país.
Asimismo, la estructura preestablecida de estas obras ha arrojado a las escritoras a contextos en donde los estatutos del canon machista inhiben sus obras. No obstante, Especulativas abre la puerta a quienes decidan, desde el feminismo y la creatividad para publicar sus textos.
Esta colectiva se enfoca en la difusión de la obra de mujeres narradoras en los géneros de ficción, abriendo un espacio digital para ellas, propiciando la lectura de sus obras y haciendo eco desde redes sociales.
La fundadora de la colectiva, Ángeles SanLópez, y la colaboradora, Ana Laura Corja, hablan en entrevista sobre la importancia de crear y fomentar espacios para las narradoras y escritoras en México y el mundo.
“Ciencia ficción, terror y fantasía, en un espacio feminista, es una maravilla”, dice Ana Laura.
Ana Laura Corja considera que a las niñas no se les impulsa a leer y escribir en diferentes géneros literarios. En este sistema machista, considera Ángeles, “la imaginación no es algo para las mujeres”, ya que se siguen fortaleciendo estereotipos de géneros y más aún en los espacios de la creatividad.
Sin embargo, es a partir de la imaginación desde donde las mujeres pueden ir construyendo un mundo, a pesar de que no sea sencillo, comenta SanLópez.
Una preocupación particular de la fundadora de la colectiva es que las editoriales omitan a narradoras de diferentes realidades en sus catálogos. Es decir, se invisibilizan los contextos de violencias machistas que las autoras viven en sus cotidianidades y que son, en muchas ocasiones, la base creativa de su obra. “¿Dónde queda mi forma de ver el mundo [y de narrar?] (…) es cancelada, es invisibilizada”, plantea Ángeles.
La escritora Raquel Castro asegura que la problemática es de carácter multifactorial, pues los públicos han sido educados bajo una tradición que prepondera a los autores masculinos, lo que en consecuencia impulsa a las editoriales a discriminar o presionar a las escritoras.
Además, los espacios de lectura y escritura de ficción (tales como clubes, círculos e incluso editoriales) “mixtos” (conformados por mujeres y hombres) no han facilitado la creatividad y trabajo de las autoras de estos géneros, de acuerdo con las entrevistadas, pues se cimentan bajo la norma literaria inmersa en el machismo que ha imperado desde siglos.
El problema de muchos estos espacios es que parten de la idea de que las mujeres narradoras tienen que adaptarse al canon del “deber ser”. Ángeles advierte, además, que en muchas ocasiones, los escritores no notan sus violencias, lo que puede ser más dañino.
“Si tú no escribes como ellos, hay un rechazo muy fuerte”, asegura SanLópez.
En relación a la ficción feminista, asegura Ana Laura, es aún más complicado que existan espacios para su lectura y difusión porque las narradoras proponen mundos utópicos o distópicos que van contra la realidad patriarcal, lo que provoca que los hombres se sientan agredidos.
A pesar de que las integrantes de la colectiva reconocen que sí existen cambios y avances, estos lugares todavía no respetan sus narrativas y sus formas de ver la vida. La brecha literaria entre hombres y mujeres sigue, de acuerdo con la creadora de la colectiva.
“Nos reafirmamos y nos encontramos en otras mujeres”, sentencia la fundadora de Especulativas. “Necesitamos expresarnos, hablar, tomar la palabra, reafirmar nuestra existencia en este mundo”, agrega.
Y “al final lo fantástico está relacionado con los miedos más profundos, lo que hace vibrar al ser humano, y si esa experiencia solo se le reduce a los hombres, ¿con qué nos quedamos las mujeres?, ¿reproduciendo estereotipos?, ¿no saliendo de la cajita? ¿haciendo lo que se nos indica? No, la imaginación nos permite eso. Queremos potenciar esos pensamientos y esas formas creativas”, señala Ángeles.
Incluso cuando es difícil que iniciativas como Especulativas existan, debido a la situación social, política y económica que enfrenta nuestro país, donde se sigue generando un ambiente en que es más difícil que una mujer pueda crear, publicar y difundir su trabajo, Raquel Castro considera que, estos “espacios de y para autoras, ayudan a nivelar un poco la balanza, a promover el trabajo de una parte de la población que tradicionalmente es invisibilizada en lo público”.
En Especulativas, la búsqueda de una comunidad lectora que abra la puerta a narradoras en estos géneros es su principal motivante. La idea es replicar la integración que otros espacios feministas han logrado, pero ahora enfocado a las narrativas de ficción, terror y fantasía, de acuerdo con SanLópez.
“Nuestro espacio es lo que busca: [ser] un lugar para que las mujeres puedan venir y traer sus textos y sean leídas”, considera la fundadora.
La pandemia propició la consolidación de la colectiva por medio de la insistencia desde Internet para hacer contacto con más escritoras. El espacio, en consecuencia, se conformó gracias a la participación de todas las mujeres que se han acercado vía remota con las integrantes.
Sin creerlo, al principio, las integrantes se percataron que mujeres de otras partes del país y del mundo se acercaron al proyecto. Por ahora el acercamiento es con narradoras hispanohablantes, informan; sin embargo, Corja declara a todas las mujeres: “bienvenidas de cualquier lugar”.
Las integrantes de Especulativas hacen un llamado a la creación de ficción a todas las autoras de México y el mundo. “Alguien te va a leer y vamos a ser nosotras”, dice Ángeles. “No cancelamos su forma de ver el mundo, la valoramos”, sentencia.
Las integrantes piden a las narradoras que sigan escribiendo y que no se limiten por el canon impuesto por un sistema que las discrimina. “Podemos caminar juntas, podemos intercambiar nuestros sentipensares”, asegura SanLópez.
Las integrantes desean encontrarse con los mensajes de otras mujeres, creando puntos de vista comunes para no sentirse solas, “o quizás no solas, más acompañadas”, concluye Ángeles SanLópez.
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