13 abril, 2020
El acuerdo con empresarios de salud, que se formalizó este lunes en Palacio Nacional, permitirá que se atiendan partos, apendicitis y otras enfermedades que no sean covid-19 en nosocomios privados. Con esta medida, el gobierno federal busca reducir la presión sobre la infraestructura hospitalaria del sector público en la fase más crítica de la pandemia
Texto: Daniela Pastrana
Foto: Presidencia
No hubo preguntas. Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ya había adelantado en la víspera el contenido de la alianza con hospitales privados para enfrenar la etapa más crítica de la pandemia de covid-19, la formalidad del “acuerdo histórico”, con la presencia de los presidentes de las asociaciones de hospitales, limitó el acceso a medios a la conferencia presidencial y restringió el espacio para cuestionamientos.
La presentación de la estrategia “Todos unidos contra el coronavirus” duró apenas una hora y fue dirigida por el canciller Marcelo Ebrard, artífice del acuerdo.
“Recibimos instrucciones del presidente de organizar un esfuerzo, coadyuvar un esfuerzo que encabeza la Secretaría de Salud (…) En esencia es integrarnos en un solo Sistema Nacional de Salud con el fin de hacer frente a esta contingencia”, dijo Ebrard, al destacar lo inédito de la iniciativa que permitirá poner a disposición del sector público el 50 por ciento de las camas disponibles de los hospitales privados.
“Que yo sepa, nunca se había hecho algo así”, insistió.
El sistema nacional incluye a las secretarías de Salud, la Defensa Nacional, la Marina, Insabi, IMSS, Issste, Pemex y dos asociaciones de hospitales privados -la Asociación Nacional de Hospitales Privados que preside Manuel González y el Consorcio Mexicano de Hospitales que liderea Olegario Vázquez Aldir- así como “aquellas clínicas y hospitales que deseen adherirse a este convenio”.
Durante un mes, del 23 de abril al 23 de mayo, el sector privado pondrá a disposición del gobierno 3 mil 115 camas de hospitales para atender con pacientes que no sean de covid-19 y que normalmente lo harían en alguna institución pública.
Eso permitirá liberar espacio en los hospitales del IMSS, ISSSTE, Pemex, Insabi, Marina y Sedena, los cuales podrán atender, de acuerdo con los cálculos de las autoridades, hasta 12 mil 500 pacientes de covid-19.
“Esto es como si se construyera en una semana una parte muy importante de la infraestructura, como si hiciéramos en una semana varios hospitales”, dijo Ebrard.
Mario González Ulloa, presidente de la Asociación Nacional de Hospitales Privados, explicó que los integrantes de ambas asociaciones seguirán atendiendo a sus pacientes con “todo tipo de padecimientos, incluyendo covid-19”.
Aseguró que atender la emergencia sanitaria en México requiere de un trabajo multisectorial, que implica esfuerzos, recursos, infraestructura, equipo médico y capital humano, así como el compromiso tanto del gobierno, como del sector privado y de la sociedad.
Por eso, buscarán sumar a un mayor número de instituciones a este esfuerzo, que hasta ahora incluye la participación de 146 hospitales privados en 27 estados del país.
Los hospitales que ya están son: el Centro Médico ABC, campus Observatorio, los hospitales Ángeles, el Grupo Dalinde, San Ángel Inn, el Hospital de la Beneficencia Española, los hospitales Christus Muguerza, los hospitales MAC, los hospitales San Javier, los hospitales Star Médica, el hospital Médica Sur, Grupo Torre Médica, la Clínica del Noroeste, el hospital CEMAIN, el hospital D´María, el hospital Ginequito.
Podrán atender partos, cesáreas, apendicitis, hernias complicadas, úlceras gástricas y duodenales, endoscopías y algunas urgencias abdominales.
“Los hospitales del sector privado han aceptado también de manera inédita percibir una tarifa por estos servicios idéntica a la que perciben el IMSS y el Issste”, explicó Ebrard.
“Esto significa un compromiso muy relevante en favor de esta estrategia. Significa también que los derechohabientes del Seguro Social o aquellos que se atienden en el Insabi, en el Issste, en Defensa o en Marina que estén en este programa no tendrán que pagar, ni estudios ni tratamientos, lo harán las instituciones”.
A partir de este martes 14, dijo, estarán disponibles las líneas telefónicas de las instituciones para que estos pacientes puedan consultar sobre los hospitales en los que puedan ser atendidos.
En la explicación hay un matiz importante: Los hospitales privados darán el servicio sin fines de lucro, pero no gratis. Cobrarán al gobierno por el servicio la misma tarifa que cobra el sector público de salud.
«Nos van a cobrar el mínimo, no va a haber ganancias ni utilidades. Esto lo agradezco a los miembros de las asociaciones», dijo el presidente López Obrador, tras reconocer el gesto de los empresarios en un momento de crisis.
«Esta medida adiciona apoyos y recursos. Es un acto de solidaridad muy importante del sector privado en estos momentos», dijo.
También aseguró que el gobierno informará el gasto que implique esta atención. Aunque el problema no es de recursos, aclaró. Pues gracias a la austeridad del ejercicio de los recursos hay dinero para enfrentar la pandemia.
«Estamos trabajando para que no nos rebase la epidemia (…) Tenemos en caja, solo para atender esta emergencia 40 mil millones de pesos. No nos van a faltar los recursos ni los equipos (…)», dijo el mandatario.
El viernes 28 de marzo se publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación , el cual establece que el gobierno federal puede utilizar como elementos auxiliares todos los recursos médicos y de asistencia social de los sectores público, social y privado existentes en las regiones afectadas por el covid-19 y en las colindantes.
La creación del Sistema Nacional de Salud, con una tarifa común entre el sector público y privado, permitirá contar con 3 mil 115 camas, que “si lo ven en camas-día son más de 93 mil”, dijo Ebrard.
Nunca había habido algo así, dice el canciller. Pero tampoco había habido una pandemia de estas características.
De acuerdo con el informe semanal de la Dirección General de Epidemiológía, durante la temporada estacional, que va de octubre de 2019 a mayo de 2020, se estiman 234 mil casos de influenza acumulados al corte de la semana 13 (marzo), con una letalidad acumulada de 0.033 por ciento.
En el corte de la semana 15, se han registrado 337 defunciones por enfermedades respiratorias que monitorea el gobierno distintas al covid-19. Y apenas el domingo, en la conferencia diaria de salud, las autoridades explicaron que la influenza está bajando, igual que el resto de enfermedades respiratorias estacionales.
En cambio, por el coronavirus habían fallecido 296 personas hasta el 12 de abril y apenas va para arriba la curva de contagios.
Las autoridades sanitarias han calculado que la cifra de personas que podrían necesitar hospitalización llegaría a casi 250 mil personas. Pero el sistema de salud en México tiene actualmente 121 mil 435 camas. Eso sin contar el déficit en equipo y personal médico.
El secretario de Salud, Jorge Alcocer, explicó que el sistema ha tenido cambios muy rápidos para responder a la emergencia sanitaria del coronavirus, pero aún no es suficiente.
“Es claro que todavía falta tiempo y la parte más difícil de la epidemia está por llegar, por lo cual es necesario evitar la saturación de hospitales y la lamentable pérdida de vidas humanas por esta causa”, dijo.
El médico ha explicado en varias ocasiones que además de covid-19 el sistema tiene que mantener la atención a problemas de salud ordinarios, “en estos tiempos extraordinarios”, con un déficit importante en la infraestructura hospitalaria.
Por eso, en las semanas que vienen, además de los servicios que darán los hospitales privados, otras instituciones públicas especializadas en atención pediátrica y obstetricia, ginecobstetricia o maternal infantil seguirán atendiendo partos, embarazos, puerperios y cesáreas.
“En estos momentos de emergencia sanitaria los mexicanos y las mexicanas necesitan tener tranquilidad, confianza y seguridad de que el gobierno seguirá cuidando su salud y el bienestar de todas y todos, por lo cual se hace este esfuerzo adicional (con los hospitales privados)”, dijo Alcocer, pero advirtió: “Aquí estamos, seguiremos cuidando tu salud. Vamos bien, estamos preparados, solo te pedimos, recomendamos, quédate en casa”.
Quería ser exploradora y conocer el mundo, pero conoció el periodismo y prefirió tratar de entender a las sociedades humanas. Dirigió seis años la Red de Periodistas de a Pie, y fundó Pie de Página, un medio digital que busca cambiar la narrativa del terror instalada en la prensa mexicana. Siempre tiene más dudas que respuestas.
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