12 marzo, 2024
Después de afrontar una grave crisis humanitaria, Ariel Henry renunció al cargo de primer ministro en Haití, por lo que se establecerá un consejo presidencial desde la Comunidad del Caribe para nombrar al siguiente presidente de este país que está al borde del colapso
Texto: IPS
Foto: ONU
KINGSTON. –Un Consejo Presidencial de Transición, de siete miembros, asumirá el poder ejecutivo de Haití tras la renuncia presentada por el primer ministro Ariel Henry, quien condujo el gobierno desde 2021, se anunció en esta capital jamaiquina al cierre de cumbre de emergencia de la Comunidad del Caribe (Caricom).
“Nos complace anunciar el compromiso con un acuerdo de gobernanza de transición que allane el camino para la continuidad de la gobernanza, un plan de acción para la seguridad a corto plazo y el camino hacia elecciones libres y justas” en Haití, dijo el mandatario guyanés Irfaan Ali, presidente de turno de la Caricom.
Ali reconoció como un gesto la renuncia de Henry, a cargo del Ejecutivo desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, y dijo que la nueva presidencia colegiada designará un primer ministro interino.
Una situación de caos, violencia y emergencia humanitaria predomina en Haití, con pandillas que dominan las rutas y ciudades, tiroteos constantes, policía desbordada, miles de familias que huyen de sus hogares para salvar la vida y violentas protestas para que renuncie el gobierno de Henry.
A finales de enero grupos armados asaltaron dos cárceles y liberaron a unos 4000 presos. En la primera semana de marzo unas 15 mil personas huyeron de sus hogares en la capital, una situación en la que ya se encuentran más de 360 mil personas en todo el país. Escasean los suministros de agua, alimentos y los servicios de salud.
La ayuda que prestan agencias de las Naciones Unidas y otras entidades humanitarias no solo es insuficiente –la necesitan al menos cuatro de los 11 millones de habitantes- sino que es robada o la violencia impide llevarla a quienes la necesitan.
“El gobierno que dirijo no puede mantenerse insensible ante esta situación y se retirará de inmediato tras la instauración del Consejo de Transición”, dijo Henry en un mensaje de vídeo grabado desde Puerto Rico, donde se encontraba varado pues los aeropuertos haitianos permanecen cerrados en medio del clima de violencia.
“Nos complace anunciar el compromiso con un acuerdo de gobernanza de transición que allane el camino para la continuidad de la gobernanza, un plan de acción para la seguridad a corto plazo y el camino hacia elecciones libres y justas”: Irfaan Ali.
La Caricom, integrada por 13 países anglohablantes más Haití y Surinam, asumió la tarea de formalizar una transición que abra caminos para estabilizar el país, y para ello sus líderes se reunieron con autoridades de otros países concernidos.
A la cita en Kingston acudieron los responsables de asuntos exteriores de Estados Unidos y México, Antony Blinken y Alicia Bárcena, junto a enviados de Brasil, Canadá, Francia, las Naciones Unidas y la Unión Europea, así como representantes de grupos políticos, civiles y empresariales de Haití y de la diáspora haitiana.
La reunión acordó conformar el Consejo Presidencial con siete miembros con derecho a voto, representando a los grupos políticos EDE/RED/Compris Historique, Collectif, 21 de Diciembre, Lavalas, Montana y Pitit Desalin, y al sector privado.
Se agregarán dos miembros con derecho a voz pero sin voto, uno en representación de la sociedad civil y otro de la entidad interreligiosa InterFaith.
El Consejo tendrá “los poderes pertinentes y posibles de la presidencia haitiana durante el período de transición hasta que se establezca un gobierno electo”, según el acuerdo divulgado por la Caricom.
Sus tareas, a efectuar en paralelo, incluirán designar un primer ministro provisorio y ministros a cargos de las áreas de gobierno, escoger un Consejo Electoral provisional y hacer arreglos para asegurar la continuidad de la gobernanza, incluido el establecimiento de un consejo de seguridad nacional.
Asimismo, trabajar junto a entidades internacionales para el despliegue acelerado de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, una fuerza policial y militar integrada en primer lugar por efectivos de Kenia y otros países africanos que deberá ayudar a la policía local en la tarea de contener la violencia en el país.
Blinken reiteró la oferta de Washington de hasta 200 millones de dólares para el despliegue de la fuerza multinacional -pero sin efectivos estadounidenses- así como nueva ayuda humanitaria de emergencia por 33 millones de dólares.
Mientras se hacían los anuncios, en la noche del lunes 11 y el martes 12, se repitieron ataques de bandas armadas junto al palacio de gobierno y otros edificios en el centro de la capital haitiana, Puerto Príncipe.
Líderes de pandillas –entre quienes el más destacado es el expolicía Jimmy Chérizier, alias Babekyou- se oponen al ingreso de la fuerza multinacional alegando que sumirá a Haití aún más en el caos.
De hecho, antes de la renuncia de Ariel Henry, la Caricom y otros países de América y Europa se reunieron el 11 de marzo para configurar una solución urgente a esta situación.
La reunión procura “acelerar una transición política en Haití mediante la creación de un colegio presidencial independiente de base amplia”, indicó en una declaración el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos, al anunciar el viaje de su titular, Antony Blinken, para participar en la cita en esta capital de Jamaica.
Asimismo, se examinará el propuesto despliegue de una “Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad”, con una fuerza militar y policial multinacional que ayude a contener a las pandillas que dominan gran parte de Haití, y la cual estaría integrada en primer lugar por efectivos de Kenia y otros países africanos.
El despliegue de esa fuerza ha sido reclamado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, gobiernos americanos y europeos, y por el haitiano que ha dirigido el primer ministro Ariel Henry desde que en julio de 2021 fue asesinado el presidente Jovenel Moïse.
Henry está varado en Puerto Rico, imposibilitado de retornar a Haití tras una visita a Kenia, debido que bandas armadas haitianas mantienen balo asedio y con constantes tiroteos el aeropuerto de Puerto Príncipe, el palacio de gobierno y otros edificios públicos, y el puerto capitalino ha sido saqueado en medio de la ola de violencia.
Desde finales de febrero estallaron violentas protestas en reclamo de su renuncia, las cuales agravaron la situación de inseguridad, y una coalición de grupos irregulares, liderados por el ex policía de élite Jimmy Chérizier, mejor conocido por su apodo Babekyou, ha exigido, con las armas en la mano, la renuncia de Henry.
“Si el primer ministro no dimite, si la comunidad internacional lo sigue sosteniendo, vamos directo a una guerra civil, que conducirá a un genocidio”, dijo Babekyou al encarar a corresponsales de prensa en medio de las protestas.
Las dos principales prisiones fueron asaltadas y liberados unos 4 mil presos, los aeropuertos están cerrados, se han quemado estaciones de policía, decenas de personas han muerto, al menos 15 mil han huido de sus hogares en los últimos 10 días, y los negocios y quioscos se han quedado sin productos en la capital.
El país lidia con una escasez de comida y agua. La entidad que opera el bombeo de agua a la capital informó que 90 % de sus estaciones están en manos de las pandillas y además no fluye el combustible necesario para su funcionamiento.
Agencias humanitarias de las Naciones Unidas entregaron, durante dos días de la semana pasada, unas 50 mil comidas y proporcionado 300 mil litros de agua a más de 20 mil personas desplazadas que han improvisado refugios en escuelas y otros lugares en los que tratan de escapar a la violencia.
En total, se estima que Haití, un país de 27 mil 800 kilómetros cuadrados y 11.5 millones de habitantes, hay al menos 360 mil personas forzosamente desplazadas de sus hogares y cerca de cinco millones necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir. Unas mil 200 personas han muerto asesinadas desde comienzos de este año.
Una declaración de la Caricom antes de iniciarse la reunión de este lunes había señalado que, en la búsqueda de alternativas, “si bien estamos logrando un progreso considerable, los países involucrados todavía no están donde deben estar”.
A la reunión, dirigida por el presidente de turno de la Caricom, el guyanés Irfaan Ali, asisten también enviados de los gobiernos de Canadá, México y la Unión Europea.
Este trabajo fue publicado inicialmente en IPS. Aquí puedes consultar la publicación orignal.
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