30 noviembre, 2023
Desde hace 76 años, cada 29 de noviembre se conmemora el día de solidaridad con el pueblo Palestino. Ahora, la marcha también es para denunciar el genocidio abierto que Israel comete contra Palestina desde el 7 de octubre
Texto: Camilo Ocampo García
Fotos: Duilio Rodríguez y María Ruiz
CIUDAD DE MÉXICO. – Con mucho esfuerzo para caminar y apoyada en un viejo bastón de madera, una señora de edad avanzada marcha sobre paseo de la Reforma, en la Ciudad de México. En sus manos lleva un mantel tejido a mano, con una sandía plasmada que representa la bandera de Palestina. En el mantel, se lee una frase: “Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá”.
Junto a ella, marchan miles de personas que gritan la misma consigna. Todas piden detener el genocidio en contra del pueblo palestino.
Cada 29 de noviembre se conmemora el día de solidaridad con el pueblo Palestino para visibilizar y exponer el incumplimiento de la resolución de partición entre Israel y Palestina, firmada en 1947 por la Asamblea General de Naciones Unidas.
Sobre Paseo de la Reforma, las personas caminan rumbo al Zócalo de la Ciudad de México. Poco a poco dejan atrás el Ángel de la Independencia, mientras la luz del sol atraviesa las banderas palestinas.
Desde los contingentes, el mensaje para el Estado mexicano es uno: “A romper a romper, relación con Israel”.
La gente, desde las banquetas, escucha atenta. Algunos asistentes reparten fanzines y folletos para concientizar a los espectadores. En ellos se leen las cifras de los asesinatos cometidos por las fuerzas de ocupación israelíes desde el 7 de octubre, cuando el genocidio revivió en Palestina.
“Franja de Gaza: más de 16 mil asesinados y más de 36 mil heridos. Cisjordania: 232 asesinados, y más de 2 mil 950 heridos”
Los datos son contundentes, y mientras avanza la marcha, el silencio comienza a apoderarse de las personas.
Algunas consignas dejan ver que del Sindicato de Trabajadores de la UNAM, el SME y otros más son la fuerza movilizadora. Sin embargo, en un momento, la caminata se vuelve una procesión silenciosa.
Emilio Jijón deja de gritar por un momento. Él, es un joven de lentes, con una chamarra verde olivo, que camina junto a los militantes del Partido Comunista Mexicano, que ondean banderas con la hoz y el martillo sobre Reforma.
Emiliano se detiente, y explica sus motivos para salir hoy a protestar:
“Soy Emiliano Jijón, y salgo a la calle a marchar en solidaridad con Palestina, ya que es necesario exigir y buscar por todos los medios que pare la masacre en contra del pueblo palestino.También, denunciar la forma en que el imperialismo y la opresión del Estado de Israel está cometiendo un crimen que está siendo ignorado por los gobiernos burgueses a nivel mundial. Pero los trabajadores, estudiantes, y personas conscientes,no lo ignoramos. Por eso salimos a las calles”.
Al igual que Emiliano, miles de jóvenes y personas de distintas edades se enfilan al Zócalo de la Ciudad.
Entre las y los manifestantes, un grupo de integrantes de la comunidad judía en México, con banderas palestinas, corea las consignas.
En sus mantas, se lee: “No en mi nombre, judíxs por palestina”. “Los niños de Gaza, no son una amenaza”. “No es una guerra, es un genocidio”
Al llegar al Zócalo, desde un templete, el pronunciamiento de las organizaciones y sindicatos convocantes fue claro: el gobierno de México debe romper relaciones diplomáticas con Israel.
Sus argumentos, además del genocidio en Palestina, los sustentan en que el Estado de Israel participó en las dictaduras en América Latina y además dotó de sistemas de espionaje a México con el programa Pegasus
Otra de las demandas fue un boictot a las empresas que se benefician del apartheid en Palestina: Mc Donalds, Burger King, Papa Johns, Seguros Axa, Coca Cola, Careful, Puma, entre otras.
Además de las empresas ya mencionadas, denunciaron que la empresa mexicana Cemex, “se enriquece hoy al tener plantas de producción en las colonia ilegales en territorio palestino, y ha proveído concreto para la construcción ilegal del muro israelí, y para los retenes ilegales en Cisjordania”.
Luego de terminar los pronunciamientos, las y los asistentes colocaron juguetes frente a palacio nacional, en honor a los niños y niñas palestinas asesinadas durante los ataques de Israel.
Mientras el templete era desmontado, las personas que asistieron regresaban a sus hogares arrastrando los pies y envueltas en las banderas que ondearon una hora antes.
Mientras tanto, el genocidio en Palestina continua.
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