A medida que la crisis climática caliente aún más las ciudades, los árboles se volverán más importantes que nunca. Sin embargo, dos tercios de los árboles y arbustos urbanos estarán en riesgo para 2050 si no se actúa
Texto: Manuel Esperón Rodríguez, IPS Noticias
Fotos: Jorge Fernández Salas / Unsplash, Akvile Jureviciute-Lenoir, Jaana Dielenberg / IPS Notcias
SÍDNEY, AUSTRALIA.- A cualquiera que haya caminado desde un pavimento caliente a un parque sombreado no le sorprenderá que los árboles (y arbustos) tengan un gran efecto refrescante en las ciudades, junto con muchos otros beneficios. Son más que simples sombrillas. El agua que absorben del suelo a través de sus raíces y se evapora a través de sus hojas actúa como un aire acondicionado natural.
Naciones Unidas predice que la población mundial alcanzará los 8 mil 510 millones de personas en 2030, y actualmente más de la mitad de la población del planeta, unos 4 mil 400 millones de personas, vive en entornos urbanos. A medida que el cambio climático caliente aún más las ciudades, los árboles se volverán más importantes que nunca.
Pero ¿cómo se enfrentarán los árboles a unas condiciones que sobrepasan sus límites naturales de tolerancia?
En un estudio publicado el lunes 19 de septiembre en Nature Climate Change, un equipo de científicos de Australia y Francia hemos examinado los impactos de los cambios de temperatura y precipitaciones proyectados para las próximas décadas en 3 mil 129 especies de árboles en 164 ciudades de 78 países.
Si no se toman medidas, dos tercios de los árboles y arbustos de las ciudades de todo el mundo estarán en riesgo en 2050, con serias implicaciones para la acción climática y la calidad de vida en entornos urbanos.
Nuestros resultados suenan desoladores, pero siga leyendo. También hemos identificado los pasos que podemos dar para ayudar a los árboles urbanos a sobrevivir, prosperar y continuar refrescando el ambiente.
Los árboles urbanos desempeñan un papel fundamental para mantener la habitabilidad de las ciudades. Al enfriar su entorno, reducen nuestro consumo de electricidad para el aire acondicionado, a la vez que absorben el dióxido de carbono, purifican el aire, reducen el ruido y proporcionan un hábitat para la vida silvestre. Además, sustentan gran parte de la biodiversidad de la Tierra.
Estar cerca de ellos también mejora nuestra salud mental y nuestro bienestar. Los árboles pueden ayudarnos en momentos de estrés psicológico, como una pandemia.
Debido a estos maravillosos beneficios, aumentar la cantidad de árboles y arbustos en las ciudades, los denominados bosques urbanos, es una estrategia clave de adaptación al cambio climático y sustentabilidad que se utiliza en todo el mundo.
Aunque los bosques urbanos son vitales para mejor la calidad de vida en las ciudades, hasta ahora había poca información disponible sobre si las condiciones climáticas actuales superan lo que pueden soportar, o cómo se comparan estas condiciones con los cambios previstos en la temperatura y las precipitaciones (sequía, lluvia y nieve) en todo el mundo.
Descubrimos que, a nivel mundial, las especies comunes de ciruelos, robles, arces, álamos, olmos, pinos, tilos, zarzos, eucaliptos y castaños se encuentran entre las más de 1000 especies que han sido señaladas en riesgo debido al cambio climático en la mayoría de las ciudades.
De hecho, alrededor de la mitad de las especies que forman bosques urbanos ya están experimentando condiciones climáticas que superan sus límites de tolerancia natural a las altas temperaturas o la falta de agua y podrían afectar a su salud y desempeño.
La cantidad de especies afectadas y la escala del impacto aumentarán notablemente para 2050 a medida que aumenten las temperaturas. Esto pone en peligro la salud y la longevidad de los bosques urbanos y los beneficios que brindan a la sociedad.
Unas condiciones climáticas que superan la tolerancia natural de las especies pueden resultar en árboles enfermos y con crecimiento limitado y, finalmente, provocar su muerte. De esta forma, se reduce su efecto de enfriamiento.
Durante una sequía o el estrés por calor, los árboles pueden dejar de liberar vapor de agua o desprenderse de sus hojas para reducir el daño a los tejidos. Esto significa que es muy probable que este sistema de aire acondicionado natural deje de funcionar cuando más lo necesitamos.
Nuestro estudio es importante a nivel mundial porque brinda ayuda a los gobiernos de 164 ciudades para manejar y cuidar sus bosques urbanos al identificar las especies que podrían estar en riesgo y deben ser vigiladas y las especies que son resistentes al clima, útiles para plantaciones futuras.
Además, las personas podemos tomar una serie de medidas sencillas para ayudar a los bosques urbanos a sobrevivir y seguir brindando sus muchos beneficios a los ciudadanos:
Ayude a que más lluvia se filtre en el suelo: la reducción de las precipitaciones y la humedad del suelo es una gran amenaza para muchas especies, así que no desperdicie el agua por el desagüe. Considere desviarla a un jardín de lluvia o a un tanque de agua de lluvia que alimente el jardín. Esto también ayuda a ríos o arroyos locales.
Plante aún más árboles y arbustos: ayudan a mantener las temperaturas de la ciudad agradables para ellos y para nosotros. Puede pedir asesoramiento de su ayuntamiento o de un horticultor sobre las especies resistentes al clima adecuadas para su área.
Deje los árboles y arbustos en su lugar: piénselo dos veces antes de talar los existentes, le brindan más beneficios de los que cree.
*Los otros cuatro autores de este artículo son Jaana Dielenberg, de la Universidad Charles Darwin, Jonathan Lenoir, de la Universidad de Picardie Jules Verne, y Mark G Tjoelker y Rachael Galla, de la Universidad de Western Sydney.
*Este artículo se publicó originalmente en The Conversation e IPS NOTICIAS. Aquí puedes leerlo.
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