Francisco Pineda, antropólogo e investigador, conocedor como pocos de la vida y enseñanzas de Emiliano Zapata, habló antes de morir sobre lo que a su juicio faltó en los libros que escribió: sobre la vanguardia que implicó este protagonista de la Revolución en la nacionalización del petróleo y la emancipación de las mujeres zapatistas
Por Daliri Oropeza
Francisco Pineda Gómez fue antropólogo y profesor investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Fue un referente en los estudios sobre el zapatismo y la Revolución mexicana. Murió en septiembre de 2019.
Realizó una tetralogía de libros de investigación sobre el zapatismo en el periodo de a Revolución mexicana que culminó en 2018 con la publicación del libro La guerra zapatista 1916-1919.
Los títulos que le anteceden son La irrupción zapatista. 1911, La revolución del sur 1912-1914, y Ejército Libertador 1915, publicados respectivamente en 1997, 2005 y 2015, en editorial Era.
En esta última publicación, Pineda aborda con detenimiento la injerencia de Estados Unidos en México durante el periodo revolucionario.
En una entrevista previa a su fallecimiento, Pineda Gómez advirtió que hay un dato que faltó en su tetralogía, y es que 10 días antes de promulgar el Plan de Ayala, Francisco I. Madero intentó asesinar a Emiliano Zapata con una emboscada. Y eso da razón al tono que adquiere el histórico documento.
—Hay una cosa importante que no he publicado en los libros. Sí, el Plan de Ayala fue muy, muy radical, incluso más radical que los magonistas. Los magonistas tenían un manifiesto que promulgaron poco antes del Plan de Ayala, el 23 de Septiembre de 1911, y es un plan muy radical contra la propiedad privada. Pero no menciona la cuestión de los monopolios. [Aquélla] era la época en que emergieron los grandes monopolios, el imperialismo, el capital financiero asociado con el industrial. Y el Plan de Ayala sí apunta contra esto.
Además, el artículo Primero del Plan de Ayala declara a Francisco I. Madero como traidor a la patria y traidor a la Revolución y le declara la guerra. Bueno, pudiera ser que la gente pensara: ‘ah, bueno pues es un radicalismo ideológico nada más’. Y no se explica cómo un radical tan firme como Ricardo Flores Magón no fue para allá, para donde [sí] fueron los zapatistas a declarar traidor a Madero. Esto sólo se explica porque pocos días antes, como 10 días antes del Plan de Ayala, el gobierno de Madero le puso una trampa a Zapata para matarlo. La primera semana, creo que entró el 6 de noviembre de 1911, y hasta el 14 y 15 de noviembre, el gobierno de Madero hizo una trampa para asesinar a Emilano Zapata.
La otra la hizo Carranza en Chinameca, pero ésta fue en Villa de Ayala. Lo que hizo el gobierno de Madero fue fijar a Zapata y a sus compañeros Eufemio, Otilio Montaño, otros jefes y tropas de Villa de Ayala, con el engaño de que iban a negociar responsabilidades o renunciar a su propio Plan de San Luis en el apartado agrario.
Y entonces Zapata se rebeló y Madero le dijo, en la primera semana: ‘vamos a negociar’. Mandó un emisario que fue el licenciado Gabriel Robles Domínguez y así se mantuvieron en pláticas durante una semana.
Mientras tanto el Ejército Liberal rodeó, cercó Villa de Ayala y junto con los Figueroa de Guerrero, o sea los de Huitzuco, los que tienen que ver con la matanza de Ayotzinapa, sí, sí los Figueroa fueron los primeros que trataron de asesinar a Zapata.
Como premio Porfirio Díaz le dio el gobierno del estado de Guerrero a Francisco Figueroa, hermano del general Ambrosio Figueroa. Entonces Porfirio Díaz -en la transacción con los Figueroa-maderistas- [sus seguidores] fueron los primeros que llevaron a cabo el intento de asesinar a Zapata en 1911.
Bueno, estos figueroistas, estando junto con las tropas de ejército porfirista y el Ejército, cercaron Villa de Ayala el 14 de noviembre de 1911. Robles Domínguez le dijo a Zapata: ‘Estás rodeado, te rindes o te mueres, tienes dos horas para decidir’.
Zapata, por supuesto, nunca se rindió.
Rompió el cerco el 15 de Noviembre. Inmediatamente el 25 de Noviembre en Ayoxuxtla proclamaron el Plan de Ayala donde declaran traidor a Madero. Entonces hay un hecho histórico fundamental: esta operación para asesinar a Zapata, que efectuó Madero, es un precedente importante del Plan de Ayala.
Eso yo no lo mencioné en ninguno de mis libros, hasta ahora que trabajé en todas las operaciones especiales para asesinar a Zapata, desde 1911 hasta el 1919. Ahí vi la importancia que tenía esta operación maderista en los primeros días del gobierno maderista para asesinar a Zapata y éste, y éste tenía mucho que ver con la promulgación del Plan de Ayala, porque fue unos de los 10 días en que salieron de ese cerco y estaban furiosos.
Esto lo que permite entender, no la cosa ideológica nada más, sino los hechos. La traición de Madero, el intento de asesinato a la jefatura del liberador. Murió mucha gente. Por cierto, en esa operación muchos zapatistas murieron.
—¿La nacionalización de bienes que hacían zapatistas es un precedente de la figura de extinción de dominio?
—Los zapatistas hablaron de confiscación de los bienes y nacionalización de los bienes de los bienes a los enemigos ante la Revolución, no hablaron de extinción de dominio sino de confiscación de los bienes y la nacionalización. Lo hicieron en un manifiesto posterior al Plan de Ayala de 1914 que hicieron allá en Milpa Alta en ese agosto.
En mi opinión, el origen de esta idea de nacionalizar los bienes a los enemigos de la Revolución es la enseñanza de los reformadores del 57, o sea de los juaristas. Dice que confiscaron los bienes y enajenaron al clero. y entonces le quitó la posibilidad de seguir promoviendo contra-revoluciones.
Entonces esa es la gran enseñanza de los reformadores del 57 sobre la nacionalización de los bienes del clero. Es que hubo mucha influencia de aquella experiencia del presidente de la República. Es que hubo un jefe zapatista, Gabriel Tepepa que se levantó en Febrero, un mes antes que Zapata en el Valle de Ayala. Él se levantó en su pueblo Tlatiltenango, cerca de Jojutla.
Gabriel de Tepepa era un viejo de70 años (ya bueno, yo tengo casi 70). Pero así le decían: El Viejo Tepepa, pues él participó en la batalla de Puebla y otra en Tepoztlán que también apoyó a los zapatistas, estuvo en la defensa contra la invasión francesa.
Entonces, si hay una influencia en esta idea de nacionalizar los bienes, pero fueron más allá de eso.
Mira, hubo un general que se llamó José Salino Díaz, general zapatista que vivía en Tlalancaleca, cerca de San Martín Texmelucan, su papá era panadero y desde allí vino a la Ciudad de México a estudiar leyes. Estando en la universidad se incorporó al Ejército liberador, fue general muy bueno y en 1915, dos veces.
En febrero y marzo de 1915 le propuso a la Convención Revolucionaria que sesionaba, no en Aguascalientes, sino en la Ciudad de México, (en febrero sesionó en Cuernavaca). Ahí fueron en las sesiones les propuso la nacionalización del petróleo.
—Los zapatistas tuvieron la idea, antes qué Lázaro Cárdenas nacionalizar el petróleo, pero ¿por qué no lo llevaron a cabo?
—Archivaron la propuesta porque los delegados del Norte que eran villistas. En su mayoría eran completamente reaccionarios; se opusieron a las iniciativas zapatistas de derecho indígena, a reconocer los derechos políticos de los pueblos originarios, la emancipación de la mujer, empezando por la ley de divorcio. [También se opusieron a] los derechos sindicales, a organizar sindicatos y huelga. Los del norte decían no, también se opusieron a la confiscación de las haciendas, la nacionalización de las haciendas. Fueron el representante de Villa y de Felipe Ángeles, los dos hicieron mancuerna. Fueron ultra-reaccionarios, decían que los obreros eran unos flojos, [todo] por hacer huelgas. Que los zapatistas querían cambiar de mujer, que por eso proponían la ley del divorcio. Que cómo se les iba a dar derecho a los pueblos originarios si no hablaban el idioma de Castilla, que para ellos es el idioma nacional, decían. Muy racistas, muy machistas, muy anti-obreros.
Entonces los debates fueron muy fuertes en esta Convención. Bueno, ahí es donde te digo que viene la nacionalización del petróleo, que es más avanzada todavía que otras nacionalizaciones.
La nacionalización del petróleo, la argumentó, muy bien, el general zapatista y entre las frases que dice, recordando las celebres palabras de Sebastián Lerdo de Tejada: “ahora o nunca”, entonces el general zapatista agrega: ‘rescatamos a México con el petróleo o lo habremos perdido para siempre’, más o menos esa es la idea de “ahora o nunca” pero te digo, siempre hay distintos momentos referencias al juarismo, a la experiencia en contra de la Invasión Francesa y la defensa de la República.
—Es bien sabido que la ley del divorcio benefició más a las mujeres que a los hombres zapatistas, abonó a la emancipación de las revolucionarios, pero ¿quién se opuso? ¿qué mas abonó a esta emancipación?
—Fue en 1915. La propuesta se hizo en la convención, en las sesiones de la Convención de la Ciudad de México. Los reaccionarios se opusieron. Y ya después que los reaccionarios se fueron -porque huyeron- se fueron con dinero y todo eso fue un desfalco.
Se fueron mientras los carrancistas atacaban la Ciudad de México. Los zapatistas defendían la capital, aquellos huyeron, se fueron. Entonces, sí, los zapatistas promulgaron la Ley del Divorcio, sí promulgaron, establecieron cosas muy buenas.
Sí es muy importante esto de la emancipación de la mujer, así le llamaron además. Una profesora zapatista, Dolores Jiménez y Muro, ya también grande de edad, era de San Luis Potosí… Ella organizó un Centro Feminista, así se llamaba: Centro Feminista, en la Ciudad de México.
Mientras, los zapatistas estaban en la posesión de la capital de la República –fue desde el 24 de noviembre de 1914 hasta el 2 de agosto de 1915–, en ese periodo la profesora zapatista organizó el Centro Femenil. Pero además organizó una brigada de maestras que se llamó “Primer Regimiento de la Brigada Socialista de México, Sexo Femenil”. Hay una fotografía muy bonita de ese momento. Así le pusieron: 21 de Marzo, natalicio de Juárez, en ese día que se inauguró la Brigada Socialista, y está la foto, y fue Dolores Jiménez y Muro la promotora. Está el Ejército Libertador o sea iban armadas y uniformadas con falda negra y blusa blanca.
O sea, sí hay un trabajo sobre la emancipación de la mujer que se incorporó en distintos planos en la Ciudad de México. Con los centros feministas, las maestras, el Sindicato de Maestras, en la brigada Socialista… Pero también en los pueblos, donde la incorporación de la mujer fue fundamental. Hay muchas coronelas zapatistas, doctoras, presidentas municipales.
De Chimalhuacán: una señora que fue presidenta municipal zapatista. Y hay declaraciones de los zapatistas donde les preguntan, -bueno, a un zapatista hombre le preguntaron- si obedecían a una mujer. ‘¡Pues claro!’,- respondió. -‘Eran muy firmes, más firmes que muchos hombres’. Es que no sé, cuándo se refiera a unas coronelas zapatistas: que La China, que Elia Robles, bueno, hay varias zapatistas coronelas: Rosa Bobadilla, y eran muy firmes.
Un Doctor zapatista, también en entrevista de Historia Oral -me acuerdo-, que a un profesor de la UNAM le preguntan: ¿A poco las mujeres zapatistas sabían por qué se estaba luchando? Porque él estaba hablando de Rosa Bobadilla, una coronela, ¡Pues claro!, sabían más que los hombres, eran muy disciplinadas, en particular Rosa Bobadilla porque no tomaba alcohol, entonces se los “traía a raya”.
Ellas le escriben muchas cartas a Emiliano Zapata explicándole cuál es la situación que están viviendo en su pueblo mientras se está desarrollando la lucha revolucionaria. Fue un trabajo de la mujer muy, muy importante.
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