21 noviembre, 2023
La nueva estrategia para fortalecer las idiomas indígenas requiere la voluntad de los hablantes, porque el Estado y sus instituciones no lo harán, no les importa ni les preocupa, porque su diseño está hecho para desindianizar al país
Por Kau Sirenio X: @kausirenio
Fidencio Briceño Chel afirma que la lengua no es solamente un sistema de signos útiles para la comunicación, sino que constituye una red que conserva las formas más entrañables de la vida y pensamiento de cada individuo, comunidad y cultura.
“Habría que pensar en la función principal de la lengua para la creación de una conciencia nacional, pues sin una lengua propia es difícil concebir el desarrollo de una identidad de nación, de estado o de grupo” sostiene el intelectual maya.
La platica con Briceños Chel fue en Pátzcuaro, Michoacán durante el Coloquio Arte Indígena y Dialogo Cultural, el 10 de agosto de 2010. En esa charla, el lingüística dijo que el idioma es la identidad nacional y un medio de comunicación, por lo que constituye un fenómeno único para un pueblo: “La lengua como señal de identidad y pertenencia de una cultura, como rasgo que sobresale, de la esencia misma como ser humano”.
El autor de El maya yucateco ante la globalización dice que desvincular los procesos lingüísticos de los fenómenos generales de la cultura o culturas a las que sirven de vehículo entre pueblos de diferentes culturas produce determinadas configuraciones y definiciones de las lenguas de los pueblos.
Advierte que esta diversidad de las lenguas no representa dificultades de comunicación entre sus usuarios pertenecientes a una misma cultura, el problema existe cuando se da la incomunicación por razones lingüísticas; sin embargo, «pueden llevar fácilmente a situaciones de incomprensión en cuanto se impiden los necesarios intercambios de información relacionados con el mundo simbólico que soporta los mecanismos intelectuales y conductuales de los seres humanos».
En la era de la comunicación, el nivel de relación entre grupos culturales diferentes es cada vez mayor, y por tanto, existe una mayor necesidad de comunicación e inter-comprensión, a una nueva generación culturales.
No se quedó ahí, sino que hizo otro posicionamiento sobre los usuarios de una lengua indígena, dijo que esto puede provocar su propia extinción, esto por las «modificaciones introducidas de manera indiscriminada de préstamos, barbarismos, neologismos, que podría llegar a una situación tal de desfiguración, que igualmente pudiera llevarla a su desaparición».
De ahí, dice el investigador, que la ausencia de política lingüística, para fortalecer las identidades culturales, puede ocasionar erosión en las lenguas indígenas, «porque se convierte en un indicador de especial significación sobre el estado de desarrollo y vigor de una determinada cultura, y por lo tanto el grado de conciencia nacional de ese pueblo, por la cultura nacional que pierde su lengua vehicular con lo que puede entrar en un proceso de difuminación de la propia identidad nacional».
“Pretendo señalar en mi trabajo –dijo Briceño– la importancia que para la península de Yucatán tiene la lengua maya, especialmente en este tiempo en el que estamos presenciando la ruptura de fronteras, tanto para las personas como para las comunicaciones, los mayas se tienen que adaptar a nuevas realidades ante esta dinámica acelerada de los procesos sociales que hoy nos toca vivir, pero también se tienen que considerar que es a todas luces conocido que en la actualidad es muy difícil (si no es que imposible) que una lengua se mantenga pura, incólume, sin cambios”.
Ese día, en Pátzcuaro, Michoacán, el investigador maya agregó: “La situación actual del maya peninsular, quiero mostrar algunos de los puntos más notorios por los que uno puede mirar en primera instancia que la lengua está cambiando y cómo estos cambios están sirviendo como identitarios de zonas, regiones o pueblos que los propios hablantes señalan como distintivos por su manera de hablar”
Las afirmaciones de Fidencio Briceño hace 13 años, siguen tan presentes en la vida cotidiana de las comunidades indígenas; el uso social de las lenguas indígenas sigue enfrentando una brecha en los espacio públicos; las instituciones como el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) y el Instituto de los Pueblos Indígenas (INPI) siguen ocupadas por indigenistas blancos que diseñan políticas paternalistas para los pueblos y comunidades indígenas.
Si estos espacios no son ocupados por las comunidades indígenas, difícilmente podrán revertir la política lingüística que aniquila las mas de 68 lenguas maternas que se habla en México. La nueva estrategia para fortalecer las idiomas indígenas requiere la voluntad de los hablantes, porque el Estado y sus instituciones no lo harán, no les importa ni les preocupa, porque su diseño está hecho para desindianizar al país.
Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.
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