Es hora de cosechar el fruto que sembraron las primeras mujeres y los primeros hombres que un día soñaron que Tu’un Savi nunca más será una lengua huérfana. En memoria de ellos cantemos, lloremos, disfrutemos esta Norma de escritura del idioma de la lluvia
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El 21 de febrero de este año se presentó la Norma de escritura del Tu’un Savi (idioma de la lluvia), el trabajo lo coordinó el profesor Amadeo Guadalupe Joaquina. Esta propuesta inició hace tres décadas, cuando los hablantes empezaron a tejer los primeros encuentros y después lo llamaron Congresos de Tu’un Savi organizado y coordinado por Ve’e Tu’un Savi (Academia de la lengua Tu’un Savi).
En los distintos encuentros que Ve’e Tu’un Savi organizaba llegaban profesores de la nación Ñuu Savi con su morral lleno de trabajo que hacían con sus alumnos a espalda de la Secretaría de Educación Pública (SEP), porque hasta en 2015 la lenguas maternas no estaban en los planes de estudios.
Los intentos de los profesores Ñuu Savi por recopilar cuento, leyenda, poema y propuesta de escritura eran analizados en los Congresos generaba debate que nunca terminaba, después los congresistas regresaban a sus comunidades con la misma tarea. Escribir y hablar Tu’un Savi para que no se muera.
A la par de los encuentros surgió un pequeño grupo que empezó a trabajar en la investigación, casi anónimo, pero sirvió para sembrar más semillas que ahora podemos cosechar más y más palabras de la milenaria lengua de la lluvia, en forma de conocimientos novedosos. Contribuyó además a enriquecer nuestra pobre bibliografía Ñuu Savi, aunque esto se debe a que han sido muy escasas las acciones para favorecer su desarrollo y florecimiento.
La entrega de la Norma de escritura del Tu’un Savi, es un respiro para los que hablamos Tu’un Savi. Es el principio para que nuestra lengua madre sea respetada y se esparza en la conciencia de todos los mexicanos es nada más y nada menos que una necesidad histórica, que redunda en beneficios para nosotros y para una futura generación.
En el sexto congreso de la lengua Tu’un Savi que se realizó el 22, 23 y 24 de 2001, en Tlaxiaco, Oaxaca los hablantes planteamos la necesidad de escribir nuestra lengua, porque son el código de nuestras vidas, conocimientos y de distinguirnos de otras formas de pensar y vivir.
Así con los años no se corre el riesgo latente que nuestras futuras generaciones vayan en fila a sepultar la muerte de la lengua de la lluvia en los próximos 100 años como lo predicen algunos especialistas.
Por eso queremos que nuestra lengua no caiga en el desuso, sino verla siempre inmortal y rejuvenecida y atareada con miles de personas, hablándola, viviéndola y replanteándola a la exigencia del nuevo tiempo del conocimiento.
Para que el idioma de los Ñuu Savi, tome carta de ciudadanía cotidiana en todos los espacios públicos y privados, para que la lengua castellana sea de acompañamiento feliz con las muchas decenas de lenguas ahora llamadas indígenas en México. Con eso que el idioma castellano es machista, no podemos apostar en un futuro un matrimonio con nuestras lenguas maternas pero sí a concubinato socialmente aceptado.
Es bueno aclarar no estamos peleados con el castellano/español, no. Su camino recorrido ha sido en mejores condiciones y ha logrado acumular muchos mundos de conocimientos que la lengua Tu’un Savi, que la historia genocida truncó y necesita forzosamente el acompañamiento de muchas otras culturas.
He allí el acompañamiento feliz, para retroalimentarse, para aprender una de otra. Quizás una más que la otra, porque el conocimiento va a la velocidad de la luz y no podemos retrazarnos. Los Ñuu Savi tenemos derecho a ese conocimiento, para construir nuevas pirámides de conocimientos para una vida mejor para la humanidad.
De aquí en adelante las lenguas y las culturas, en edad madura, deben llamarse así mismas, con sus verdaderos nombres, sin nombres prestados ni apellidos bastardos.
Durante siglos confiamos en nuestra memoria histórica, pero es mejor confiar en los textos escritos porque son vehículos para la salvaguarda de nuestros relatos, historias, mitos, canciones, leyendas, cuentos y conocimientos científicos.
La Norma de escritura del Tu’un Savi (idioma de la lluvia) es una buena propuesta que debe ser distribuida en las comunidades de donde los hablantes necesita herramientas para empezar a escribir la lengua de la lluvia con un solo alfabeto de las muchas variantes que existen, no sin antes, practicar el diálogo cultural que ejercían nuestros abuelos. Las variantes de nuestra lengua son muchas pero ninguna más que otra, al contrario se enriquecen y se necesitan.
La Norma de escritura del Tu’un Savi (idioma de la lluvia) es una invitación para que las instituciones educativas abran sus aulas para la enseñanza de Tu’un Savi y así multiplicar el censo de los hablantes en el mundo Ñuu Savi.
Bienvenido la Norma de escritura del Tu’un Savi (idioma de la lluvia). Ahora es momento de enriquecerlo a la manera de las hormigas bravas de profundas tierras y fuego, tioko ñu´ú; que llenen los brazos y pies de la Norma de escritura del Tu’un Savi (idioma de la lluvia), aunque sea una nueva palabra entre todos. Que se embaracen todas las hojas blancas a disposición.
Es hora de cosechar el fruto que sembraron las primeras mujeres y los primeros hombres que un día soñaron que Tu’un Savi nunca más será una lengua huérfana. En memoria de ellos cantemos, lloremos, disfrutemos ésta Norma de escritura del Tu’un Savi (idioma de la lluvia).
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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