El pasado 4 de diciembre fue asesinado a la entrada del hotel Hilton en Nueva York el CEO de la más importante compañía de seguros médicos en Estados Unidos, este asesinato pone al descubierto la crisis del sistema de salud en los Estados Unidos
Por Rogelio López*
El año pasado, en noviembre, regresábamos desde Port Lavaca, un puerto ubicado en la costa central de Texas. La referencia más importante es su cercanía a la ciudad de Corpus Christi, ciudad natal del ídolo de la música Tex-Mex Selena Quintanilla. Ya entrando a la ciudad de Houston, a la altura del famoso centro comercial Galleria, el tránsito se detenía, los servicios de emergencia atendían un choque que tenía pocos minutos de haberse desarrollado. Todos los vehículos avanzaban con lentitud, los conductores y sus acompañantes volteaban a ver el estado de los vehículos, hasta ese momento nuestro caso no era distinto, pasamos lentamente a un lado de una de las grúas en las que descansaba uno de los vehículos que habían sufrido el percance, unos metros después, el auto en el que viajabamos recibió un impacto por la parte trasera. Afortunadamente teníamos puesto el cinturón de seguridad. Inmediatamente nos detuvimos, salimos del auto a investigar qué había pasado, una camioneta nos había pegado. Segundos después llegaron los paramédicos a preguntarnos cómo estábamos. Amablemente nos ofrecieron llevarnos al hospital para que nos revisaran a detalle, el conductor dudó un poco pues sospechó que eso iba a costar económicamente. Sin embargo, lo convencí de que fuéramos al hospital, “ya sabes, no vaya a ser la de malas” le dije.
Después de marcar a su seguro, abordamos la ambulancia, llegamos al hospital, nos registraron y preguntan si tenemos seguro médico, posteriormente nos ingresaron, y a cada uno nos asignaron un cuarto en el cual debimos esperar que nos examinaran.
Poco después llegó algún profesional de la salud, me revisó por encimita y dijo que no veía ningún problema, que podía retirarme.
En la sala de espera me reuní con mi amigo, salimos del hospital y cada quien tomó rumbo a su respectiva casa. Llegando a casa le di los detalles a mi esposa, mientras el rostro de ella cambiaba de color. Alarmada me respondió:
«No hubieran ido al hospital, los servicios médicos saldrán muy caros».
Bajo mi lógica respondí: “Nosotros no chocamos, la persona que nos chocó tiene que hacerse responsable, y qué tal si teníamos alguna lesión”.
Mis palabras no la convencieron, pero hasta ahí quedó el asunto.
Bueno, eso creí.
En la semana inmediata, llegó una carta del hospital, la abrí y así me entero que tenía una deuda de 4 mil dólares (aproximadamente unos 70 mil pesos de ese momento por el tipo de cambio) con el hospital por la atención brindada: traslado en ambulancia y la breve revisión médica.
Mi esposa sugirió que cruzara la frontera hacia el sur, para huir de la deuda.
Hasta ese momento entendí el problema que representan los elevados costos de la atención médica en los Estados Unidos.
En días pasados una noticia ha sido el centro de atención de los medios de comunicación en Estados Unidos: el asesinato en Nueva York de Brian Thompson, CEO de United Healthcare. Un joven encapuchado esperó a esta persona a la salida del hotel Hilton, lugar en que se llevaba a cabo la conferencia anual de inversionistas de UnitedHealth Group. El hecho cobró relevancia pues, además de tratarse del CEO de la principal empresa aseguradora de servicios de salud en los Estados Unidos, el crimen tenía ciertas peculiaridades:
Los detectives encontraron en la escena del crimen tres casquillos percutidos cada uno tenía inscrita estas palabras: Deny, Defend y Depose (negar, defender y deponer) que son las palabras que usan las aseguradoras para dilatar o negar los pagos y reclamos de los asegurados. Poco tiempo después se irían conociendo más detalles del asesino y sus motivaciones. Se dio a conocer su nombre: Luigi Mangione, de 26 años, con posgrado en ciencias de la computación. Fue un destacado estudiante, obtuvo las calificaciones más altas en su bachillerato, donde fundó un club de desarrolladores de videojuegos. En su vida profesional desarrollaba aplicaciones para distintas empresas. En lo que respecta a sus lazos familiares, Mangione proviene de una familia acomodada de origen italiano –siciliana– que se asentó en la ciudad de Baltimore, en el estado de Maryland, y que había hecho su fortuna a partir de bienes y raíces. La gente que lo conocía lo consideraba una persona “super” normal y muy inteligente.
Hasta aquí parece que nada se relaciona a su actuar criminal, sin embargo, conforme han ido avanzado las investigaciones periodísticas y policiales han salido algunos elementos que podrían ayudar a explicar sus motivaciones.
Sin embargo, antes de examinar dichas motivaciones, es importante hablar de las reacciones que generó su acto en las redes sociales, un análisis que se hizo en los primeros días después del suceso hacía referencia de la existencia de 27 mil mensajes en las redes sociales. De ellos aproximadamente unos mil 700 hacían referencia a expresiones de desconcierto “shock”. Otros 2 mil a expresiones de dolor y finalmente 23 mil eran mensajes que de cierta forma se burlaban o reían de lo sucedido, mensajes que eran acompañados de experiencias propias que ha vivido la gente con las aseguradoras cuando éstas ignoran sus reclamos.
El 9 de diciembre, Luigi Mangione fue detenido en un McDonald ‘s en Pensilvania, Nueva York. Durante el arresto la policía encontró el arma homicida, una pistola construida por medio de una impresora 3D, así como un escrito hecho en unas hojas de un cuaderno, cuyo contenido no fue del todo revelado al inicio. Sólo que iniciaba con la siguiente frase:
“Pido disculpas por los conflictos que haya podido causar pero lo que hice, tenía que hacerse, francamente estos parásitos se lo merecerían”.
En esos primeros reportes, se especuló sobre las motivaciones del crimen. Algunos medios de comunicación sugirieron que Mangione habría sido influenciado por el manifiesto Unabomber, una crítica a la sociedad industrial moderna y la destrucción del medio ambiente, que fue escrito por Theodore Kaczynski, un famoso asesino que enviaba bombas a través de cartas de correspondencia. Así fue que asesinó a 3 personas e hirió a 20 más. Pero más tarde se daría a conocer el manifiesto completo.
Mientras tanto, las investigaciones periodísticas buscaban probables motivaciones. Por ejemplo, informaron que el joven Mangione sufrió de dolores de espalda, producto de una lesión. Ante las molestias se sometió a una cirugía, sin embargo no existen indicios claros de que haya existido algún reclamo hacia alguna aseguradora por él.
Otras fuentes afirmaban que Mangione se encontraba bajo mucho estrés y profunda angustia, aparentemente tenía tiempo que no se comunicaba con su familia. Estos hechos sirvieron para calificar al joven como un desequilibrado.
Así se fueron publicando infinidad de conjeturas de supuestas motivaciones, sin embargo, en algún momento se filtró el texto completo, el cual dice:
“Pido disculpas por los conflictos que haya podido causar pero lo que hice, tenía que hacerse, francamente estos parásitos se lo merecerían. Un recordatorio: Estados Unidos tiene el sistema de salud más caro del mundo pero ocupamos aproximadamente el puesto 42 en esperanza de vida. Unitedhealthcare es la empresa más grande de Estados Unidos por capitalización de mercado después de Apple, de Google y de Walmart, ha crecido y crecido, ¿pero ha crecido acaso a la par de nuestra esperanza de vida? No. La realidad es que se volvieron demasiado poderosos y continúan abusando de nuestro país para obtener inmensas ganancias, básicamente porque el pueblo estadounidense les ha permitido salirse con la suya. Soy consciente de que el problema es más complejo pero no tengo espacio y francamente no pretendo ser la persona más preparada para exponer el argumento completo. Desde hace décadas otros muchos han explicado mejor que yo lo que significa la corrupción y la codicia, los problemas simplemente persisten. No es una cuestión de conciencia en este momento sino básicamente de juegos de poder, evidentemente soy el primero en afrontarlo con una honestidad tan brutal como la que ven…”.
Si bien el texto anterior no puede de ninguna forma ser usado para justificar un asesinato, hay que reconocer que contiene datos certeros. Por ejemplo, Estados Unidos efectivamente tiene el sistema de salud más caro del mundo, y, sin embargo, esto no se refleja en la esperanza de vida de su población.
Mangione establece que esto es producto de las ganancias desmedidas que obtienen las grandes empresas, entre las cuales se incluyen por supuesto a las aseguradoras del sector salud. Lo anterior es posible gracias a la falta de un control o regulación por parte del estado, y si bien lo anterior no lo expresa de esta forma, Magione sí menciona que esto es así porque se les ha permitido “salirse con la suya”.
Respecto a esto último, debemos mencionar que una de las críticas que se le ha hecho a la democracia estadounidense es el poder que tienen los lobbys y cabilderos representantes de los intereses de las grandes industrias quienes con su derecho de picaporte tienen la capacidad de bloquear o determinar la orientación de las políticas públicas que se discuten en las cámaras de representantes. Estos grupos financian las campañas de los políticos a través de donativos millonarios; imponiendo con ello sus agendas y obstaculizando los órganos regulatorios y mecanismos de control. Ejemplo de ello es la falta de regulaciones y controles de las industrias, como son el caso de la la industria de los alimentos o la industria energética por mencionar sólo dos casos.
Por ejemplo, en Estados Unidos a diferencia de México no existe un etiquetado respecto al contenido nutricional en los alimentos. Otro claro ejemplo, es la imposibilidad de regular el acceso a las armas en el país, donde la poderosa Asociación Nacional del Rifle -NRA por sus siglas en inglés- obstaculiza cualquier esfuerzo. Esta falta de regulación ha hecho posible los excesos que han ocasionado que las empresas obtengan grandes ganancias y sus altos ejecutivos gocen de sueldos millonarios (Brian Thompson el CEO de United Healthcare, ganaba 10 millones de dólares al año y vivía en una mansión de 1 millón y medio de dólares), al mismo tiempo que las condiciones de vida de la clase trabajadora en el país se mantiene estancada.
El problema de las aseguradoras médicas y sus abusos es un signo de la crisis del sistema de salud de los Estados Unidos, el sistema público como tal es casi inexistente, la mayor parte de la población cuenta con seguros médicos privados que pagan de su salario o que son parte de una prestación laboral. Sin embargo, esto no garantiza que se cubran las necesidades de cobertura médica de las personas. Otro sector de la población –personas mayores de 65 años y con alguna discapacidad–, tiene acceso a un seguro médico subsidiado por el Estado: “Medicare”, el cual ha sido objeto de ataques sistemáticos –otra vez por parte de los lobbys de empresas– que buscan su desaparición.
Este panorama crítico del sistema de salud de los Estados Unidos ya había sido expuesto hace casi 20 años por el cineasta documentalista Michael Moore en su documental Sicko presentado en el año 2006. En este trabajo el afamado documentalista (ganador de un Oscar por Fahrenheit 9/11) expone la problemática del sistema de salud de los Estados Unidos. En primer lugar, reúne el testimonio de varias personas que han tenido problemas para la prestación de servicios médicos por parte de las aseguradoras, al respecto durante el documental se destaca la cantidad de personas que respondieron al llamado del cineasta para dar su testimonio y exponer los abusos de los que han sido objeto. Acudieron 25 mil personas en sólo una semana.
En estos testimonios destacan los casos de personas que se han ido a la bancarrota producto del pago de sus facturas médicas; otras experiencias tienen que ver con la negación de los servicios por parte de las aseguradoras a partir de argumentos dudosos. Un aspecto que se debe destacar son los testimonios de médicos que expresan las presiones a que son sometidos por parte de las aseguradoras para negar los servicios y tratamientos.
Algunos de estos testimonios ponen en evidencia la falta de escrúpulos de estas compañías pues sus negativas llegaron a ocasionar la muerte de personas. También se exponen noticias del crecimiento ganancias que han obtenido estas empresas y los sueldos y bonos millonarios de las que se hacen objeto los CEO de las aseguradoras.
Otro elemento que nos muestra el documental es la forma en que se ha ido construyendo esta crisis a lo largo del tiempo. Para ello se remonta a principios de la década de los setenta en el gobierno de Richard Nixon, quien con sus acciones comienza a estrangular los servicios de salud pública. Dichas acciones se enmarcan en un ambiente político de rechazo a la seguridad social pública pues esta es presentada como una forma de socialismo (es impactante ver las escenas de las salas de urgencia de los hospitales en la década de los setenta abarrotadas de personas en espera de atención, imagen que desafortunadamente nos remite a las condiciones de las salas de espera en los hospitales en México). Por cierto, la década de los setenta es el punto de partida de una participación activa del mercado en el ámbito de la salud en los Estados Unidos.
Un dato curioso, pero revelador, es la exposición de uno de los pocos esfuerzos que se hicieron desde el gobierno para impulsar un sistema de salud público. Este se refiere a la propuesta de trabajo que impulsó Hillary Clinton durante la presidencia de su marido Bill, sin embargo, su esfuerzo fue contrarrestado por el trabajo que emprendió el lobby de las aseguradoras… con apoyo de los medios de comunicación: Estos descalificaron la propuesta –bajo amenaza del fantasma del socialismo–. La presión surtió efecto y Hillary Clinton abandonó su propuesta. Pocos años después la exprimera dama recibiría generosas donaciones a su campaña por parte de las aseguradoras. Ya en el gobierno de G. W. Bush y el lobby de las aseguradoras médicas pusieron orden y junto al presidente se aseguraron de impedir cualquier cambio que afectara sus intereses.
Estos acuerdos ponen en evidencia la forma en que se hace política en los Estados Unidos, sin el apoyo de los lobbies ninguna persona puede hacer carrera política. El documental da un interesante giro cuando Michael Moore, quien funge al mismo tiempo de directo y entrevistador, investiga y expone la forma en funcionan los sistemas de salud en otros países del mundo, destacando los casos de Canadá (donde ciudadanos estadounidenses acuden a recibir atención médica), Francia (donde el servicio de salud es público y no tiene costo), Inglaterra (que a pesar de ser un estado liberal y que defiende a ultranza el libre mercado, tiene –o al menos tenía en aquellos años– un sistema de salud que brinda atención sin costo a las personas que lo necesiten) y por último el caso de Cuba (país que a pesar de las limitaciones ocasionadas por un criminal bloqueo económico por parte de los Estados Unidos muestra un sistema de mejor al de muchos países capitalistas).
El final es épico: un balsero estadounidense que transporta personas enfermas que van a tratar sus problemas de salud a la isla comunista.
El “laissez faire, laissez passer” (Dejar hacer dejar pasar) del neoliberalismo o capitalismo salvaje en su máxima expresión, modelo económico en el que el principal objetivo es la maximización de las ganancias al costo que sea y que ha impactado negativamente a un sector importante de la población del país más poderoso del planeta generando descontento y frustración, la cual ha sido hábilmente aprovechada por Donald Trump, quien abiertamente se presenta como un enemigo del modelo neoliberal impulsado por la Casa Blanca a partir de la década de los ochenta y que ha sido cobijado por demócratas y republicanos. Sin embargo, su planteamiento proteccionista, lejos de representar, la posibilidad, por ejemplo, de generar esos controles regulatorios de los que hablamos anteriormente, se presenta como un furibundo anti regulacionista –principalmente en lo que respecta a la industria energética y más específicamente la petrolera–. Vale la pena recordar que Trump ha sido uno de los principales detractores del Obamacare, una propuesta de seguro de salud público de bajo costo impulsada por Barac Obama.
Para finalizar, algunos medios de comunicación en Estados Unidos, tratan de presentar a Luigi Mangione como un extremista de izquierda y ven en las muestras de apoyo de las que ha sido objeto la influencia del fantasma del socialismo en la sociedad estadounidense. Siempre es buen momento para desempolvar el “viejo petate del diablo”. La respuesta de las aseguradoras ha sido en algunos casos aprobar servicios que habían sido negados (en la película Sicko le sucede esto a varias personas que habían hecho pública su intención de participar en el documental), en lo que respecta a su seguridad, han decidido programar reuniones virtuales y aumentar la seguridad de sus directivos y accionistas. El crimen también ha sido utilizado como excusa para los defensores de la libertad de portar armas y contra las restricciones a este derecho. El fondo del problema naturalmente no es tema de análisis, y quizá esta es la razón por la que la acción de Mangione ha suscitado comentarios de burla y satisfacción, al mismo tiempo que reclamos a las aseguradoras lo que se traduce en una forma de apoyo a esta especie de Joker neoyorquino.
Posdata. En lo que respecta a mi choque afortunadamente no tuve que pagar el adeudo. Pero la investigación tardó alrededor de seis meses y una contrademanda.
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