En octubre de 2023 el Gobierno de la Ciudad de México nombró a Xochimilco como “barrio mágico”, ante las amenazas de atraer más turismo a la zona, lo que pone en riesgo a sus habitantes, vecinos de la demarcación iniciaron un juicio de amparo para que se les quite ese “reconocimiento” turístico

Texto y fotos: Arturo Contreras

CIUDAD DE MÉXICO.- Pueblos originarios de Xochimilco solicitaron un amáro en contra del nombramiento como “Barrio Mágico” de sus territorios por violar sus derechos como pueblos originarios. Dicho programa es realmente una decisión arbitraria de las autoridades ya que no cuenta con marco legal, ni fundamento para implementarse, aseguró el grupo de vecinos que tramita el amparo

En octubre del año pasado el Gobierno de la Ciudad de México anunció la inclusión de Xochimilco en este reconocimiento, que incluyó a otros 31 zonas urbanas del país, sin embargo, los pobladores de algunos pueblos originarios de la demarcación no estuvieron de acuerdo con el nombramiento e iniciaron un proceso en contra.

“No existe un programa, no hay norma, no hay nada. De tal manera que lo que se ha estado haciendo pareciera ser arbitrario, no tener sustento, soin embargo parece que no existe el programa”, criticó Estefanía Galicia, vecina de la demarcación. 

Después de levantar la demanda de amparo el gobierno de la Alcaldía no pudo justificar el programa de “Barrio Mágico” jurídicamente, por lo que los vecinos parte del colectivo que presentó el amparo y su asesora legal, determinaron que no existe dicho sustento. 

“Lo cierto es que (el programa) no tiene sustento legal, hay muchos pueblos que se oponen a este tipo de nombramientos en Oaxaca o en Yucatán, donde han sido cuestionados  y lo peor es que el gobierno de la Ciudad o de la Alcaldía no han podido justificar el programa o señalar cuál fue el proceso que se usó para determinar a algunos de los pueblos originarios de la demarcación como barrios mágicos”, declaró al respecto Carla Escoffié, abogada que asesora a los vecinos en su demanda. 

Un recorrido de turibus peligroso para la comunidad

En octubre del año pasado se aprobó el nombramiento como “bario mágico” de San Gregorio Atlapulco y de varios de sus pueblos originarios muy cerca a las fechas del Día de muertos, festividad que aún guarda tintes identitarios y hasta de sacralidad, según los vecinos de ese pueblo originario que ocupa zonas lacustres y chinamperas de la demarcación.

“Sabemos que  ha habido una comercialización acerca de este día y lo venden como eso, como un disfraz o simple mercancía que les sirve para poner un mercado tanto de plantas como de  adornos y de vestimentas. como ha sucedido con algunos los lugares de la demarcación que se encuentran dentro de un recorrido especial del Turibus”, comenta al respecto Xochiquetzal, una vecina de Atlapulco que se opone al nombramiento. 

El programa “Barrio Mágico” fue creado por la Secretaría de Turismo Federal, la misma que inventó los “Pueblos Mágicos” para nombrar algunas zonas al interior de ciudades que por su ubicación no pueden aplicar al programa de “Pueblos Mágicos”, que incluye dinero público para impulsar el turismo en la zona, sin embargo, el programa “Barrio Mágico” no tiene presupuesto o programas de operación determinados como el programa de los pueblos. 

Frida, como se identificó otra de las vecinas de la zona que promovieron el amparo reconoció que en la zona de chinampas de San Gregorio Atlapulco se han desarrollado muchas construcciones con fines turísticos. 

“Este turismo de alguna u otra forma se había contenido en la zona, pero está generando un buen de impactos a la zona de chinampería, donde aún subsisten familias productoras, que no se dedican a otra cosa más que a la producción agrícola y que este tipo de cambios les está afectando por trastocar un ecosistema del que dependen que cada día es más frágil por la falta de agua”. dijo al respecto Frida, vecina de la zona, 

Los vecinos reclamaron que el programa de “Barrios Mágicos” no tiene un presupuesto determinado, que no tiene normas establecidas ni formas de operación.

Al solicitar estos documentos en el juicio de amparo, lo único que la alcaldía logró mostrar es un reconocimiento tipo “diploma de una actividad escolar de primaria” en el que se reconoce su adscripción a un programa poco claro. 

Los vecinos de la zona temen que solo se use el título para que algunas personas lucren con las tradiciones y modos de vida de la gente de la zona.