Estos días, cientos de personas acudieron a las mesas en el Zócalo de la Ciudad de México para participar en la consulta ciudadana convocada para enjuiciar a expresidentes
Texto, fotos y video: Duilio Rodríguez
En los alrededores del Zócalo capitalino, en el mero corazón de la Ciudad de México donde se encuentra el Palacio Nacional y en donde todos los presidentes del siglo pasado a la fecha han gritado vivas a los héroes que nos dieron patria, han instalado una decena de mesas; buscan recabar firmas para enjuiciar a los expresidentes que cometieron delitos en agravio de la nación.
En fechas septembrinas los edificios que rodean la Plaza de la Constitución tienen decoración tricolor para festejar la independencia de México; la fachada de la calle Ignacio Madero tiene un arreglo luminoso con focos verdes, blancos y rojos que forman la figura de doña Josefa Ortíz; y debajo de este gigantesco motivo patrio, una decena de personas esperan a que se instale la mesa que debía estar lista desde las 11 de la mañana para recibir firmas de quienes quieren que se enjuicie a los expresidentes.
En el lugar, un señor montado en su bicicleta pregunta al oficial de policía que vigila la calle, si sabe dónde se va a instalar la mesa. El policía, convencido, contesta: “Sí; aquí se han instalado todos los días, ya no deben tardar. Otra persona que está cerca, estira el cuello tratando de escuchar si habrá mesa y le pregunta al policía: “¿y usted ya votó?”. “No, con el uniforme no podemos participar”. Un curioso bicitaxista que escucha la conversación avisa a los espectadores que hay otras mesas alrededor del Zócalo, lo que provoca que la gente se movilice en su búsqueda.
Tan solo en la calle que rodea la Plaza de la Constitución del lado de la catedral metropolitana hay cuatro mesas: una frente al recinto religioso y otras tres a un costado del Palacio Nacional; y aunque cada una fue instalada por distintos grupos de ciudadanos, el objetivo de todos es recabar la mayor cantidad de firmas.
Para lograr el objetivo de la consulta se ha distribuido una papeleta que contiene la pregunta: “¿Debe garantizarse el derecho a la verdad y la justicia del pueblo de México por los hechos de corrupción en que pudieron haber incurrido los expresidentes de la República mediante las investigaciones correspondientes, salvaguardando el debido proceso y la presunción de inocencia?”. La respuesta afirmativa debe acompañarse de nombre completo, un número del Instituto Nacional Electoral (INE) y una firma para que sea válida ante la institución. La meta impuesta por el INE es 1 millón 800 mil firmantes.
A la mesa que se ubica en la calle de Seminario, junto al Palacio Nacional, llega Don Ciro Flores, que a sus 85 años se dice listo para ver por primera vez en la historia reciente de México cómo se lleva a juicio a un expresidente como Carlos Salinas de Gortari. Éste, en opinión de don Ciro, afectó a todos los mexicanos al crear nuevos impuestos, devaluar la moneda y utilizar el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) para rescatar a los bancos, convirtiendo así deuda privada en pública. El hombre está convencido de que todos “son unos rateros”, pero que principalmente “ese señor Salinas le hizo mucho daño a México”.
Los días de silencio y calles vacías en el Centro Histórico durante la cuarentena poco a poco van quedando atrás; ahora los gritos de la señora que vende tostadas se mezclan con los gritos de los taxistas y el bullicio de la gente. En otra de las mesas dispuestas por los organizadores, colocaron una bocina que repite hasta el cansancio una canción a todo volumen que suena: “que muestre la consulta la fuerza popular, que les quede bien claro quien manda en la nación, que los expresidentes se les pueda juzgar, por crímenes, por fraudes, traición y corrupción”.
Angélica, otra de las firmantes que acude a la mesa, piensa que se debe juzgar a Carlos Salinas de Gortari por ser el jefe de la mafia que encabeza a los otros expresidentes; y por ese motivo sería al que prefiere investiguen primero. Aunque también a Felipe Calderón, por tantos crímenes como el de los desaparecidos durante su sexenio y por coludirse con el narcotráfico; y a Peña Nieto por “La estafa maestra” como se conoce al fraude por medio del cual se desviaron más de 7 mil 600 millones de pesos.
En menos de 10 minutos se acercan a firmar más de 20 personas. Los ciudadanos que organizan esta mesa aseguran optimistas: de seguir así la concurrencia, terminarán el día con más de 1500 firmas. Para facilitar la recolección, Jorge de La Torre se acerca a las personas que pasan por el lugar con un bonche de papeletas invitándolos a participar. Jorge quiere ayudar a juntar la mayor cantidad de firmas; para él es muy importante que se enjuicie a Salinas como el principal responsable del desvío de recursos en Pemex durante su sexenio.
Conforme avanza el día, más gente llega al Zócalo y la afluencia de participantes en la consulta crece. Entre los que quieren firmar está Luis Alberto Pérez, un joven de 19 años que se dedica a la carpintería. Luis asegura no saber mucho de política, pero dice contundente que quiere que se castigue a Enrique Peña Nieto por lo que hizo en Texcoco al querer construir el aeropuerto.
A unos metros de distancia, dos profesoras aprovechan la gran cantidad de gente que acude a las mesas para que se suscriban a su canal de youtube (Izquierda de Nacimiento). Karina Álvarez, es maestra de preescolar y Rocío Atriano es maestra de la Escuela Pedagógica Nacional; y aunque cada una de ellas expone causas distintas, ambas profesoras coinciden en que se debe juzgar a Peña Nieto. Para Rocío, lo más grave fue la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. “ Yo soy egresada de una normal y todos los que egresamos de las escuelas rurales somos gente pensante y eso le duele al gobierno, porque siempre les protestamos ante todas sus anomalías”; para Karina se debe juzgar a Peña por el daño que le hizo a los profesores con la reforma educativa que afectó salarialmente a miles de docentes.
El cielo nublado amenazaba con llover desde temprano pero fue hasta las 12:30 que cumplió; una llovizna hizo correr a más de un transeúnte a buscar un techo. “Lluvia espanta bobos” dice Irma, una señora que viene en silla de ruedas a recolectar firmas con una bandera de México, un paraguas, y una manta que muestra la cara de Salinas, Peña y Calderón con los ojos tapados para proteger su identidad por aquello de que todavía son presuntos delincuentes.
En la explanada del Zócalo, la bandera de México ondea a media asta por los muertos que ha provocado la pandemia y frente a la catedral en la reja del recinto religioso un joven sostiene una cartulina fluorescente con la leyenda “Juicio a expresidentes”. Unos metros más adelante, bajo uno de los árboles que sobreviven en la banqueta, un grupo de activistas también recaba firmas. Aquí Diana León, que forma parte de este grupo, comienza por mencionar a Calderón por el fraude de 2006, los muertos de su guerra contra el narco y la guardería ABC.
Entre los firmantes de la jornada, destaca la participación de docentes como Grisella Yepez que es profesora de la Universidad Autónoma de México (UNAM). Ella piensa que se debe investigar y enjuiciar a Peña Nieto por haber encubierto a Calderón y por haber entregado grandes extensiones del territorio nacional a empresas extranjeras.
A la 1 de la tarde por fin la mesa de la calle de Madero está instalada, y por mucho es la más concurrida de la zona. Los voluntarios que dispusieron dos mesas reciben a la gente con careta, cubrebocas y gel antibacterial; aunque por el espacio reducido que hay en la banqueta, la sana distancia de un metro y medio que piden las autoridades sanitarias no se respeta. A pesar de que la lluvia es más fuerte, al lugar llegan comerciantes, maestras, estudiantes, amas de casa y familias completas, como la familia García compuesta por Alicia, Verónica y Gerardo que con toda seguridad quieren que enjuicien a Felipe Calderón, por crear un narcogobierno y por que quiere regresar al poder.
La recolección de firmas según aparece en el portal https://www.juicioexpresidentes.mx/ estará abierta hasta el día 13 de septiembre.
Editor y fotógrafo documental, retrato, multimedia y vídeo. Dos veces ganador del Premio Nacional de Fotografía Rostros de la Discriminación.
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