El único delito de Óscar fue ser de Guerrero

10 abril, 2023

David Barragán cuelga una manta con la imagen de su hijo y su esposa, detenidos injustamente desde hace casi dos años. DEsesperado, busca la ayuda de quien sea. Foto: Arturo Contreras

Hace casi dos años Oscar Barragán Barragán y su esposa Angélica Garrido están en la cárcel señalados de un delito que no cometieron. Fueron detenidos por policías de Tecámac, en el Estado de México, acusados de extorsión y desde junio de 2021 dejaron a sus tres hijos como si fueran huérfanos.  

Texto y foto: Arturo Contreras Camero

CIUDAD DE MÉXICO.- El lunes 21 de junio Óscar Barragán salió de su casa después del mediodía. Estacionó su auto en una calle cerrada y ahí, empezó a tomar cerveza. Jamás imaginó que hacerlo, significaría acabar la cárcel, arrastrando a su esposa. 

Esa tarde, una vecina de la calle cerrada Estado de México, en la colonia Isidro Fabela, del municipio de Tecámac en el Estado de México, empezó a recibir llamadas de extorsión. Las llamadas venían de un teléfono que iniciaba con 747, la clave del estado de Guerrero. Cuando la vecina se asomó a la calle, vio el auto de Óscar, con placas de ese estado, y asumió lo peor. 

En casa de Óscar, Angélica, su esposa, se empezó a preocupar. Así salió a buscarlo en su auto y fue que después de manejar por la misma colonia, encontró varias patrullas rodeando el auto de su esposo. De inmediato, se acercó a preguntar qué pasaba.

Era un borracho en vía pública, los policías se lo iban a llevar al Ministerio Público y el auto al corralón, le dijo uno de los agentes que no forcejeaban con Óscar. Ella, sin dar a conocer su identidad, preguntó a dónde se lo iban a llevar. A la Fiscalía de Tecámac, le respondieron.

Poco tiempo después de que se llevaran a su esposo, dos hombres vestidos de civil se acercaron a Angélica. “¿Usted qué es del detenido?”, le preguntaron. “Es mi esposo”, respondió. De inmediato, el agente empezó a revisarla, y otro más a catear su auto. A pesar de no encontrar nada, la esposaron, la subieron a otra patrulla y se la llevaron. 

La escena la cuenta la misma Angélica en una carta que escribió en enero de este año, dirigida al mismísimo presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador. Es como lanzar una carta al mar, en espera de que, por milagro, puedan volver a ver a sus hijos Oscar, Jon, Damián y a su hija Andrea. 

El 8 de febrero de este año, sus familiares acudieron a la plancha del Zócalo para protestar por la liberación de la pareja y para entregar la carta de Angélica en Palacio Nacional.

Según explica su hermano, el caso está lleno de irregularidades. Por ejemplo, la carpeta de investigación dice que su detención fue a las nueve de la noche, pero hay fotografías de que en realidad fue por la tarde. También señalan que la detención fue rápida y que una patrulla logró frenar el paso de los dos autos en los que viajaba la pareja, cuando nada de eso sucedió. 

Esta no es la primera vez que su familia viene a suplicar la intervención del presidente en un asunto urgente para ellos. Toda la familia de Óscar fue desplazada de sus tierras y de su hogar en el pueblo de Chichihualco, en la sierra de Guerrero. Por más de un año, cómo medida desesperada, estuvieron acampando casi un año en la plancha del Zócalo, esperando ayuda del gobierno. Desde entonces se han intentado varios regresos, pero sin éxito. Muchas de las familias desplazadas se mudaron a otros municipios, i buscaron empezar sus cosas de nuevo. Como Óscar, que, mientras vivió en el Zócalo conoció a Angélica, una estilista de Tecámac que viajaba a trabajar al centro de la capital todos los días 

Por el caso de Angélica y Oscar han desfilado tres abogados. Una, no fue de mucha ayuda, otra les prometió hacer una apelación que no funcionó y, según dice David Barragán, padre de Óscar, solo estafó a su familia con 50 mil pesos. Incluso, después de haber hecho la apelación, las autoridades a cargo del caso aumentaron la pena de Óscar y Angélica, la que llegó a 43 años, a pesar de que no exista un fundamento legal para este tipo de acto. 

Hoy, la única esperanza de la pareja presa recae en la Ley de Amnistía, promovida desde 2020 por el Gobierno Federal, que contempla que en los delitos supuestamente cometidos por integrantes de los pueblos indígenas a quienes no se haya garantizado el debido proc

Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.