24 febrero, 2025
En las elecciones anticipadas del parlamento alemán de este domingo la derecha conservadora anotó un triunfo moderado; la ultraderecha se colocó en segundo lugar; la socialdemocracia y los verdes se hundieron y el partido de izquierda, Die linke, redobló sus fuerzas
Texto: Luciana Oliver Barragán
Foto: Tomada de redes Friedrich Merz
CIUDAD DE MÉXICO – Este 23 de febrero se llevaron a cabo elecciones anticipadas en el parlamento alemán. Con una participación del 83 por ciento, la más alta desde los años noventa, la Unión Cristianodemócrata (CDU), partido de la excanciller Angela Merkel, en conjunto con la Unión Socialcristiana (CSU) obtuvieron poco más del 28 por ciento de los votos, su representante y próximo canciller alemán es Friedrich Merz.
“Alemania volverá a tener un gobierno fiable”, dijo Merz ante sus simpatizantes tras proclamarse vencedor de estas elecciones. El actual canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz admitió su derrota:
“Esta vez los resultados son malos y por eso también tengo parte de culpa”, dijo Scholz, quien felicitó a Merz y aseguró, frente a los altos resultados de la extrema derecha, que se colocó en segundo lugar: “eso no lo podemos aceptar”.
Durante la campaña, las propuestas de Merz giraron en torno al relance de la economía frente a la recesión actual que vive Alemania. Según Merz, la solución sería eliminar impuestos a las empresas de un 25 hasta 30 por ciento para aumentar la competitividad a la par ha propuesto recortes a beneficios sociales para “frenar la deuda” alemana.
Merz mencionó la migración como uno de los “grandes” problemas que enfrenta el país, para lo que propuso una política xenófoba de no tolerancia a la migración indocumentada, deportaciones masivas y controles fronterizos permanentes.
Para la aprobación de esta nueva política migratoria, Friedrich Merz decidió establecer una cooperación legislativa con el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) abriendo paso a una apertura política ante la extrema derecha en el parlamento.
El partido AfD, obtuvo el segundo lugar en las elecciones y aumentó su apoyo en las urnas pasando de 10 po rciento en 2021 al 20.4 por ciento en esta contienda. La candidata del partido ultraderechista, Alice Weidel, quien ha utilizado los episodios recientes de violencia protagonizados por inmigrantes para reforzar sus propuestas islamofóbicas y discriminatorias, mencionó que la AfD logró establecerse “como un partido del pueblo”.
Alternativa para Alemania (AfD), apoyado abiertamente por el millonario Elon Musk, no sólo há promovido discursos antiinmigrantes y antimusulmanes sino que mantiene un fuerte lazo con Israel. Enzo Traverso, en entrevista con la revista Jacobin menciona que el antisemitismo se ha instrumentalizado en Alemania al grado de haber una transformación en la dinámica del racismo.
“El racismo se ha reconfigurado, y centrarse únicamente en el antisemitismo corre el riesgo de ser utilizado como pretexto para justificar políticas islamófobas y racistas” dice Traverso.
La Alemania moderna, como menciona Zachary Gallant en la misma revista, fue construida a través de un supuesto proceso de des-nazificación que en realidad no duró el tiempo que debería durar, convirtiéndose en “una sombra de lo que debió haber sido”.
Para Gallant, esto lleva a entender la actualidad no como un paralelo con la historia Nazi de Alemania, sino como su “continuidad”.
“El dinero y el bienestar de los Nazis no fueron expropiados” explica Gallant, por ello la Alternativa por Alemania (AfD) fue edificada por el dinero de los herederos del nacismo. Para Gallant lo verdaderamente sorprendente fue “cómo la población alemana estuvo lista para aceptar la escalada de la AfD”.
Según las reglas electorales alemanas, los partidos que obtengan menos del 5 por ciento de votos no podrán ser representados en el parlamento a menos que 3 de sus legisladores sean elegidos de forma directa. Los electores emiten dos votos: uno directamente al candidato de su distrito electoral y otro por un partido político.
Existen 299 distritos electorales y el Bundestag o parlamento alemán está integrado por 630 escaños, de los cuales se necesita obtener una coalición mayoritaria para elegir a el o la Canciller Federal. Dado que el partido de Merz, el CDU/CSU, no obtuvo los 316 escaños necesarios para conseguir la mayoría absoluta, ahora tendrá que planear una coalición con la cual formar el próximo gobierno.
La posibilidad latente de una coalición con la ultraderecha asusta, sin embargo, en uno de los debates televisados entre Merz y Scholz, el ahora ganador del Bundestag descartó la unión con el AfD. Por otro lado también mencionó que no imagina una coalición con La Izquierda diciendo que eso “está fuera de debate”.
En una coalición con el Partido Socialdemócrata del saliente canciller Olaf Scholz, obtendrían 328 escaños lo que sería suficiente para superar la mayoría absoluta del parlamento.
Por otro lado la izquierda alemana, encarnada en el partido Die Linke (Partido La Izquierda), subió mucho su apoyo electoral, pasando del 3 al 8.8 por ciento lo que significan 64 escaños en el Bundestag.
Heidi Reichinnek, lider del partido defendió durante su campaña, llevada a cabo mayoritariamente a través de la red social TikTok, el derecho al asilo, los límites en los costos de alquileres y los impuestos para millonarios. Fue también una ardua crítica de las propuestas migratorias estrictas y discriminatorias de sus contrincantes.
Por otro lado el exministro de finanzas Christian Lindner prometió abandonar la política después de que su partido el Liberal (FDP) obtuvo un 4.3 por ciento de los votos con lo que perdió todos sus escaños en el parlamento. Aún así, según él “los valores e ideales de la economía de mercado y la exaltación de las libertades individuales siguen siendo importantes y seguirán durante los próximos años”.
Estas elecciones se dieron después de que el canciller federal Olaf Scholz perdió la moción de confianza el 15 de diciembre del año pasado, dando paso a la disolución de la cámara.
La crisis en el Bundestag alemán comenzó luego de que la alianza tripartita entre el partido Social Demócrata Aleman (SPD) de Scholz, el Partido Liberal (FDP) y el partido de los “verdes”, entrara en crisis después de 3 años de gobierno. En un momento en el que, como documentó Diario Red, “las principales empresas alemanas planeaban el despido de decenas de miles de trabajadores” y la falta de gas ruso encarecía el precio de la energía y por ende del costo de producción.
Las propuestas de Scholz giraban en torno a bridar apoyo a las empresas alemanas reduciendo los impuestos y aumentar la ayuda económica a Ucrania, argumentando que para equilibrar estos gastos se deberían hacer mayores recortes sociales, algo que fue firmemente rechazado por Christian Lindner quien en ese momento era ministro de Finanzas.
Tras la ruptura entre Scholz y Lindner el gobierno de coalición “Se tambaleó tanto que ya no pudo estabilizarse” dijo Sabine Kinkartz en el diario alemán DW durante noviembre del 2024.
Finalmente la política presupuestaria del canciller Olaf Scholz fue declarada inconstitucional por el Tribunal Constitucional Alemán y de esta forma la coalición tripartita perdió su base financiera, dando paso a que el 27 de diciembre del 2024 se anuncara formalmente la disolución del Bundestag y se convocara a elecciones anticipadas.
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