Este es un breve apunte de Ramón Grosfoguel sobre la caída de Siria a manos de, lo que el llama, terroristas pro-occidentales que apuntan hacia un horizonte nada prometedor: el refuerzo de Israel en Medio Oriente mientras comete un genocidio

Por Ramón Grosfoguel

Lo sucedido en Siria es una derrota brutal para el eje de la resistencia y tiene grandes lecciones para la liberación de los pueblos. Siria será balcanizado en fragmentos como Libia y sucumbirá en una guerra civil interminable mientras los imperialistas (al igual que en Libia) se roban su petróleo diariamente. No podemos estar celebrando la sustitución de Asad por ISIS/Al-Qaida en Siria, como hace gran parte de la seudo-izquierda junto al mundo imperialista occidental. Esto no fue una continuación de las revueltas árabes del 2011. No hubo una revuelta popular contra Asad. Esto fue una invasión combinada con un golpe de Estado imperialista/sionista/OTAN.

Obviamente, entre sanciones y bloqueos sumado al carácter represivo del gobierno de Asad, el régimen estaba muy desgastado luego de una década de guerra civil. El HTS, el grupo terrorista que tomó el poder, es una fusión de ISIS y Al-Qaida. Hubo una subestimación del peligro de invasión por parte de Assad, quien sabía que se estaba organizando un contingente terrorista en el lado turco de la frontera con la ayuda de la OTAN y Erdogan. Este último mintió al ser preguntado unas semanas antes y negar que hubiera un peligro de invasión. Hubo también una traición de algunos generales claves del ejército sirio.

Ante la debacle que venía, seguidamente hubo un acuerdo previo entre Asad, generales del ejército sirio y Rusia para que la invasión de los takfiris tomara el poder estatal sin resistencia y sin combates. Diez años de guerra imperialista y sanciones hicieron su estrago en Siria. Un ejército como el sirio, donde los generales mejor pagados ganaban 40 dólares al mes, se presta con facilidad a la corrupción y la traición. En términos de moral no puede competir con un ejército de 30 mil a 50 mil mercenarios terroristas pagados por los imperialistas y los sionistas con salarios de entre mil y dos mil dólares al mes.

La desmoralización del ejército sirio no permitió tener el ánimo para iniciar una nueva guerra civil. Miles de soldados desertaron al ver la traición de sus jefes. Básicamente, el ejército terrorista apoyado y organizado por Erdogan, Israel y la OTAN caminaron todo el camino desde la frontera turca hasta Damasco sin combates ni resistencia. Los ganadores son Erdogan, Netanyahu, Qatar, los emiratos y los imperialismos estadounidense/europeo con pleno apoyo de la OTAN.

La caída de Asad es una derrota muy muy importante para el eje de la resistencia. A nadie le gustaba el gobierno de Asad, pero tenemos que ver el contexto geopolítico imperialista/sionista global. Asad representaba la defensa de la soberanía y la existencia de un estado Sirio unido al eje de la resistencia. Su caída es un duro golpe. La resistencia en Líbano y Palestina ahora va a ser mucho más difícil. El corredor de armas de Irán a Hezbolá ya está destruido. Hezbolá estará más aislado y acorralado que nunca, sin poder reemplazar con facilidad sus armas, misiles y balas. Estará significativamente debilitado. Todo esto es un duro golpe para la resistencia palestina en Gaza, que ahora tiene sus días contados.

Siria, al igual que Libia, desaparecerá como estado unificado y se fragmentará en una guerra civil interminable con pedazos territoriales controlados por diversas etnias y varias potencias imperialistas. La limpieza étnica de Palestina será de ahora en adelante mucho más fácil de lograr para Israel. Ayer Israel tomó más territorio de Siria y destruyó todo el arsenal de armas del eje de la resistencia bombardeando todo el territorio sirio.

Los perdedores son el eje de la resistencia, el mundo multipolar, Irán, China, los cristianos sirios, los chiitas sirios y Rusia. Aunque todo parece indicar de que Rusia, al ver el ejército de Asad entregando los territorios sin combate, ha hecho un pacto donde los takfiris están ahora protegiendo la seguridad de las bases militares rusas en Siria. Además, la diplomacia rusa estuvo activamente apoyando la llegada pacífica de los takfiris y las negociaciones para convencer a Asad de salir del país. Era imposible e insostenible para Rusia enfrascarse en una guerra sin participación del ejército sirio. Además, es claro que hay un realineamiento ruso en la región. Pareciera que Rusia se acerca a Turquía y se aleja de Irán. Pero eso está por confirmar. Otro afectado es la Ruta de la Seda de China que por el momento se ha paralizado en su entrada al Mediterráneo. Israel se posiciona ahora como el nuevo epicentro del comercio entre Asia y Europa/Mar Mediterráneo. Erdogan es el gran traidor de toda esta contienda y el genocida Netanyahu es el gran ganador.

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