Las negociaciones de la empresa Odebretch con el gobierno mexicano estuvieron ligadas a un compromiso: el aumento de las tarifas para importar polietileno al país y con esto asegurar las ganancias a sus inversiones en el complejo Etileno XXI, instalado en Coatzacoalcos. Una versión sin censura del contrato entre la filial de Odebrecht y Pemex —recibido a través de la plataforma Méxicoleaks— muestra las claves para entender los acuerdos
En enero de 2016, Enrique Peña Nieto firmó un decreto para imponer aranceles a polietilenos (derivados del gas etileno) que entran a México y favorecer la producción y ventas del complejo Etileno XXI instalado en Coatzacoalcos, Veracruz.
El establecimiento de estos impuestos concretó un compromiso, adquirido por el gobierno mexicano seis años atrás: el contrato entre Pemex Gas y Petroquímica Básica y Braskem, la filial de Odebrecht, con sus socios mexicanos, Idesa, para la producción de un millón de toneladas de etileno al año.
El contrato, firmado durante la administración de Felipe Calderón — y bajo la dirección de Juan José Suárez Coppel— es el más importante entre Petróleos Mexicanos y Braskem, y significó el abandono de inversión de la antigua empresa paraestatal en el negocio del polietileno, para dar prioridad a la inversión privada.
Braskem es la filial de Odebrecht, el conglomerado brasileño señalado de sobornar a funcionarios públicos para conseguir contratos ventajosos, incluido el ex director de Pemex, Emilio Lozoya.
Después de que la paraestatal se vio envuelta en el escándalo internacional de sobornos de Odebrecht, el gobierno mexicano hizo públicos los contratos, pero tachó casi toda la información que permite conocer los detalles de la negociación o relacionar a los funcionarios y empresarios firmantes.
Sin embargo, la alianza Méxicoleaks recibió el contrato sin las supresiones, que muestra los detalles del acuerdo:
“Es fundamental para la economía de las Instalaciones del Proyecto que el Gobierno de México incremente las tarifas aplicables a la importación de toda clase o tipo de polietileno a México desde otros países distintos a aquellos con los que México ha celebrado Tratados de Libre Comercio a tarifas que sean al menos similares a las tarifas aplicables a las importaciones de dicha clase o tipo de polietileno en los Estados Unidos de América o Canadá (actualmente 6.5%)”, indica la cláusula VII del contrato firmado por Braskem-Idesa y PGPB, el 19 de febrero de 2010, que fue censurada de la versión pública del contrato.
Etileno XXI es uno de los proyectos mexicanos de infraestructura energética en los que participó Odebrecht a través de Braskem.
Actualmente, la Procuraduría General de la República investiga el posible enriquecimiento ilícito de 18 funcionarios y ex funcionarios de Pemex, y posibles fraudes en otros dos contratos con la empresa brasileña para realizar obras en las refinerías de Tula y Salamanca.
Con el trato con Braskem-Idesa, Pemex dejó de invertir en la ampliación de sus plantas para polietileno Cangrejera y Morelos, según lo dio a conocer en su Programa Nacional de Infraestructura 2012-2015. Así, los inversionistas privados obtuvieron la primera ventaja.
Pero la planta Etileno XXI produce polietileno tanto de baja como alta densidad. El decreto de 2016 —que creó y modificó el arancel de importación de cinco por ciento al kilo de polietileno de baja densidad— benefició aún más su inversión.
Por otra parte, Pemex se comprometió a proveer 66 mil toneladas de gas etano diario, para que Etileno XXI lo trasformara, pero no calculó que no tendría suficiente para abastecer sus complejos de Cangrejera y Morelos, que actualmente trabajan al 40 por ciento de su capacidad.
Para no ser multada, la paraestatal ha tenido que comprar etano a otras empresas de Estados Unidos. Lo hace a precio de mercado y en dólares, según la convocatoria publicada en abril de 2018, pero lo vende a Braskem-Idesa por debajo del precio mínimo y en pesos, de acuerdo con la filtración recibida vía Méxicoleaks.
El anexo de fórmula de precios del contrato —fragmento que Pemex también censuró en la versión pública— revela que Pemex vende a Etileno XXI al 80 por ciento del valor de la referencia Henry Hub. Esto significaría que compra el etano a 50 centavos de dólar por galón y lo vende a Braskem-Idesa a un precio equivale a 16 centavos de dólar por galón.
Hasta ahora, Etileno XXI ha representado pérdidas por mil 900 millones de pesos para la empresa petrolera mexicana, según dio a conocer la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su tercera entrega de su Informe General Ejecutivo de la Cuenta Pública 2016.
El pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) por las actividades empresariales de Etileno XXI fue realizado con financiamientos del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) y Nacional Financiera (Nafin), según revelan informes de la financiera mexicana.
Bancomext prestó a Braskem-Idesa 120 millones de dólares. Mientras que Nafin estableció, entre 2012 y 2016, tres líneas de crédito por 620 millones de dólares.
La primera línea de préstamo fue aprobada en julio de 2012, cuando Nafin autorizó un crédito sindicado —una forma de financiamiento conjunta que utilizan varios bancos para distribución de riesgos— por 280 millones de dólares para el desarrollo del “Proyecto Etileno XXI”. Nafin no informó qué cantidad específica de dinero había asignado.
Con la segunda línea de crédito, Nafin financió el IVA que las empresas debieron pagar durante los cuatro años que duró la construcción de Etileno XXI. Se trató de un crédito en cuenta corriente y en conjunto con otro banco, por un total de 420 millones de dólares, de los cuales 300 millones eran de Nafin, según el informe anual 2015.
En 2016, el monto autorizado de la línea de crédito de Nafin para financiar el IVA de Etileno XXI era de 30 millones de dólares. Nafin no informó si este monto era parte del crédito en cuenta corriente de 2015 o si constituyó un nuevo préstamo. Lo que sí informó es que, en julio de 2016, asignó una nueva línea de crédito —la tercera— para Etileno XXI por 40 millones de dólares, con plazo de vencimiento de un año, para financiar “capital trabajo”, es decir, flujo de efectivo para pagar cuentas por cobrar, créditos a corto plazo o adquirir inventarios.
El equipo de Méxicoleaks buscó a funcionarios de Nafin para que explicaran exactamente cómo es que Nafin financió el IVA del proyecto, pero no hubo respuesta.
La firma y construcción del complejo Etileno XXI atravesó dos administraciones federales mexicanas y brasileñas: las de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto en México; y las de Luiz Inácio Lula da Silva, y Dilma Roussef, en Brasil. Además de los ex gobernadores de Veracruz, Fidel Herrera y Javier Duarte.
Los mandatarios tuvieron reuniones exclusivas para presentar la planta. En el caso de Calderón y Lula, cuatro días después de la firma del contrato, en 2010. En tanto que Roussef visitó la planta en mayo de 2015, ya con Peña Nieto como presidente, como revelaron las investigación Lava Jato.
Etileno XXI se inauguró oficialmente en junio de 2016, seis meses después del decreto para crear el arancel para el polietileno. Peña Nieto estuvo representado por el entonces secretario de energía, Pedro Joaquín Coldwell.
El arranque oficial del complejo ocurrió casi un año después de la fecha de inicio marcada en el contrato (30 de junio de 2015) y sólo gracias a que la planta se inauguró ocho días antes de ese plazo, Braskem-Idesa no entró en incumplimiento.
Para estas fechas, el caso de Odebrecht dentro de la investigación Lava Jato ya era conocido regionalmente, y había funcionarios y empresarios acusados en varios países latinoamericanos.
Los funcionarios que firmaron el documento por parte de PGPB fueron Víctor Domínguez Cuéllar, Fernando Amor Castillo, Arturo Arregui García, Armando Ricardo Arenas Briones. De estos funcionarios sólo Víctor Domínguez Cuellar y Arturo Arregui han destacado en la investigación en curso en contra de Odebrecht.
La última declaración patrimonial de Domínguez Cuellar es de 2014. Sin embargo, actualmente es parte de la consultora DM Integración Energética, una consultoría privada que se especializa en el asesoramiento de mercados de gas y petróleo en México.
Arenas Briones, ex director de PGPB hasta 2014, fue señalado en 2009 por ser parte de una red de corrupción en la asignación de contratos con Pemex a empresas propietarias de sus familiares.
Por parte de Braskem, firmó Cleantho de Paiva Leite Filho como Director de Unidad de Negocios Internacionales. Él fue identificado por Alexandrino Alencar, directivo de Odebrecht, como el representante de la empresa en México. Sin embargo, Leite ha declarado varias veces que Etileno XXI no forma parte de las investigaciones contra Odebrecht, al no ser un negocio de la rama constructora de la empresa. También por parte de Braskem firma Airton Beretta, Director de Unidad de Negocios Internacionales.
Por el lado de Idesa firman José Luis Uriegas Uriegas, como Director General; y Patricio Gutiérrez Fernández como Director de Planeación y Desarrollo de Negocios. El primero, antes de estar en Idesa, fue funcionario de Nacional Financiera.
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