11 marzo, 2021
Maestras de la CNTE consideran que es la comunidad escolar quien debe decidir la fecha del regreso a clases. A pesar de las barreras tecnológicas, estas comunidades alternativas han funcionado como soporte social, emocional durante la pandemia
Texto: Daliri Oropeza
Foto: Archivo /Duilio Rodríguez
CHOLULA.- Después de un año de la suspensión de clases presenciales por la pandemia de covid-19, maestras y profesores integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) consideran que no hay un panorama favorable para un posible regreso a clases.
El 23 de marzo se cumple un año de que la SEP suspendió las clases en escuelas y desde entonces están fuera de las aulas por la emergencia sanitaria.
En un diálogo, maestras y profesores hacen un balance de los retos que esta pandemia ha representado desde las orillas de las ciudades y en los pueblos indígenas.
La maestra Claudia Ivette Segura, quien trabaja dos turnos de la modalidad de Educación Especial en Iztapalapa, asegura que en este año los docentes se enfrentaron con sus propias barreras y no tuvieron otra opción que vencerlas:
“Tuvimos miedo y mucha incertidumbre y en ese momento (inicio de la pandemia) el cambio era algo muy difícil que teníamos que enfrentar, había un desconocimiento de la tecnología y eso nos causaba mucho miedo pero con nuestras propias habilidades, organización y recursos, una computadora, un celular, comenzamos a dar clases”, asegura la maestra que trabaja con poblaciones vulnerables.
En su diagnóstico, la estrategia aplicada por el gobierno federal con el “Aprende en casa” es doblemente excluyente:
“Me encontré con un panorama desconcertante ¿Cómo le iba hacer con esa población que atendemos, alumnos con discapacidad, con trastornos de desarrollo, por déficit de atención, hiperactividad, con problemas de conducta y de lenguaje y luego nuestra población de alumnos indígenas que no hablan español, migrantes de Michoacán que vivían ahora en la ciudad? ¿Cómo iban a ser incluidas en esta nueva escuela a la distancia?”, cuestiona la maestra.
Claudia asegura que ahora ve a las mamás y papás cansados y estresados, uno de los retos más grandes es la carencia de educación emocional, lo cual repercute en la parte socio-emocional de docentes, madres y alumnos.
La maestra Gloria Sánchez Ramírez, maestra de primero de la Escuela «Estado de Querétaro» de Santa Ursula Xitla, Tlalpan, describe la situación de este año:
“Tengo alumnos que han perdido abuelos, papás, mamás y es complicado estar con ellos y sacarles una sonrisa, subirles el ánimo, platicar con ellos. A veces ya no se quieren conectar o no quieren estar en comunicación. Pues realmente los profesores somos ese soporte emocional con los niños para que salgan adelante”.
¿Regreso a clases?
La maestra de educación indígena Érika Candelaria Hernández, zapoteca del pueblo Loxicha, entre la costa y la sierra de Oaxaca, describe su diagnóstico ya que la pandemia sigue y las cifras de muertes no se han reducido:
“En nuestro territorio, el regreso a clases no va a ser una decisión tomada por las políticas nacionales. Va a ser una decisión consensuada con las personas, con las comunidades que son los directos implicados, son sus hijos, son sus familias, son sus comunidades”.
La maestra Cande, como la llaman de cariño, asegura que la organización magisterial en torno a la CNTE y las pedagogías alternativas agrupadas en el Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO) que construyen los maestros democráticos desde hace más de 10 años.
“La educación es un pilar base para enfrentar la pandemia. Hay que reaprender de la vida con la emergencia y de lo que hacemos con nuestro territorio para tener hoy una pandemia. La relación con la naturaleza, que esto corresponde también a nosotros como maestras y maestros, acompañar estos saberes; de resignificar la educación en la vida concreta de las personas”, asegura Érika Candelaria.
Reclaman encuentro con la SEP
Además de la pandemia, hubo cambio de secretario en la Secretaría de Educación Pública y una pausa en las mesas de diálogo con el presidente.
Pedro Hernández, secretario de la sección 9, recuerda que la secretaria de Educación Delfina Gómez es funcionaria, política y que ha estado en diversos cargos de representación popular desde hace 15 años. “No hemos tenido como coordinadora (CNTE) una reunión, hemos estado solicitando, lo hemos estado solicitando”.
La Coordinadora realizó una manifestación para reanudar las mesas con el presidente para resarcir los daños de la reforma educativa realizada en la administración de Enrique Peña Nieto. Exigieron condiciones para el regreso a clases y avances en la basificación de maestras en todos los estados y la reformulación de los procesos de ingreso que desde la reforma buscan sean con una evaluación. La pandemia ha hecho estragos en la estabilidad laboral de los maestros en todo el país.
Desde distintas secciones de la CNTE se han pronunciado porque el regreso a clases tendría que ser con las condiciones sanitarias necesarias: el agua en las escuelas, los implementos para la sanitización, para mantener el aseo, la distancia.
“Las y los maestros vamos a seguir buscando estrategias para seguir enseñando y aprendiendo. Ahí me parece que hay una riqueza en el propio libro. Pues lo que hacemos a ras de la tierra, en las orillas, no en los grandes centros urbanos, es recorrer los caminos, buscar las estrategias para seguir con la educación. Nos falta todavía bastante para poder decir que habrá una nueva normalidad”, asegura el profesor Pedro.
La maestra Gloria insiste: “la comunidad educativa, profesores, maestros, niños, somos los que tenemos que platicar y observar si realmente es conveniente regresar a clases o aún seguir de esta manera. Muchos niños se han quedado sin familiares y lo están resintiendo muchísimo”.
Aquí puedes escuchar el diálogo entorno al libro Docentes de a pie. Enseñar en la pandemia:
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