20 mayo, 2021
La mayoría de quienes buscan una curul en el Congreso no han tomado postura sobre la regulación de la cannabis. Es hora de que votantes envíen mensajes a candidatas y candidatos de su distrito y posicionen la agenda por la regulación y por el fin de la guerra contra las drogas
Texto: Adrián Jiménez Sandoval*
En estas semanas que quedan hasta el día de las elecciones conozcamos quiénes son nuestras candidatas y candidatos para preguntarles qué piensan de la regulación de la cannabis. En una de esas, identificamos a algún o alguna posible representante cannábica que pueda impulsar esta agenda en la Cámara de Diputados en los próximos meses.
La primera medida de reducción de riesgos y daños es la información. Funciona en muchas cosas y en los temas de política de drogas y elecciones también. Sin embargo, en ambos casos, las campañas destinadas a dar información útil y veraz no es el contenido que se presenta en medios de comunicación y por lo tanto tomar una decisión se vuelve difícil aunque, incluso con mejor información, la decisión depende de otros factores.
Con el término del periodo legislativo, la aprobación de la Ley Federal para la Regulación de la Cannabis cayó en un impasse, al menos hasta después de las elecciones. En los cálculos de los equipos de campaña de los partidos políticos el tema parece ser demasiado polémico para tomar decisiones en este momento.
Paradójicamente, aunque las candidatas y candidatos se esfuerzan por mostrarse diferentes de sus competidores, la mayoría están de acuerdo en no tomar una decisión que mostraría quienes están a favor de una regulación por la paz de quienes prefieren perpetuar la guerra contra las drogas. Al mismo tiempo, otros partidos apelando a la amnesia o desconocimiento ciudadano, se posicionan a favor de la regulación de la planta pero sin especificar alguna propuesta concreta.
Esto no es nuevo, lo hemos visto en toda la legislatura anterior y antes de ella también. La política de drogas no les agrada y si hablan de ella es porque las personas usuarias, activistas, pacientes, madres de pacientes, de personas desaparecidas, víctimas de violaciones a derechos humanos y la ciudadanía hemos alzado la voz.
Si bien se reconoce que en ese mar de legisladores y legisladoras que no son sensibles a nuestras exigencias, hay algunas excepciones que abren la puerta a la ciudadanía y llevan nuestras voces con iniciativas, en los debates en comisiones y en el pleno e incluso votan en contra de la mayoría del partido al que pertenecen. Desafortunadamente, aún no son la mayoría.
Como se observó en las últimas votaciones esa mayoría es diversa como diversos son los temas que atraviesa la política de drogas: los servicios de salud; la garantía del derecho al libre desarrollo de la personalidad; el tipo de mercado regulado que queremos; las medidas de justicia social y reparación del daño de las víctimas de la guerra; y las acciones necesarias para desmontar el aparato policiaco-militar enfocado en combatir el mercado ilegal.
Pese a ello, como ciudadanía tenemos el poder del voto en nuestras manos y de ello depende el rumbo del país. Comencemos por preguntarles a quienes aspiran a ocupar un lugar en la Cámara de Diputados qué piensan de la regulación del cannabis, si se comprometen a impulsarla desde su llegada al Congreso y en qué condiciones, dado que podrían decidir sobre la eliminación del delito de posesión simple, el permiso para autocultivo y la pertinencia de las licencias exclusivas para comunidades cultivadoras en el próximo periodo legislativo.
El acto de cuestionar a las candidatas y candidatos parece en vano, sin embargo es una manera de posicionar la exigencia ciudadana de aprobar una regulación con justicia social durante la campaña electoral. En las dos últimas elecciones intermedias se sumaron agendas ciudadanas al debate público. En 2009 la campaña ciudadana del Voto Nulo fue impulsora de la posterior reforma política de 2012, además, la campaña del Candidato Transparente y la presentación de las tres declaraciones durante las elecciones de 2015 llevó a la creación del Sistema Nacional Anticorrupción.
Este proceso electoral puede llevar la agenda de la comunidad cannábica al Congreso. Los candidatos y candidatas piden nuestro voto, sin embargo, evitan definirse sobre un tema clave. También, hay partidos que se pronuncian a favor del cannabis pero sin postular alguna de las exigencias de la agenda ciudadana. Entonces, preguntemos, incluso si ya definimos por quién votar, para que sepan que a sus votantes les interesa una regulación por la paz.
El llamado es simple. Identifica tu distrito electoral y envía un mensaje a través de redes sociales a las cuentas de los candidatos y candidatas para la Cámara de Diputados Federal. No para prometerles nuestro voto, como si no supiéramos qué han propuesto y aprobado anteriormente, sino para posicionar nuestra agenda, porque ellos apenas llegan pero nosotros sabemos cuáles son los cambios necesarios así como el costo que tiene la falta de compromiso sobre este tema.
Porque la primera medida de reducción de riesgos y daños es la información, desde las redes de #RegulaciónPoLaPaz compartiremos una guía práctica para que cuestiones a las candidatas y candidatos de tu distrito.
* Responsable del Área de Investigación de ReverdeSer Colectivo @ReverdeSerC.
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