La tarde del lunes, en el Hospital del Niño Poblano, Rigoberto Zamudio Meneses suspendió la vacunación a adultos mayores, a quienes se les informó que ya no había vacunas, para destinar al menos 500 dosis a su conveniencia; Bienestar federal se deslinda pues el control estaba a cargo de Secretaría de Salud del estado

Texto: Fernando Merino Noriega / Lado B

Fotos: Lado B

PUEBLA.- A las 17:00 horas del lunes 5 de abril el director del Hospital del Niño Poblano (HNP), Rigoberto Zamudio Meneses, ordenó anunciar a las personas adultas mayores que esperaban ser vacunadas contra el SARS-CoV-2 que se habían acabado las dosis; sin embargo horas después convocó a personal médico del mismo hospital, pero también a personas externas, menores de 60 años y jóvenes, a aplicarse las vacunas que no les correspondían. 

Según testimonios, videos e imágenes en poder de LADO B fueron al menos 500 dosis las que se aplicaron de manera irregular.

Incluso algunas de las vacunas que se aplicaron a las personas que no les correspondía fueron segundas dosis. Incluso en uno de los videos se escucha decir a una persona que busca la segunda aplicación y posteriormente otra persona, que está coordinando (y quien no aparece a cuadro) le menciona que le dará un comprobante por haberla recibido. 

En otro video se logra observar a la misma persona hablando por teléfono mientras le dice al interlocutor: “Sí, es para la segunda dosis (..) Te voy a mandar la identificación de mis tres hijos, ayúdame si puedes”, al tiempo que una persona que no portaba ninguna identificación le pide a la persona que escriba el nombre “del doctor”, aunque no especifica de quién se trata.

Al fondo se escucha que alguien pregunta: “¿es de acá el doctor?”, a lo que la persona que habla por teléfono responde: “de todos lados”, y procede a escribir el nombre del médico en una hoja tal y como se lo solicitaron, posteriormente la entrega a la persona que le pidió anotar el nombre. 

En una de las imágenes se aprecia la copia de la CURP de una de las personas vacunadas nacida en 1964, es decir, de 57 años de edad, con una firma y la leyenda de “Autorizado”. La firma que se logra apreciar coincide a grandes rasgos con la de Rigoberto Zamudio, como se puede ver al compararla con la que aparece en documentos oficiales.

Esta persona -cuya identidad se reserva por protección de datos personales-, no es personal médico, pues se consultó en el Registro Nacional de Profesionistas y no hay alguna cédula médica a su nombre. 

De acuerdo con la información recabada, fue a partir de las 18:00 horas —una hora después de que se mintió a las personas adultas mayores sobre las dosis— que personal médico del hospital, personas externas e incluso jóvenes, empezaron a llegar al HNP para recibir la vacuna por indicación del director de ese hospital. 

Según los testimonios las últimas personas llegaron a las 21 horas para recibir la dosis de la vacuna y la jornada terminó pasada la media noche.

La responsabilidad es del gobierno estatal

Respecto de los hechos narrados se consultó a la Secretaría de Bienestar Federal  si había alguna indicación de vacunar a personas menores de 60 años, a lo que el área de Comunicación respondió que es obligatorio que tengan esa edad cumplida al día de la aplicación de la vacuna, y aclaró que el control de la vacunación en el HNP quedó en manos de la Secretaría de Salud del Estado.

Lo anterior tras el rediseño de la estrategia de vacunación por los incidentes que se presentaron en Ciudad Universitaria en los primeros días de la inoculación en la capital del estado; la jornada de vacunación que se realizó ayer fue una extensión de los plazos originales, para la cual se destinarían aproximadamente 12 mil dosis, pero el secretario de Salud Estatal, Jose Antonio Martínez García, afirmó que había más en caso de ser necesarias.

LADO B contactó al área de prensa de la Secretaría de Salud Estatal para conocer su postura sobre el hecho, pero hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta. 

Este trabajo fue realizado por Lado B, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar el original.