El día que el PAN caminó por Iztapalapa

7 marzo, 2024

En un mini recorrido por el mercado Escuadrón 201, la candidata presidencial del frente Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, caminó por Iztapalapa junto a Santiago Taboada, candidato a la jefatura de gobierno. El recorrido era un intento por acercarse a la gente, pero terminó siendo una rápida sesión de fotos con preguntas incómodas

Texto: Alejandro Ruiz

Foto: Comunicación Santiago Taboada

CIUDAD DE MÉXICO. -Xóchitl Gálvez caminando en Iztapalapa es, tal vez, una de las escenas más curiosas de estas campañas electorales.

No sólo porque Iztapalapa ha sido desde hace ya muchos años uno de los bastiones de la izquierda electoral en la Ciudad de México, gobernada desde el 2000 por el PRD y Morena, sino también porque el arribo de la candidata del PRI-PAN-PRD es una puesta en escena con banderines, bolsitas, flashes y risotadas.

«Yo aquí viví», dijo la candidata a la presidencia antes de llegar al Mercado Escuadrón 201, como dice en cualquier lugar que ha visitado durante su campaña.

«En estas calles sufrí mucha violencia», agregó, mientras la militancia opositora se congregaba en el parque aledaño al mercado.

Eran no más de cien personas, y algunas iban con sus camisas rosas, el color que ha simbolizado las marchas en defensa de la democracia. Otras, con banderines del PAN y calcomanías que refrendan su adhesión a los «Xóchitllovers», aunque muchas de ellas, en realidad, son parte de las viejas estructuras priístas que se han refugiado en organizaciones de base que, si no han mutado al PRD o Morena, siguen manteniéndose fieles a «el partido de México».

«A ver compañeros vamos a caminar en orden», dijo uno de los organizadores antes de empezar la caminata. Nadie lo escuchó.

El caos

Hilda no vive en Iztapalapa, pero viajó desde Coyoacán para venir a caminar con la candidata. A pregunta expresa, la señora de lente oscuro y sombrero de campo respondió mientras se untaba bloqueador solar:

«A mi nadie me trajo, nadie me pagó para que viniera, como a los de Morena. Yo quería tomarme una foto con Xóchitl, nuestra futura presidenta».

Sin embargo, Hilda no pudo tomarse la tan anhelada foto, pues un cerco de seguridad rodeó a Xóchitl Gálvez mientras daba la vuelta a la manzana. Los afortunados, en realidad, fueron otros: una señora a la que Gálvez tocó su puerta para ponerle una pulsera, el señor de una tortillería, una señora de un ciber café y algunos comerciantes ambulantes.

También, quienes contra toda indicación, se amontonaron alrededor de Xóchitl para abrazarla, decirle que era la mejor, y clamarle por seguridad.

Apenas dos cuadras adelante, el candidato de la oposición a la jefatura de gobierno, Santiago Taboada, se unió a la caminata. Llegó tarde, pero a tiempo para incorporarse al contingente y tomarse las fotos necesarias.

Su arribo fue como el de una super estrella, con porras y piropos que elogiaban su cabello rubio y su juventud.

Los gritos de «Presidenta, presidenta», ahora se combinaban con «Jefe de Gobierno».

Al cabo de unos metros, las consignas cambiaron de tono: «Taboada, papucho, la ciudad te quiere mucho», o «s un honor estar con Xóchitl hoy», para convertirse en un sólido reclamo que no dejó de escucharse: «Fuera Morena, fuera Morena».

Parado, en una esquina, un señor comenzó a reclamarles a los candidatos:

«Vende patrias. No dejaremos pasar al Cártel Inmobiliario».

El señor siguió con su reclamo, y un par de horas más tarde lo rodearon algunos de los viejos priístas que organizaron la caminata. El asunto no pasó de una discusión acalorada.

La huida

La intención de la caminata era entrar al mercado y recorrer los puestos. Parecía sencillo, pero fue más complicado de lo que parece.

La multitud se amotinó en las puertas laterales, y entre la prensa corriendo, la seguridad de los candidatos empujando, y los locatorios reclamando, algo tan sencillo podría haber terminado mal.

«Sólo puede entrar prensa con los candidatos, para las fotos», dijo un muchacho del equipo de seguridad. Y así fue.

Las cámaras seguían a los candidatos, quienes se detuvieron en una carnicería, fruterías y cuanto puesto podían. Nadie les reclamo nada, y sólo sonreían entre el alboroto.

En una de las entradas Micaela estaba tomando su desayuno cuando apareció la multitud y le tiró su plato. Horas después, en el mismo local de comida, Micaela respondía algunas preguntas, ya con calma:

–¿Qué opina de que hayan venido los candidatos del PAN por acá?

–Pues está bien que se acerquen, que conozcan. Aunque sí fue mucho alboroto. No nos avisaron.

–¿Y de sus propuestas, qué piensa?

–Pues proponen como lo mismo, ¿no? O sea que cultura, educación, salud, seguridad.

–¿Y qué opina?

–No sé si con eso digan que van a quitar las UTOPIAS para poner nuevas, o más. Aquí la gente quiere mucho a Clara.

Afuera, Santiago Taboada daba un mensaje a medios, mientras Xóchitl Gálvez se fue sin decir una palabra.

«¡Aquí no va a haber abrazos, aquí va a haber carácter y pantalones!… En esta zona el gran problema que tenemos es la extorsión a los comerciantes; inclusive, no solamente del crimen organizado, sino por parte de la alcaldía”, afirmó el candidato.

Su afirmación no es casual, pues su rival, Clara Brugada, es la exalcaldesa de Iztapalapa, y fue reconocida en la ONU por las UTOPIAS y el urbanismo social.

Taboada siguió con su discurso:

«Ayer a todos ellos [comerciantes] los obligaron a descolgar nuestra propaganda y a colgar la de los candidatos de Morena. Están sufriendo el cobro de derecho de piso, cada 8 días vienen, eso se tiene que acabar en la ciudad”.

Moises, comerciante, responde algunas preguntas, contrastando lo que dijo Taboada.

–¿Si les cobran derecho de piso?

–Pues no, la propaganda la quitaron unos para poner las de Clara. Otros sí la dejaron. Yo creo que son puras cosas para distraer de lo del Cártel inmobiliario ese que dicen.

En el mercado, Taboada responde una pregunta sobre una reunión con Juan Diego Gutiérrez Cortina, empresario de la construcción acusado de actos de corrupción en casos como el World Trade Center y la Estela de Luz.

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–Santiago, preguntarte sobre tu reunión de ayer con Juan Diego Gutiérrez Cortina, y si crees que esto afecte a la imagen de tu campaña por los actos de corrupción de los que está acusado.

–No no no… Nos invitaron a comer un grupo de empresarios…

–Grupo 21

–Lo agradecemos mucho. Nos pidieron que le expusiéramos cuál era la visión de la ciudad. Y lo vamos a hacer con cualquier grupo: de empresarios, comerciantes, sindicatos, a todos les vamos a explicar las 5 de Taboada.

–¿Y crees que esto afecte a tu campaña?

–Gracias.

Después de las preguntas Taboada siguió caminando, deteniéndose para las fotos. Sonriendo como siempre.

Habló con más medios de comunicación, pero no ahondó en la reunión con Juan Diego Gutiérrez, o las acusaciones que pesan sobre él respecto al Cártel Inmobiliario.

El evento acabó, la gente se fue, y la calma volvió al mercado Escuadrón 201.

«Pues que bueno que vengan, ojalá cumplan. Y ojalá, si llegan, vuelvan a venir, porque nomás quieren la foto», dijo una locataria del mercado, como despidiéndose del día que el PAN caminó por Iztapalapa.

Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.