Después de 12 días de negociaciones entre 197 países, la cumbre climática llegó a su fin sin los resultados esperados. Desde falta de metas claras para eliminar el carbón a fondos insuficientes para paliar los efectos de la emergencia
Texto: Arturo Contreras Camero e Ignacio de Alba
Foto: Canal de Youtube del Ministro Simon Kofe
CIUDAD DE MÉXICO.- La 26 Conferencia de Partes de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) inició el 1 de noviembre. Oficialmente inició un día antes, pero los mandatarios de los 20 países más ricos no llegaron a tiempo por atender la reunión del G20, en Roma, por lo que un día después, los mensajes de apertura llenaron la plenaria de cumbre. Desde ese día se supo que la meta era muy alta, como dijo Alok Sharma, el presidente de la cumbre “queremos que esta sea la cumbre de la ambición”.
Ese mismo día, la primera ministro de Barbados, Mia Mottley, hizo un llamado a las naciones más ricas del mundo para pedir que no dejaran solas a las naciones más vulnerables, como la suya, ante los azares del clima, a meteoros cataclísmicos que amenazan con borrarlos del mapa.
“Aquí les pregunto, qué les debemos decir a las personas que están en la línea frontal del Caribe, África y el Pacífico, cuando la ambición y algunas de las necesidades frontales, están ausentes?”, dijo frente a casi 200 líderes mundiales.
El reto, pareciera, fue demasiado grande.
Aquí reunimos algunos de los puntos más importantes sucedidos durante estas dos semanas.
Después de que en 2020 la cumbre fue suspendida por la pandemia de covid-19, los gobiernos de Reino Unido, en ayuda con Italia, fueron los responsables de organizar un evento para 25 mil personas en la pequeña ciudad de Glasgow, Escocia . Pero los requisitos impuestos por el gobierno británico terminaron por excluir a buena parte de los participantes, la mayoría provenientes de países en desarrollo.
Entre las razones estuvieron los precios estratosféricos que alcanzaron los vuelos y las estancias en Escocia, en algunos casos hasta diez veces más caras de lo que cuestan normalmente. También las cuarentenas y hasta el tipo de vacunas excluyeron a los participantes, pues Reino Unido no reconoce como válidas vacunas como Cansino, Sputnik o Moderna. El cupo para el evento estuvo limitado y al final, sólo las delegaciones más adineradas consiguieron pases con facilidad. Desde el inicio “la COP de la exclusión” fue criticada por sus espacios poco democráticos.
Justo cuando la cumbre llegó a la mitad de sus eventos, una marcha convocada por activistas y ciudadanos logró plantar cara a los gobiernos y empresas que apenas y han dado cuentas a los ciudadanos sobre el cambio climático. A pesar de que en las actividades oficiales de Naciones Unidas se congregaron a personalidades mundiales, las calles de Glasgow fueron el centro de atención.
Si a la COP26 se le ha considerado la cumbre climática más excluyente de la historia, la manifestación que se llevó a cabo este sábado por las calles de Glasgow fue una de las más diversas. Unas 100 mil personas, con una pluralidad de demandas, tomaron la ciudad.
El documento de acuerdos firmado este sábado incluye vicios legales que permiten a algunas naciones reportar acciones de mitigación de manera doble. Según un boletín de la organización Periodistas por el Planeta, que dio seguimiento a las negociaciones de esta cumbre, esto echaría por tierra algunos de los postulados del Acuerdo de París.
Las acciones de mitigación son iniciativas de países o empresas que contrarrestan la emisión de gases de efecto invernadero, como reforestar, promover la eficiencia energética o instalar energías renovables.Un ejemplo es algo que ya sucedió entre el gobierno de Dinamarca y la empresa petrolera Shell, contó una integrante de Greenpeace a Pie de Página.
El gobierno danés entregó recursos a la empresa para un programa de reforestación. La empresa reportó el programa como una acción en favor de la preservación ambiental, mientras que el gobierno, al haber entregado el dinero, también reportó las acciones para liberar espacio en sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Otro de los grandes hitos de esta COP fue el acuerdo firmado por más de 40 países para terminar con el uso del carbón para generar energía, entre ellos la India, donde mucha de la energía producida viene de este fósil. Sin embargo, en este acuerdo no se incluyó un plan para terminar con el uso de otros hidrocarburos como el petróleo o el gas.
Tampoco fue firmado por países como Australia, que depende mucho del carbón, o como México, en donde a pesar de que hay menor dependencia, sigue siendo muy usado en las regiones del norte del país.
Además de este acuerdo, Costa Rica y Dinamarca, apoyados por Francia, promovieron un frente para terminar con el uso de todos los combustibles fósiles en la generación de energía en sus territorios en los siguientes años. A la iniciativa se sumó Islandia, sin embargo, a este frente le falta el impulso de grandes potencias mundiales.
Desde 2009 se pusieron sobre la mesa los temas de la adaptación (la forma en que los países más afectados por el Cambio Climático logran crear estrategias para sobrevivir a él) y de las pérdidas y daños (cómo los países más desarrollados pagan a los menos desarrollados los efectos negativos del Cambio Climático). En esta COP tampoco se alcanzó un acuerdo sobre esos temas.
La propuesta de 2009 fue crear un fondo internacional para lograr que los países más desarrollados hagan un fondo 100 mil millones de dólares para estos dos temas así como para el de mitigación, sin embargo, el fondo no se ha completado. Durante las reuniones de Glasgow muchos países duplicaron el dinero que destinan al fondo, Estados Unidos incluso lo triplicó. Pero nada de eso fue suficiente. Y la única novedad fue que se incorporará a los bancos en la captación de fondos.
Para determinar la forma en que los países pobres pueden hacerse de estos recursos se creó la Red de Chile, a la cuál apenas se acordaron algunas de las reglas bajo las que va a operar, pero se necesita mucho más trabajo al respecto. Poco se habla de cómo entregar el dinero y los esfuerzos se centran en brindar consejos técnicos de los países ricos a los pobres sobre cómo se deberían adaptar.
Los dos países que más gases de efecto invernadero generan en el planeta anunciaron un acuerdo bilateral para mantener a raya el calentamiento climático, aunque el contenido del acuerdo no se ha dado a conocer. Se espera que la próxima semana Joe Biden y Xi Jiping, mandatarios de ambas naciones, sostienen una reunión virtual.
El anuncio cayó como un balde de agua fría en las negociaciones de la COP 26, que desde dos días antes habían sido calificadas de no cumplir con las metas establecidas de mantener el calentamiento del planeta dentro de los 1.5 grados para final de siglo.
“¿Ustedes a quién piensan que van le va a creer la sociedad, a los delegados, a las empresas que no entregaron los resultados debidos o a la juventud que ha estado protestando fuera, a los pueblos indígenas que no dejaron pasar, a las organizaciones civiles que levantaron la voz para reclamar resultados?”, cuestionó al final de la COP Tasneem Essop, directora ejecutiva de la Red de Acción Climática, o la CAN, por sus siglas en inglés.
La credibilidad, según dijo Alok Sharma, el presidente de la COP 26, iba a ser el distintivo de esta conferencia, por los resultados que esperaba obtener. Desde hace muchos años, este tipo de conferencias no han dado los resultados esperados, por lo que cada vez la gente cree menos en ella.
Para muestra la declaración de la activista-estrella, Gretha Thunberg: “Ahí dentro, solo hay bla bla bla”.
Los acuerdos alcanzados no llenan las expectativas, y la credibilidad prometida tampoco se alcanzó.
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