4 septiembre, 2024
MSF opera 17 ambulancias cerca de la línea del frente, incluidos cinco vehículos de UCI y tres vehículos de transporte de pacientes múltiples. En 2024, el transporte de pacientes aumentó un 30% en comparación con finales de 2023, con más de 8 mil pacientes transportados en los últimos seis meses
Texto: Médicos Sin Fronteras
Fotos: Médicos Sin Fronteras
UCRANIA. – «Es insufrible. Todo duele. Es difícil respirar, arde por todas partes». Un hombre de 45 años susurra estas palabras, apenas moviendo los labios, mientras espera la evacuación médica de un hospital de primera línea en la región de Donetsk. Tras el bombardeo, resultó gravemente herido, con quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo, incluidos sus órganos internos. Requiere atención médica especializada, que a menudo solo está disponible en hospitales alejados de las zonas de conflicto. Una ambulancia de Médicos Sin Fronteras (MSF) lo traslada a Dnipro, un centro médico donde pacientes de las regiones más peligrosas reciben tratamiento.
«Las ambulancias de MSF suelen trasladar a los pacientes de los hospitales de primera línea después de la cirugía y de la atención médica inicial, pero no hay garantías de que no les pase nada durante el trayecto. Puede producirse sangrado y el estado del paciente puede deteriorarse rápidamente de estable a inestable. Llevamos los medicamentos necesarios para estabilizar a los pacientes en estos casos, o para aplicar un torniquete y administrar un fármaco hemostático si es necesario», explica el paramédico de MSF Dmytro Bilous, quien trabaja cerca de la primera línea con el equipo de ambulancias de MSF.
Las quemaduras y otras lesiones relacionadas con la guerra (traumatismos craneales, lesiones en el tronco y las extremidades, daños en tejidos blandos y hemorragias masivas) son más del 60% de los casos que encuentran nuestros médicos al transportar pacientes en ambulancias de MSF. Al 31 de julio de 2024, el equipo de ambulancias de MSF había completado 8,000 derivaciones de pacientes, y el 15 por ciento de estos pacientes requirieron transporte en ambulancias de unidades de cuidados intensivos (UCI). Más de la mitad de estas lesiones las causó directamente la guerra en curso.
Los equipos médicos de MSF han observado que las instalaciones médicas situadas a 20-30 kilómetros de las zonas de conflicto en el este y el sur de Ucrania están parcialmente dañadas o completamente destruidas debido a los incesantes bombardeos de los últimos dos años; los que siguen funcionando se enfrentan a una escasez crítica de personal médico. Desde que comenzó la invasión a gran escala en febrero de 2022, muchos especialistas han huido a ciudades más seguras o al extranjero. Los hospitales también sufren de escasez de camas, ya que están inundados no solo de pacientes heridos de guerra, sino también de aquellos que padecen enfermedades crónicas, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y lesiones por accidentes automovilísticos. MSF apoya a estos hospitales aliviando su carga. La necesidad de transporte médico en ambulancia se vuelve especialmente aguda durante los fuertes ataques con misiles, cuando los hospitales se ven abrumados por el número de víctimas masivas.
«Como resultado de un ataque en Kostiantynivka, región de Donetsk, el 9 de agosto, 14 personas murieron y más de 40 resultaron heridas. Un supermercado y una oficina de correos en el centro de la ciudad, donde había muchos civiles, fueron atacados. Hubo decenas de heridos. Los médicos de MSF ayudaron con el cuidado de las heridas y la sutura, y también transportaron en ambulancias de la organización a dos pacientes gravemente heridos a Dnipro. Con una afluencia constante de pacientes con traumatismos que necesitan derivaciones, los equipos de ambulancias de MSF se aseguran de que los pacientes sean trasladados a hospitales donde puedan recibir la atención especializada que necesitan», dice Christopher Stokes, coordinador de emergencias de MSF en Ucrania.
Esta situación resalta lo impredecible de cuántas camas de cuidado intensivo y quirúrgicas se necesitarán en un hospital determinado en el futuro. Los bombardeos pueden ocurrir en cualquier momento, y nuestros equipos operan en un estado de emergencia constante. Ha habido casos en los que los pacientes heridos de guerra han tenido que ser evacuados bajo el fuego, y los médicos siguen cumpliendo con su deber.
“Tengo un hijo. Él se enoja cuando me voy y me pregunta, ‘Vas a regresar, ¿verdad?’ y siempre le digo, ‘Sí, no te preocupes, regresaré’. Tengo que trabajar para que crezca sin ser testigo de todo esto”, comparte el paramédico de MSF, Dmytro Bilous.
Las ambulancias de MSF comenzaron a realizar derivaciones médicas en Ucrania en abril de 2022. Hoy en día, la flota consta de 17 vehículos, apoyados por 36 paramédicos, 8 médicos y 26 conductores, quienes trabajan incansablemente para garantizar una atención adecuada. Además, los equipos de logística, farmacéutica y coordinación también garantizan el funcionamiento eficaz del proyecto.
El paramédico de MSF, Dmytro Bilous, menciona que a menudo preguntan a los civiles por qué siguen viviendo cerca de la línea del frente a pesar del peligro. La respuesta más común es: «Simplemente no tuvimos tiempo de evacuar». Según estimaciones de los periodistas, aproximadamente un millón de personas en Ucrania siguen viviendo cerca de las zonas de conflicto. Se aferran a las casas que han construido a lo largo de sus vidas, a calles, jardines, flores y árboles conocidos que, a pesar de la guerra, todavía dan frutos. Estas personas se aferran a la esperanza de la paz.
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