6 junio, 2023
Primero eran cinco, y luego ocho los jóvenes trabajadores de un Call Center que desaparecieron en Zapopan, Jalisco. Sus familias han realizado protestas, exigiendo a la Fiscalía del estado a que investigue el caso. Acusan que durante su búsqueda han sido revictimizados y criminalizados
Texto y fotos: Leslie Zepeda / Zonadocs
JALISCO. – Todo inició con la desaparición de cinco jóvenes trabajadores de un Call Center en Zapopán, Jalisco, y una protesta el 26 de mayo. Ese día, familiares, amigas y amigos de Carlos David, Itzel Abigail, Arturo, Jesús Alfredo y Carlos Benjamín se reunieron en la Glorieta de las y los Desaparecidos de Jalisco para exigirle a las autoridades su pronta localización con vida.
En el caso de los cuatro primeros jóvenes se dejó de saber de ellos desde el 22 de mayo cuando acudieron a trabajar a un Call Center en la colonia Jardines Vallarta en Zapopan; en el caso de Carlos Benjamín, él fue desaparecido el 20 de mayo en Paseos del Sol, en el mismo municipio, pero también se confirmó que laboraba en el mismo lugar.
Las y los asistentes marcharon hasta Casa Jalisco, donde un familiar por cada joven fueron atendidos por un representante de la Fiscalía del Estado a un costado de la calle. Sin embargo, las familias afirmaron no recibir información nueva por parte del funcionario.
Pasadas las ocho de la noche acudieron al punto las y los familiares directos de las víctimas, ya que autoridades de la Fiscalía de Jalisco les citaron a las 4:30 p.m.; es decir, treinta minutos antes de la manifestación a la que públicamente convocaron.
Hasta allí, las madres, el padre y hermano de los jóvenes reclamaron el actuar de las autoridades, pues señalaron que pasaron casi cuatro horas para que les atendieran, lo que para ellas y ellos significó una estrategia para que no estuvieran presentes en la movilización.
No sólo eso, además denunciaron ante los medios de comunicación una serie de inconsistencias en las investigaciones; por ejemplo, hace falta información en la actividad del teléfono celular de Itzel Abigail.
Sobre todo, insistieron en que no ha habido ningún tipo de avance; por el contrario, les aconsejaron buscar por sus propios medios a sus familiares. Asimismo, declararon no tener acceso a su carpeta de investigación porque se las han negado.
Un día después, el 27 de mayo, al no tener noticias del paradero de estos cinco jóvenes realizaron una nueva marcha; sin embargo, a ésta se sumaron las familias de Mayra Karina y Jorge Miguel, ya que éstos dos jóvenes también fueron desaparecidos del mismo Call Center del que se llevaron a Carlos David, Itzel Abigail, Arturo y Jesús Alfredo.
La desaparición de Mayra Karina Velázquez Durán se reportó desde el 26 de mayo, pero hasta ahora se integró su caso a la investigación de la desaparición masiva ocurrida en el Call Center. Sobre ella, de forma criminalizante, la Fiscalía informó que ella había “estado relacionada con una investigación de fraude en el 2016″, por lo que se indagaba este hecho con su actual desaparición.
Sobre Jorge Miguel Moreno Morales, trabajador del mismo Call Center, la denuncia por su desaparición se presentó en Fiscalía el 27 de mayo. Su familia también denunció que la última comunicación con él ocurrió cuando notificó que había llegado a laborar a este centro de atención telefónica en la colonia Jardines Vallarta.
Como una forma de presionar a las autoridades, las familias de los jóvenes desaparecidos instalaron un campamento frente a Casa Jalisco, el cual no se moverá hasta que no se localice a sus seres queridos.
A través de un par de comunicados de prensa, la Fiscalía Especial para Personas Desaparecidas de la Fiscalía del Estado de Jalisco, ha informado que, a la fecha, han recolectado videograbaciones, testimoniales e indicios en los dos cateos que han realizado para dar con el paradero de Carlos David, Itzel Abigail, Arturo, Jesús Alfredo, Mayra Karina, Jorge Miguel y Carlos Benjamín.
Sin embargo, al tratarse de una carpeta de investigación abierta, no otorgaron más detalles sobre los cateos realizados; el primero de ellos ocurrió el 26 de mayo en el inmueble que, aseguraron en Fiscalía, era aparentemente usado para dar el servicio de Call Center en la colonia Jardines Vallarta.
En este primer operativo, obtuvieron indicios que les hacen creer que desde el lugar se realizaban “cobros de deudas a personas extranjeras y, a su vez, la venta de tiempos compartidos de hoteles”, lo cual ya indagan buscando posibles pistas.
En este primer cateo se aseguró: “mariguana, trozo de tela con mancha rojiza, cinchos de plástico, trapeador con manchas rojizas y documentos varios, así como pizarrones con anotaciones de nombres de personas de nacionalidad extranjera, anotaciones de membresías o tiempos compartidos y metas económicas a lograrse”.
Sobre las cámaras de seguridad, una de las exigencias de las familias, aclararon que ya se efectuaron revisiones de las zonas a fin de identificar cámaras de video vigilancia que pudieran apoyar en el esclarecimiento de los hechos.
De esta búsqueda señalaron que tienen 13 horas de grabaciones de cámaras privadas, así como de las que pertenecen al C5; sin embargo, aún están en análisis.
El segundo cateo ocurrió el medio día del 28 de mayo en inmueble ubicado en la calle Johannes Brahm, de la colonia La Estancia en Zapopan.
En su interior, precisa la Fiscalía, fueron asegurados: “documentos varios consistentes en listados de nombres y datos de contacto, pizarrones con nombres de personas extranjeras y metas económicas; una bolsa con vegetal verde, así como un vaso de plástico también con vegetal verde, una máquina para contar billetes; discos duros y memoria USB, equipos de cómputo que en su mayoría presentaban ausencia del CPU, cables trozados, un RACK sin el equipo propio para almacenar información, diversas identificaciones, tarjetas departamentales, así como anotaciones de diálogos prediseñados en inglés para hacer abordaje telefónico a personas extranjeras”.
Sobre ello, reiteró la Fiscalía, están trabajando para que tras el análisis de todos estos indicios se puedan tener pistas para localizar a los hermanos Itzel Abigail y Carlos David así como de Carlos Benjamín, Arturo, Jesús Alfredo, Mayra Karina y Jorge Miguel.
En relación al primer inmueble en la colonia Jardines Vallarta, se informó que le dueño de la casa que operaba como Call Center es Francisco Javier ‘N’, dueño de la finca, mismo que arrendaba el inmueble desde noviembre de 2022, a través de una Consultoría Jurídica representada por el abogado César Javier ‘N’, a quien se le relaciona con dos investigaciones por fraude en 2014 y 2015.
Finalmente, dijeron que no pueden descartar en la desaparición de los jóvenes la intervención del crimen organizado, pues el día de los hechos (22 de mayo), algunos testigos presenciales señalan que al lugar llegaron sujetos armados en varios vehículos; sin embargo, nada de esta información ha permitido la localización de Itzel Abigail y Carlos David,Arturo, Jesús Alfredo, Mayra Karina, Jorge Miguel y Carlos Benjamín.
Días más tarde, el 30 de mayo, la Secretaria de Seguridad Federal, Rosa Icela Rodríguez, en la mañanera, precisó que basada en el intercambio de información con el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, la desaparición de los jóvenes podría estar relacionada con la comisión de delitos federales, como el fraude y la extorsión:
“Los primeros indicios (apuntan a que) se trata de personas que estaban realizando algún tipo de fraudes inmobiliarios y algún tipo de extorsiones telefónicas de acuerdo al seguimiento de las primeras investigaciones”, afirmó la secretaria.
Esta información, sin embargo, no se otorgó de manera previa a las familias hasta que éstas se enteraron por los medios de comunicación; por ello, hicieron un llamado enérgico para que “no se criminalicé a los jóvenes desaparecidos, pues éstos son víctimas, no criminales”.
A través de un comunicado de prensa, la Fiscalía Especial en Personas Desaparecidas informó que recibió una denuncia por la desaparición de Juan Antonio, a quien se le vio por última vez el 22 de mayo cuando se dirigía a trabajar en Zapopan.
La información dada por sus familiares, aclara la autoridad, indica que su desaparición: “podría estar relacionada con la investigación por desaparición de los siete jóvenes empleados de un call center”.
Su desaparición, entonces, se sumaría a la de Itzel Abigail y Carlos David, así como de Carlos Benjamín, Arturo, Jesús Alfredo, Mayra Karina, Jorge Miguel y de Juan Antonio.
Respecto a las últimas indagatorias del caso, la Fiscalía del Jalisco reportó el hallazgo de 45 bolsas con restos humanos en una barranca de la colonia Mirador Escondido en Zapopan.
Sobre ello, el Fiscalía general, Luis Joaquín Méndez Ruiz, precisó que se analizarán para corroborar o descartar que se trate a los de los jóvenes desaparecidos:
“Que se tome en consideración que no se puede confirmar en estos momentos lo que ha venido corriendo en algunos medios o se ha publicado en algunas redes de que se trata de las personas desaparecidas en las fincas de La Estancia y Jardines Vallarta, pero la localización de los indicios y de los cuerpos es con motivo del operativo de estos muchachos”.
Sin embargo, mediante un comunicado de prensa difundido la noche de 1 de junio, la Fiscalía informó que existían concordancias físicas entre algunos de los restos localizados y cinco de los jóvenes desaparecidos; sin embargo, se precisó que todo se confirmaría tras los resultados que entreguen en esto días el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
Esta información, a diferencias de las primera indagatorias, se les informó a las familias antes que a los medios de comunicación.
El pasado dos de junio los familiares de los ocho jóvenes volvieron a salir a las calles.
Ese día, las familias denunciaron que laFiscalía no les ha dado pruebas contundente para creer la versión que han informado a los medios de comunicación.
“No creemos en la versión de Fiscalía, pues no nos han dado pruebas contundentes”, señalaron.
Alicia Cuevas, madre de Carlos Benjamín García Cuevas, denunció que los pocos avances en las carpetas de investigación no son notificados directamente a las familias, sino que se enteran de todo a través de los medios de comunicación.
En ese sentido, negó la afirmación que recientemente dio a conocer la Fiscalía de Jalisco donde, sin resultados forenses positivos, afirmó que los restos encontrados en la fosa clandestina de la barranca del Mirador Escondido coinciden con las características físicas de, al menos, cinco de los ocho jóvenes.
Como familias señalan que no creen en esta versión porque no les han dado pruebas para comprobar lo que ya dio por hecho el Fiscal General, Luis Joaquín Méndez; por ello, continúan manifestándose para presionar a las autoridades para que los encuentren con vida.
Este trabajo fue publicado originalmente en ZONA DOCS, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Puedes consultar aquí la publicación original
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