En Ciudad del Carmen no suelen ocurrir ni manifestaciones o movilizaciones. Pero esta semana ha sido la diferencia: el Sindicato Único de trabajadores de la universidad paró actividades, y ahora, los estudiantes decidieron organizarse también.
Lydiette Carrión
Desde hace tres quincenas, casi cuatro, los jubilados sindicalizados de la Universidad Autónoma del Carmen, UNACAR, en Ciudad del Carmen, Campeche. A esto se sumó evidencia de malos manejos y posibles desfalcos al presupuesto de la universidad. Así que jubilados y trabajadores en activo decidieron tomar las instalaciones de la universidad el lunes pasado.
Ahora están en paro.
Las demandas son muy simples: que se pague a los jubilados y se respete el contrato colectivo de trabajo. Ha habido, acusan profesores, manejos raros respecto a un fideicomiso de jubilación. En particular, acusan que ha desaparecido también el dinero descontado a los trabajadores activos cada quincena, destinado al fondo de jubilación.
Se trata de una universidad con matrícula relativamente pequeña. Según los datos oficiales, atiende a poco más de 9 mil estudiantes: 2,300 de bachillerato; 6,700 de licenciatura, y poco menos de cien estudiantes en posgrados.
Que algo ocurra en Campeche, que algún grupo proteste o se movilice en esa región, es inédito. Más aún el contagio entre diversos grupos. Pero en este caso la protesta inició en los jubilados y pasó a los trabajadores en activo, y de ahí a los estudiantes. Estos últimos decidieron apoyar las demandas y agregaron algo más: años atrás existía una federación de estudiantes en esta universidad, que transmitía las necesidades y los puntos de vista del estudiantado. Ahora buscan reconstruirla.
A continuación la denuncia de una trabajadora:
“Las autoridades universitarias dicen que la ahora extesorera robó 56 millones de pesos y que no hay dinero, aunque luego dicen en comunicados sin firma que sí hay para pagarnos a los trabajadores activos. Pero en el sindicato se habla de un desfalco no sólo por 56 sino por cerca de 2 mil 500 millones de pesos ya que adeudan pagos al IMSS, INFONAVIT, jubilados y proveedores, entre otros”.
Este robo al erario público y a las y los trabajadores de la universidad estaría vinculado a la llamada “Estafa Maestra”, en la que se destapó un desfalco a universidades por medio de contratos con empresas fantasma.
Desde 2020, hay señalamientos contra el rector, José Antonio Ruz Hernández. Su administración fue responsable de dar contratos a constructores y prestadores de servicio que fueron irregulares. Por medio de los cuales los recursos habrían sido usados para financiar de forma ilegal campañas en Campeche y en varios estados.
Pero aunque el problema ha sido la corrupción de autoridades, el hostigamiento ha ido en contra de los sindicalizados:
“Tanto estudiantes como docentes hemos sido presionados, amenazados con reprobarlos en clase si no entran a las clases virtuales; los docentes hemos sido amenazados con aplicarnos sanciones por no impartir clases”.
Hace unos días, el Consejo Universitario sacó un comunicado condenando la “toma ilegal de las instalaciones universitarias”, por parte del sindicato. Y aseguró que durante el 2020 y 2021, la institución aportó más de 31 millones de pesos adicionales al fondo de pensiones; el cual desde 2016 fue única y exclusivamente para cubrir la nómina de los jubilados y pensionados.
Lydiette Carrión Soy periodista. Si no lo fuera,me gustaría recorrer bosques reales e imaginarios. Me interesan las historias que cambian a quien las vive y a quien las lee. Autora de “La fosa de agua” (debate 2018).
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