Esta es la historia de dos mujeres jornaleras que, ante las adversidades, decidieron organizarse y encabezar una lucha por el trato digno en los surcos y el cese al acoso sexual.
Por: Kau Sirenio
La madrugada del 17 de marzo de 2015, miles de jornaleros bloquearon la carretera Transpenínsular para reclamar aumento salarial, trato digno en los surcos y cese el acoso sexual en contra de las jornaleras.
En la organización de ese movimiento, Lucila Hernández fue clave al lograr que los jornaleros de la parte Sur de San Quintín se unieran a la protesta que los obreros de los surcos encabezaron en durante los meses de marzo, abril y mayo.
La tarde de ese día, policía estatal y federal reprimieron a los jornaleros que mantenía el bloqueo a la altura de la colonia Díaz Ordaz, cientos de los obreros agrícolas fueron detenidos, mientras que de lado Sur los líderes reorganizaron sus bases para levantar los bloqueos que mantenían en la carretera.
“Supe en la noche del 17 de marzo, que en la empacadora de rancho Los Pinos había militares y policías federales apostados, esperando una orden para atacar a los compañeros por eso decidí quedarme con ellos”, recordó en una platica con Tatyi Savi.
Con la fractura del movimiento Lucila Hernández organizó La Alianza de Mujeres de todos los Colores para cobijar a las jornaleras que no se unieron al Sindja del sector Norte de San Quintín. Mientras que Justino Herrera se replegó a la producción de almejas.
La dirigente de la organización Alianza de Mujeres de todos los Colores llegó al campamento Las Pulgas del rancho Los Pinos, donde trabajó en el corte de tomate en la cuadrilla de los niños de su edad. Ahí trabó amistad con Plácido Clemencia a quién apodaban Frijolito.
En Las Pulgas, vivían jornaleros de Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Guerrero. “Todos en condiciones de insalubridad, la cocina era rústica, se cocinaba con leña.Solo tres o cuatro pareja lo hacía con gas” recordó Lucila en una platica con Tatyi savi en 2015.
La jornalera saca entre los recuerdos en Las Pulgas: “De baños ni hablemos, sólo había una galera con diez regaderas para mujeres, otro igual para los hombres. Ahí, los jornaleros esperaban horas, cuando no se aguantaban, se iban al monte para hacer sus necesidades”.
Las Pulgas se convirtió en un infierno para las mujeres por el alcoholismo, así que Lucila organizó a las mujeres evitar peleas entre hombres y las golpearan. “El vecino que golpeaba a su mujer por supuesta infidelidad. Vi muchas cosas, muertes, peleas, y violencia intrafamiliar, eso me llevó a organizar a las mujeres”.
El 26 de febrero, 2017 Avelina Ramírez renunció al racho agrícola de Arroyo seco porque no le dieron para participar en la Caravana Nacional de Jornaleros Agrícolas que pasó por los estados de Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Estado de México y Ciudad de México.
El 4 de marzo de ese año los jornaleros salieron de la colonia Vicente Guerrero del Valle de San Quintín hacía el corazón político del país para demandar el cumplimiento de los acuerdos que firmaron en la mesa de dialogo con el gobierno federal en 2015.
Era la única mujer que ocupaba una Secretaría al interior del sindicato de jornaleros, la de Equidad de Genero. Con la consigna de “salario justo y vida digna” la jornalera conversa en sindicalista recorrió diez estado del país con el propósito de articular las organizaciones sociales e indígenas.
A seis años de esa Caravana, las condiciones para las mujeres jornaleras que trabajan en el siembra y cosecha de verduras y frutas que consumimos todos los días es la misma. Ahora, Avelina Ramírez López es secretaria general del Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícola (Sindja).
En cada parada la Secretaría de Equidad de Género de Sindja arengaba a las mujeres de las distintas organizaciones sociales, colectivos, activistas, medios de comunicación alternativos, comunidades indígenas, feministas, académicos, profesores, intelectuales y artistas conseguir un salario justo libre de acoso sexual en los surcos.
En los campos agrícolas las mujeres se organizan en ONG y en sindicatos para promover trabajo libre de violencia en contra de los jornaleros y jornaleras. Marcha en las calles para alzar la voz en contra de los abusos de los empleadores.
Tal vez no han logrado el objetivo, pero siguen empujando el molino de viento para conseguir un salario más decoroso y un un trabajo más digno para todos. Ellas están allá, en los surcos y nosotros en las ciudades consumiendo todo lo que se produce a base de explotación.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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