Fotógrafas mexicanas muestran desde su mirada el mundo que nos rodea. Son imágenes poderosas, donde las mujeres están detrás y frente a la lente. La selección de fotografías forma parte de la exposición colectiva “Desde Nosotras”, que se inaugurará el próximo 6 de marzo en las rejas de Chapultepec

Por Blanche Petrich / Desde Nosotras

Esta exposición de fotografías hechas por mujeres, “Desde Nosotras ”, es un reclamo fraterno. En su segunda edición –como en la primera— esta deslumbrante colección de imágenes realizadas a lo largo de cuatro décadas por tres generaciones de mujeres reclama un sitio específico en la historia de la fotografía y el fotoperiodismo mexicano.

Reclama la atención sobre un arduo oficio donde la equidad aun es una asignatura pendiente, un derecho rezagado en un medio en donde las mujeres que ejercen y se expresan con la palabra escrita hace tiempo han conquistado vastos territorios, mientras que las colegas que recorren el espectro de la información cargando sus cámaras y se expresan con imágenes siguen batallando con los muros de la exclusión de la cultura patriarcal, sean tácitos o explícitos.

Reclama el reconocimiento de una brecha real que persiste y dificulta la marcha de las mujeres fotógrafas, a pesar de las décadas transcurridas y de las batallas libradas en contra de la discriminación.  En los años sesenta y setenta, colegas como Christa Cowrie, Martha Zarak o Maritza López tenían que derribar prejuicios en las mesas de redacción y secciones de foto, donde los jefes decidían qué órdenes de trabajo eran “adecuadas” para ellas y cuáles no; qué historias les estaban vetadas porque eran demasiado peligrosas, complejas o “varoniles”; años donde, además del profesionalismo, el talento y la creatividad, ellas requerían desarrollar estrategias para salvar esos escollos.  Y lo hicieron. Son las pioneras.

Esos obstáculos no son cosa del pasado en el mundo del fotoperiodismo. Para ellas, las del lente, para las “nosotras”, autoras de estas imágenes, los muros no cayeron al mismo ritmo en el que las luchas feministas y las causas de las mujeres fueron abriendo los espacios. Cada una de estas imágenes, las más antiguas y las más recientes, entraña su pequeño secreto, su silenciosa victoria sobre un veto invisible, un gesto hostil, un rechazo mal simulado.  Y sin embargo aquí están.

Por eso, la muestra “Encuadres y miradas; desde nosotras” no está dispuesta a esperar más. Ocupa este espacio para tomar su lugar en la historia de la fotografía mexicana.  Reclama, nos reclama, unos minutos de atención y reflexión.  Aquí está el trabajo de 59 compañeras que se saltaron las trancas, que buscaron en las calles, en los ojos, en los rincones atestados y los parajes desiertos una historia propia, un mensaje, una luz para reflejar su mirada singular y única.