La agresión ha sido calificada por Sarah Domínguez, de Foro Cuir, como un acto de odio hacia la comunidad Lgbt+ de Cancún.
Texto y fotos: Ricardo Hernández
CANCÚN. – Sarah Domínguez había tenido días difíciles, pesados en el ámbito personal y laboral, pero el jueves pasado tuvo por fin momentos felices, pues había gestionado y conseguido que la artista e ilustradora Maremoto hiciera un mural en un parque público del centro de Cancún, por años abandonado, pero que han recuperado de a poco, con el objetivo de hacer de él un espacio seguro para la comunidad LGBT+.
“Yo estaba muy, muy contenta con el trabajo que habíamos realizado, la convivencia que se había generado. Y al día siguiente, mientras yo estaba en el trabajo, platicándoles a mis compañeras de lo bonito que había sido la dinámica, me llegó un mensaje de Nadia Fabela, una compañera de Foro Cuir, donde me preguntaba ‘¿Ya viste lo que pasó?’, rememora Sarah, cofundadora de dicha organización.
Lo que pasó es que el mural de Maremoto, cuyo propósito era visibilizar a la comunidad LGBT+, fue dañado a unas cuantas horas de que lo hubieran terminado. Alguien arrojó pintura azul, una, dos, cuatro veces, para tapar la imagen, las firmas de Maremoto, Foro Cuir y Casa Nawala, quien auspició el trabajo artístico.
Donde había un dibujo de cuatro personas de la diversidad, fundidas en un abrazo queer, en medio de un jardín, floreciendo, ahora hay burdas manchas de pintura.
“Cuando vi las fotos del mural dañado me dio un ataque de pánico”, prosigue Sarah.
El miedo volvía a Sarah, una mujer trans que no se identificó como tal sino hasta después de los 20 años, que no “salió del clóset” antes por miedo a lo que la sociedad pudiera decir, por miedo al rechazo de sus amigos, de su familia, y porque nunca encontró algún lugar donde hubiera alguien más como ella, porque para para ellos, ellas y elles, las lesbianas, los trans, los gays, los bisexuales, es hasta peligroso manifestarse en público.
Justo por eso Sarah se había empeñado en recuperar aquel parque público, ubicado sobre la calle Alacranes, en plena zona fundacional de Cancún, a un costado del emblemático Parque de las Palapas, pues su intención es convertirlo en un espacio donde la comunidad LGBT+ pueda reunirse, convivir, platicar… existir, sin temores.
“Me refuerza el miedo que tengo, me da miedo que esto evolucione a otra cosa, que nos quieran ahora hacer daño físicamente. Es un miedo constante que no es infundado, sino que se basa en que lo hemos visto en muchas otras ciudades, que empieza con una cosita y de pronto escala a un montón de actos violentos”, dice Sarah.
De acuerdo con datos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Quintana Roo (Cdhqroo) cerca de 40 personas han sido asesinadas “en los últimos años” por su orientación sexual, identidad o expresión de género.
Apenas en 2021 un joven gay fue torturado, quemado y después asesinado tras haber mencionado que era VIH-seropositivo.
Casa Diseño Nawala es uno de los pocos espacios culturales que hay en Cancún, gestionado por Pixie Delgado, quien organizó la tercera edición del Women in Art & Design Week, la cual inició este 3 de marzo.
Entre las artistas invitadas estaba Mariana Lorenzo, a quien sus amigos le dicen Mar, pero que es mejor conocida como Maremoto, una de las ilustradoras con mayor presencia en la escena. Estaría en Cancún para participar en el evento y dar talleres de dibujo.
Desde que Sarah se enteró de que Maremoto venía a Cancún hizo gestiones para que aceptara pintar un mural. Ella aceptó y acordaron hacer uno en el espacio que Foro Cuir ha renombrado como “Parque del Orgullo LGBT+”.
“Algo que me gusta mucho son los jardines y esta idea de florecer. Entonces, para este mural quería hacer un jardín en el que se representara a varias personas en un abrazo queer. Va un poquito de eso, de llegar a ese lugar donde eres bienvenida, encontrar a tu familia elegida, de encontrar a personas que te celebran, te respetan y te abrazan, te contienen. Entonces, justo quería que se sintiera como un abracito”, dice Maremoto en entrevista.
El dibujo tenía cuatro figuras humanas. La de la izquierda, de color rosa, argollas en la oreja, de piel color durazno y con una mastectomía. La segunda es morada y está toda tatuada, la tercera es de piel morena y lleva los ojos maquillados, que abraza a una cuarta, rosita, de pelo lila y largo , con unos refinados bigotes y que reposa en su hombro.
“Cuando hago las ilustraciones quiero que queden también a la libre interpretación, tampoco quiero que digan que ‘es una persona tal porque se ve así’, porque no puedes saber realmente la identidad de nadie por cómo se ve, pero sí me interesaba incluir esto como tatuajes, diversidad de cuerpo, distintas formas de piel y así”, continúa la artista, quien ha trabajado con clientes como Nike, Spotify, Bimba y Lola, Elle Magazine, Ben and Frank y Premio Maguey.
Sarah eligió una de las paredes del parque, que estaba derruida y que tenía rastros de que alguna vez tuvo un graffiti. Sarah entonces decidió preguntar por todos lados para saber quién había pintado antes ahí, para consultarlo y pedirle permiso de pintar sobre él un nuevo mural.
“Sarah se tomó el tiempo de investigar quién había pintado antes ahí. Fue difícil porque ya estaba deteriorado, no se veía la firma, pero lo encontró, pidió permiso y le dieron luz verde”, comenta la ilustradora.
Maremoto, que no le gusta la idea de llegar a un lugar que no conoce para colonizarlo con murales y luego abandonarlo, propuso lanzar una convocatoria para que cualquiera pudiera ir y brindar ayuda.
Ella aterrizó en Cancún el 1 de marzo y ese mismo día por la noche fue al lugar para hacer los trazos necesarios, sobre la pared que los de Foro Cuir antes ya habían repellado para que pudiera hacerse el mural.
Al día siguiente llegaron una veintena de personas para ayudar a cargar botes de pintura, colorear y, lo más importante, a platicar y compartir sentires, según recuerda Maremoto.
“Se dejó caer la banda muy chido, hasta el punto de que ya no cabíamos. Fue muy chido conectar a través de una meta en común. A veces es difícil conectar con otras personas, a veces no sabemos cómo hacer amigos, y pues pudimos convivir”, dijo.
La idea es que iban a presentar el resultado el 4 de marzo en el Women in Art & Design Week, pero ante el acto de Lgbt-fobia, decidieron improvisar una charla donde dieron a conocer los pormenores.
“Sepan que si dañan el mural mil veces, lo pintaremos mil y una vez”, dijo Sarah entre aplausos.
El Parque del Orgullo Lgbt+ forma parte de la zona fundacional de Cancún. Durante años ha estado sin intervención gubernamental.
Un buen día de 2021, Sarah y los demás miembros de Foro Cuir decidieron reunirse ahí y disfrutar de la tarde. Lo que empezó como reuniones casuales se convirtió en una actividad militante con miras a crear un espacio de convivencia, recreación y hasta politización de la comunidad de la diversidad sexual.
Ahí han organizado talleres de danza vogue, charlas sobre derechos sexuales y reproductivos, colectas de víveres para migrantes y demás actividades.
Sarah, que nunca tuvo en su infancia o adolescencia un lugar así en el cual expresarse libremente, comenta que es importante que la comunidad Lgbt+ salga y tome los espacios públicos, porque “lo que no se ve no existe”.
En Cancún, dice, es verdad que hay centros nocturnos para la comunidad Lgbt+, que han tenido un peso importante en la propia historia de la ciudad, pero no hay otro tipo de espacios.
“La vida nocturna es importante y ha sido muy importante para el movimiento Lgbtq+, pero sabemos que no solamente es eso; sabemos que a lo mejor hay personas de la comunidad que no beben, que trabajan de noche y no pueden ir, que quieren salir de día y no de noche, porque esos espacios se vuelven muy speakeasy, donde vas a ser tú misma en la noche, en la oscuridad. No, aquí se trata de hacernos visibles en espacios públicos, que son didácticos, familiares, donde mamás y papás queer puedan salir con sus hijos a pasear tranquilamente”, dice Sarah.
Una de las primeras cosas que hicieron en la intervención del parque fue pintar una bandera del orgullo trans, que en junio fue vandalizada; le vertieron pintura para taparla. Esa fue la primera vez que fueron agredidos. Sin embargo, en los días siguientes, Foro Cuir volvió a pintarla. Y había permanecido así hasta este 2 de marzo pasado, que también fue dañada junto con el mural.
Sarah asegura que volverán a arreglarla y que el mural renacerá, pero convoca a la sociedad a acuerparlos para no sentir que están solos y vulnerables.
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