Desfile militar: entre el orgullo y el dolor

16 septiembre, 2022

CIUDAD DE MÉXICO, 16SEPTIEMBRE2022.- Se llevó a cabo el 212 Aniversario del Desfile Militar sobre Avenida Reforma. FOTO: GRACIELA LÓPEZ /CUARTOSCURO.COM

Una sensación de claroscuros se vivió durante el desfile militar, pues mientras la población agradece la intervención del ejército durante algunos desastres naturales, hay también quienes no olvidan las acusaciones de tortura, desaparición forzada y violaciones graves a los derechos humanos.

Texto: Kau Sirenio

Fotos: Cuartoscuro y Kau Sirenio

CIUDAD DE MÉXICO. – El rostro pintarrajeado de tricolor sonríe con soberbia cuando pasan a unos metros cadetes del Heroico Colegio Militar: “Arriba cadete”, suelta. La mujer de unos 70 años mira a los contingentes de Guardia Nacional, Ejército y Marina, pero no les hace el mismo gesto que al pupilo militar.

Horas antes de que inicie el tradicional desfile de la Independencia de México, la avenida Pino Suarez se convirtió en un enorme campo de batalla. Aquí llegaron todo tipo de armas de combate: Cañones de Artillería, tanques de guerra de arma blindada, unidades de Fuerzas Especiales y vehículos de combate de Infantería.

Mientras que la población civil posa con los militares para unas fotos, los cadetes del colegio naval, del aire y militar son los aclamados. En lo que los soldados se organizan, la banda de música de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) toca México Lindo.

El ejército en la mira

Antes de este desfile, una tromba le cayó a la Ejército mexicano: La detención del general de brigadier, José Rodríguez Pérez, como presunto responsable de la desaparición de los normalistas de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.

No es el único caso ni la primera vez en que están en el ojo del huracán, las denuncias al menos datan de los años 70, cuando los militares se supeditaron al mando civil de Luis Echeverría Álvarez. Desde esa década, las acusaciones en contra de elementos del Ejército mexicano por violaciones graves a los derechos humanos empezaron a visibilizarse.

Leer más

En la acera de la plancha del primer cuadro de la Ciudad de México, las gradas las ocupan los invitados especiales. Familiares de militares: oficiales, jefes y generales tienen un asiento para apreciar el desfile. Sin embargo, la población esperó hasta que los militares abrieran la plancha del zócalo para que pudieran entrar.

La parada cívica empezó así: El comandante de la columna del desfile, el general de división, Inspector y Contralor General del Ejército y Fuerza Aérea, Carlos Arturo Pancardo Escudero, pidió autorización al comandante supremo de la Fuerza Armada, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Luego apareció la bandera monumental en la descubierta de la columna del desfile. Le siguió el contingente de la Guardia Nacional, con el agrupamiento de defensa exterior y seguridad interior. Después el Ejercito mexicano, marina y escuelas militares de la Sedena y Marina.

En la columna de la Guardia Nacional desfilaron hombres y mujeres que conforman el grupo de proximidad social de esta corporación. La misma que ha estado en el debate público en las últimas semanas, y que recientemente pasó al control operativo y administrativo de la Sedena. Este hecho, aprobado en la cámara de diputados y senadores, fue a iniciativa del presidente. Ahora lo acusan de pretender militarizar el país.

Foto: Kau Sirenio

El fantasma de la Guardia Nacional y la militarización

De acuerdo al diario de los debates de la Cámara Alta, la senadora Olga Sánchez Cordero defendió la reforma. Dijo que “una eventual aprobación de este dictamen ante el pleno del Senado de la República en ningún momento puede ser entendida como un cheque en blanco. Insisto. No es un cheque en blanco para la Guardia Nacional y sus mandos estratégicos, tácticos y operativos”.

Mientras que el senador por el PAN, Julen Rementería acusó a los senadores del Movimiento de Regeneración Nacional de militarizar el país: “Pongamos un alto a la militarización del país. Esto es un error. No hay un régimen en el mundo que funcionando con una policía militar se pueda presumir de democrático”.

Mientras se discutía el dictamen, organizaciones sociales y defensores de derechos humanos protestaron en contra de la propuesta presidencial. El debate aún no terminaba, cuando la diputada Yolanda de la Torre propuso la ampliación de la presencia del Ejército mexicano en la calle.

Leer más

La propuesta fue aprobada en lo general con 335 votos a favor y 152 en contra. También se aprobó la modificación del Quinto Transitorio del decreto de creación de la Guardia Nacional que se expidió en 2019. Así que la GN desfila como el niño recién nacido, por eso el almirante Secretario de Marina Armada de México, José Rafael Ojeda Durán dijo que  la Guardia Nacional “en un futuro será una de las mejores instituciones de la patria”.

Cuando pasó el último soldado de la GN, aparecieron en el cielo aviones de combate F5 de la Fuerza Aérea Mexicana. Mientras, frente al estrado presidencial, elementos del Ejercito mexicano pasaron con el tradicional saludo militar.

La columna la encabeza la Infantería, le sigue la Caballería, Armas Blindada, Artillería, Zapadores, y Fuerzas Especiales. Muy atrás vienen contingentes de servicios, de sanidad, materiales de guerra, transmisiones, administración y policía militar.

Los que se llevan los aplausos son los de servicios médicos e intendencias. Los espectadores les lanzan loas. Estos regresan el saludos con un ligero movimiento con la mano.

El pasado les persigue

La Infantería ha estado en observación desde la guerra sucia, por la desaparición del líder social Rosendo Radilla Pacheco, en Atoyac, Guerrero. El caso de Radilla Pacheco cobra relevancia en el plano internacional, porque la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió la sentencia en contra al Estado mexicano.

De acuerdo al informe de la Comisión de Derechos Humanos (CNDH) durante la guerra sucia en Guerrero desaparecieron a más de 600 personas civiles. Muchas eran base de apoyo de Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas.

Leer más

A partir de esta sentencia, se legisló en materia castrense para que los militares que cometan delitos en contra de la población civil sean juzgados en el ámbito civil. Antes de la condena solo se les juzgaba en la jurisdicción militar.

En la columna, los militares de caballería caminan impecables, con su uniforme verde pixeliado. Otros van montado vehículos de reconocimiento. No se quedan atrás de sus compañeros, comparten mucho, hasta la violación a los derechos humanos. En 2006 un grupo de mujeres de Castaño, Coahuila denunciaron a elementos del 14 Regimiento de Caballería Motorizada con destacamento en Múzquiz, ellas dicen que las ultrajaron.

A partir de la recomendación de CIDH, el caso de los militares que ultrajaron a la mujeres en Castaño fueron juzgados en instancia civil. Hasta ahora, se sabe que hay por lo menos 60 militares condenado por justicia civil, más los 19 ordenes de aprehensión en contra de elementos del 27 Batallón de Infantería, por la desaparición forzada de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.

Hasta ahora, solo ha sido detenido el general de brigadier, José Rodríguez Pérez, quien fuera comandante del 27 de Batallón de Infantería. A él se le señala de ordenar la ejecución de seis normalistas que sobrevivieron la noche del 26 de septiembre en Iguala. En la lista de mando, falta la detención del general de división, Alejandro Saavedra Hernández.

La memoria que se esfuma

Mientras avanzan los militares hacia Campo Marte, la población aplaude y grita. Luego voltean hacia el cielo, para apreciar los vuelo de los aviones de combate como los F5, o de carga, Hércules y helicópteros.

FOTO: GRACIELA LÓPEZ /CUARTOSCURO.COM

Muy poco se acuerdan de los escándalos en el que han estado los militares. Y no es para menos, pues el rosario de las acusaciones es extensa. Desde los generales acusados de tener vinculos con el narcotrafico, como el general  José de Jesús Gutiérrez Rebollo; o los generales: Francisco Humberto Quirós Hermosillo y Mario Arturo Acosta Chaparro Escápite, ambos acusados de operación contrainsurgentes hacia la guerrilla de Lucio Cabañas. Ninguno de ellos fue procesado por participar en desapariciones forzadas, sino por sus vínculos con el narcotraficante Amado Carrillo Fuentes.

Las cornetas acompañado del tambor anuncian la entrada de los cadetes del Heroico Colegio Militar, del Colegio del Aire y Naval. Los novicios vienen con su uniforme de percha, una presentación envidiable para los demás. Tal vez sean los menos maleables de la columna del desfile.

De ahí que la población civil se fotografíe con ellos, y les aplaudan. Son los estudiantes que no han estado envueltos en escándalos, a diferencia de sus superiores, oficiales, jefes y generales.

México tiene la dos cara de la moneda. Por un lado, los militares que apoyan a la población civil en caso desastres naturales. Y también a los militares acusados por torturas, desapariciones forzadas, violaciones sexuales y vínculos con el narco.

El fin del desfile llega con la bandera nacional en el aire. Mientras que niños y mujeres suben a los carros militares para tomarse una foto con elementos del Ejército mexicano, Marina y Guardia Nacional. 

Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.