19 agosto, 2023
El pueblo chicuarote de San Gregorio Atlapulco se encuentra en tensión por la defensa de la autonomía del panteón comunitario. Patricia González resguarda las tradiciones ante la amenaza de la imposición del reglamento que los homogeneiza con los cementerios civiles por parte de la alcaldía
Texto y fotos: Daliri Oropeza Alvarez
CIUDAD DE MÉXICO. – En un día lluvioso, el verde cementerio comunitario de San Gregorio Atlapulco está muy activo. La presidenta del Comité Pro Panteón, Patricia González Guzmán, atiende una defunción, dos novenarios y una exhumación, al mismo tiempo que llegan las personas a visitar a sus familiares sembrados.
Paty, como le dicen de cariño, es oriunda de este pueblo nahua por el cual ha participado en la defensa de la tierra y del agua. En medio del ajetreo, atendiendo a los vecinos, recibe una notificación de demanda por parte del Tribunal Electora de la Cdmx. Quieren anular una asamblea en donde el pueblo destituyó al Comité Pro Panteón.
Quedó ella sola como presidenta frente a la administración del panteón. Algunas vecinas se sumaron como voluntarias, varias de ellas ya de por sí lo hacían. En la asamblea del 14 de agosto del 2023, 281 personas del pueblo destituyeron a la tesorera y la secretaria, Evangelina González y Jocelyn Hernández, por mostrarse a favor de imponer el reglamento de Panteones, a través de la alcaldía Xochimilco.
Las dos mujeres destituidas llamaron a una asamblea el domingo 20 de agosto con respaldo de la Jefatura de Unidad Departamental de Panteones, Roberto Palomo Regino, para tomar el panteón.
“Este panteón es del pueblo y para el pueblo. Lo compraron nuestros abuelos y bisabuelos con su trabajo. Daban de a 20 pesos y les regresaban unas boletas que comprobaban su pago. No vamos a permitir que nos lo quiten”, asegura Guadalupe, quien junto con su hermana hacen voluntariado en el panteón y guardia para cuidar a Paty, pues fue amenazada de muerte por defender el panteón del pueblo.
El de San Gregorio es un panteón que desde que nació fue comunitario porque se rige por la asamblea del pueblo.
Patricia no se explica cómo las personas que fueron destituidas han emprendido una campaña de difamación en su contra.
“Me siento defraudada”, sentencia la maestra Ana María Blanco, quien también es voluntaria del panteón. Los comités se eligen en una asamblea con voto a mano alzada por parte de las personas del pueblo de Atlapulco. Expresa su preocupación por la seguridad de Paty.
“Cómo es posible que nos hayan educado con valores tan importantes como pueblo, en una familia y que de buenas a primeras,ahorita las juventudes quieran vender su dignidad por una torta, ¡hasta por un puesto en la alcaldía!”, dice la maestra Ana al hablar que en el pueblo se sabe que compraron a las personas para que fueran operadoras políticas e imponer el reglamento de la alcaldía.
El problema comenzó con un reglamento emitido en la Gaceta oficial de la Ciudad de México del 11 de marzo de 2022,por parte la Jefatura de gobierno publicó el Reglamento de Cementerios, Crematorios y Servicios Funerarios en la Ciudad de México.
Con él, buscaron homogeneizar el régimen jurídico administrativo de los cementerios, crematorios y servicios funerarios. Por las protestas, la jefatura de gobierno se echó para atrás y reformó dicho reglamento. Sin embargo, el entramado legal persiste pues las alcaldías usan sus propios manuales administrativos. En Xochimilco no es la excepción.
Esto choca con lo que dicta la Constitución de la Ciudad de México, que los pueblos originarios tienen bajo su resguardo, organización propia, la administración de los panteones comunitarios. El artículo 3 del Reglamento de Cementerios, Crematorios y Servicios Funerarios de la Ciudad de México asegura que “la administración y cuidado de los panteones comunitarios es facultad y responsabilidad de los pueblos y barrios originarios”.
Para Paty, el encargo que le hizo el pueblo como autoridad comunitaria a cargo del panteón, “es una motivación a seguir creciendo junto con la comunidad. Tener este cargo es una satisfacción, por estar apoyando a la comunidad y que la comunidad misma tenga una respuesta hacia mí, entonces eso es lo que me motiva a seguir adelante”.
El panteón se pagó, hay registros desde 1958. En mayo de 1962 sembraron al primer difunto. Una parte fue comprada por las habitantes y otra parte fue donada.
Desde entonces, en la comunidad llevan a cabo “La alumbrada”, un recorrido por los difuntos que se hace de la iglesia al panteón, en donde llevan a cabo el ritual. Esta es una de las motivaciones que impulsa a Paty en la defensa del panteón, que se perdería si cambia el reglamento:
“La alumbrada a nuestros difuntos es velar aquí, en el panteón, es parte de la ceremonia ritual. Un ritual que les hacemos a nuestros difuntos ancestralmente y que recordamos. Es recordar cada año que ellos estuvieron en nuestras vidas y siguen en nuestras vidas, mente, memoria. Yo recupero de mi infancia esa tradición, de mi familia y de las familias de aquí del pueblo, pues no quiero que muera. La tradición me impulsa, quiero que persista en las demás generaciones”, cuenta Paty en la oficina del cementerio.
Otra de las preocupaciones de Paty y de las mujeres del pueblo de Atlapulco es que desde la Alcaldía busquen imponer que solo se pueda tener el derecho del uso de los espacios de las fosas por 7 años.
“Al convertir nuestro panteón comunitario en un panteón civil, a los siete años sale esa persona enterrada. Por lo tanto, ¿a quién vamos a ir a ofrecer un recuerdo de flores? una veladora? Nosotros estamos acostumbrados a que vamos enterrando uno y otro y otro, y eso lo vamos heredando”, describe la maestra Ana.
Paty recuerda cómo la eligieron en el cargo de presidenta del Comité pro panteón en la asamblea aquel 7 de noviembre del 2021. Fue a mano alzada. Ella sabe que al final, al querer debilitar este órgano autónomo del pueblo, lo que está detrás es también la agresión contra la libre determinación del pueblo de San Gregorio Atlapulco.
Cuando inició la lucha por la autonomía del panteón, desde marzo del 2022, y hasta julio del 2022 que comenzaron las guardias de vigilancia por el panteón, se destituyó a un primer comité pues habitantes del pueblo de Atlapulco pues los descubrieron en negociaciones con trabajadores de la alcaldía. Este es el segundo comité que destituye en asamblea el pueblo nahua.
Sin embargo, desde los operadores políticos de la alcaldía, emprendieron una campaña de desprestigio por los recursos que lograron obtener para realizar los nichos , ante una posible saturación del panteón, que las personas tengan la opción de estar ahí cremados.
Con la hábil gestión de Paty, el panteón logró bajar recursos de la Dirección de Obras del gobierno central por el programa de Presupuesto Participativo, recurso que se quedó la Alcaldía. El comité fue con el entonces secretario de gobernación, Martí Batres, quien les dio ese recurso. Los nichos ya se terminaron y se realizó también una estructura de techumbre.
Paty asegura que han querido acusarla por quedarse con el recurso, sin embargo, ella tiene la seguridad de que el dinero se ha invertido todo en el panteón.
Después de que amenazaron a Paty de muerte, un grupo de mujeres del pueblo chicuarote de Atlapulco y de otros pueblos y barrios de Xochimilco se organizaron para cuidarla ante la preocupación de que le pueda pasar algo.
Diario, un grupo de mujeres hace guardia y acompaña a Paty durante sus labores o durante sus traslados.
Los hijos aún infantes de Paty están tan preocupados por ella, por lo que pensaron en hacer una carta al presidente López Obrador para denunciar lo que le están haciendo a su mamá.
Patricia es una de las mujeres que participó en la defensa de los pozos comunitarios de San Gregorio Atlapulco, emitió un comunicado contra la violencia a la mujer y personas mayores el día que fueron reprimidas y llegaron los policías el 2 de diciembre del 22 a agredir a quienes sostenían un plantón para evitar el robo del agua con supuestas obras del gobierno de la ciudad. Cuando se trata de defender a su pueblo, decide participar.
Externó el caso del panteón durante la tercera Asamblea Nacional por el Agua y la Vida (Anavi), la cual convocaron en San Gregorio Atlapulco. Participaron más de 207 organizaciones, colectivos pueblos y barrios que se pronunciaron por Paty:
“A las mujeres autoridades tradicionales de San Gregorio Atlapulco, del cementerio comunitario, así como a las mujeres del único Concejo Autónomo de Gobierno en Xochimilco nos han difamado a través de las redes sociales, golpeado físicamente, lastimado social y psicológicamente, con amenazas de muerte, incitando al linchamiento.”
“Exigimos el alto a los procesos penales en contra de Patricia González Guzmán, Presidenta del comité Pro-panteón de San Gregorio Atlapulco. Exigimos el cese al despojo del agua, la tierra y el territorio de todos los pueblos originarios de la cuenca del Anáhuac”.
La maestra Ana y la maestra Rosaura están preocupadas por lo que pueda pasar el domingo 20 de agosto.
“Estamos defendiendo lo que es de nuestros abuelos, lo que fue de nuestros tatarabuelos y, no lo vamos a dejar. Me da pendiente porque toda esta gente ya trató de poner en contra a parte del pueblo contra Patricia. Piensan venir este domingo. Al gobierno de la Cdmx le dije que lo que quiere el alcalde es una carnicería, porque ya nos peleamos entre familias”, describe la maestra Ana.
En los caminos del panteón, y sin importar la lluvia, Paty hace un recorrido de inspección. Pasa por los nichos, y se dirige a la cruz central, en donde toma el camino hacia el oriente, donde una familia realiza una exhumación.
Uno de los familiares de edad se expresa en contra de las intenciones de la alcaldía cuando pasamos a un costado. Alza el dedo gordo para expresarle su apoyo a Paty mientras realiza el recorrido. Asegura que asistirá el domingo para evitar que los operadores políticos quieran tomar control del cementerio.
“En la asamblea del lunes (14 de agosto) fue satisfactorio el ver otras caras, muchas de personas grandes que son del pueblo y que me apoyan, pues se motivan en la lucha por el panteón”, cuenta Paty, quien asegura que no es el único cementerio comunitario que enfrenta estos problemas.
Cuenta que 15 pueblos originarios sostuvieron un encuentro de panteones comunitarios de toda la ciudad. Ahí realizaron propuestas para actuar en conjunto ante las imposiciones de las alcaldías. Para Paty, eso es ir un paso al frente de los operadores políticos que están saboteando al panteón de Atlapulco.
Paty ya ha ganado dos juicios por demandas previas en su contra que le hicieron las personas del primer comité que salió. Ahora se enfrenta a la campaña de desprestigio, las presiones y amenazas de muerte.
Muy a pesar de esta situación que la ha tenido triste y preocupada, Paty se levanta porque confía en la asamblea y en que el pueblo de San Gregorio Atlapulco es sabio. Piensa que la demanda que sostiene en sus manos del Tribunal electoral es inválida, pues en Atlapulco, como pueblo nahua, quien manda es el pueblo y sus actas de asamblea están firmadas.
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