#EllasHablan pone al centro la importancia de escuchar de viva voz las violencias que enfrentan en los campos agrícolas las mujeres jornaleras, cómo estas difieren de la situación de los hombres jornaleros y sus exigencias para que la industria y las personas consumidoras reconozcan la importancia de su trabajo y se actúe para garantizar sus derechos humanos y laborales.

Por Claudia García, Maria Elena Camiro y Arelhí Galicia* / Campo Justo

La Alianza Campo Justo nació como una coalición para buscar condiciones de vida digna y de justicia para las personas jornaleras agrícolas en México. En este sentido, es fundamental que sean ellas y ellos quienes pongan al centro la lucha por sus derechos, y que la Alianza también funcione para potencializar y acompañar las voces y demandas de las personas trabajadoras del campo. 

 Las mujeres jornaleras han sido históricamente y estructuralmente invisibilizadas junto con sus exigencias. No sólo se enfrentan a condiciones adversas, también son discriminadas por su género, su color de piel y hablar su idioma. Como comparte Ermelinda en el primer video de la campaña “si uno exige los derechos con los patrones. Nos manda al diablo, nos manda a hacer otras cosas, nos corren del trabajo y nos cierran todas las puertas del trabajo”. A pesar de lo anterior, cuando son vistas, escuchadas y tienen la oportunidad de ser partícipes en la agenda pública, son motores de cambio. 

Los espacios públicos han sido tradicionalmente ocupados por los hombres. En este contexto, cobran gran relevancia los proyectos que buscan contrarrestar la exclusión sistémica de las mujeres como sujetas políticas y que tienen como objetivo amplificar sus voces. Este es el caso de la campaña #EllasHablan impulsada por el proyecto Periplo, misma que tiene como objetivo dar rostro y voz a las historias de mujeres jornaleras. #EllasHablan pone al centro la importancia de escuchar de viva voz las violencias que enfrentan en los campos agrícolas, cómo estas difieren de la situación de los hombres jornaleros y sus exigencias para que la industria y las personas consumidoras reconozcan la importancia de su trabajo y se actúe para garantizar sus derechos humanos y laborales.   

Los poderosos testimonios de las mujeres que forman parte de la campaña nos permiten conocer las batallas que enfrentan en los roles que desempeñan como madres, hijas, hermanas, esposas y trabajadoras. Estos son papeles que habitan de manera cotidiana implican que realicen, además de jornadas demandantes en los campos, labores de cuidado; todo mientras se enfrentan a agresiones institucionales, violencias y violaciones sexuales, verbales, psicológicas y emocionales. Además, también permite escuchar reflexiones acerca de su trabajo y el vínculo que tienen con la reproducción de la vida. Conocerlas como actoras de cambio.  

Las cifras oficiales muestran un panorama problemático: solamente 3 de cada 10 mujeres que se dedican al trabajo agrícola, recibe un salario. Además, únicamente el 6% de los programas para obtener visas temporales de trabajo para quienes migran a Estados Unidos fue destinado a mujeres en el 2021. También sabemos que 9 de cada 10 mujeres no tienen acceso a servicios de salud cuando van a trabajar a los campos agrícolas, lo que las pone en situaciones de alto riesgo especialmente en lo que respecta a su salud sexual y reproductiva. 

Desde la Alianza Campo Justo, reconocemos la importancia de esfuerzos como la campaña #EllasHablan que amplifican las voces de las mujeres jornaleras y desafían a un sistema que no les ha dado lugar para que sean ellas quienes nos cuenten sus historias de vida.  Las organizaciones integrantes de la Alianza Campo Justo compartimos este objetivo con el proyecto Periplo y continuaremos, trabajando para impulsar la agencia de las mujeres jornaleras y mejorar las condiciones laborales y de vida de ellas y sus familias. 

Para conocer más sobre la campaña:

*Integrantes de Fundar.

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