Por falta de recursos económicos muchas personas se han visto en la necesidad de abandonar su tratamiento psicológico o psiquiátrico. Primera entrega
Alexandra Figueroa / Revista Espejo
Foto: Elina Krima / Pexels
SINALOA.- La salud mental es un problema que poco a poco ha ganado relevancia para la sociedad y paulatinamente se ha ido eliminando el tabú a su alrededor. Hoy en día es más fácil para una persona el reconocer cuando necesita ayuda de un especialista.
Sin embargo, el buscar no significa encontrar. Es decir, aunque se admita la necesidad de sanar algunos problemas emocionales o mentales, para mucha gente el costo de acceder a este punto de bienestar es inaccesible o trae consigo dificultades económicas.
Tal es el caso de César, un joven de 31 años. A principios del 2021 decidió buscar ayuda psicológica porque sentía que necesitaba ordenar su vida para avanzar en proyectos personales, relaciones y trabajo. Dijo que a los 24 años comenzó a tratarse por hipertensión, la cual considera está ligada al estrés laboral.
“Siempre he sufrido de ansiedad, recuerdo que desde la secundaria o quizá primaria de repente tenía sueños muy desesperantes que me hacían despertar y patalear en mi cama; también recuerdo noches de insomnio en las que no podía dormir pensando quien sabe que cosas y que incluso me llegué a asustar porque se me aceleraba mucho el corazón. Pero por miedo, desinformación o desconocimiento nunca me atendí a pesar de, considero, necesitarlo desde mi adolescencia“, explicó.
Reconoció que debido al encierro de la pandemia y algunas cuestiones personales tomó la decisión en 2020 de iniciar terapia, pero fue hasta este 2021 cuando realmente acudió a su primera consulta.
Puntualizó que al comienzo de la pandemia por covid-19 en 2020 comenzó a ir al Hospital Civil a recibir atención, ahí obtuvo solo dos sesiones porque el hospital cerró para atender solamente a personas con coronavirus. Por ello, tuvo que asistir con un conocido que es psicólogo que le cobró la consulta a 350 pesos por sesión.
“Pero aquí me gustaría comentar que, en lo personal, considero que tanto empresas como gobierno y sector educativo deberían atender con mucho más ahínco temas como la salud mental, la inteligencia emocional y la convivencia armónica”, dijo.
Lamentablemente, César se vio en la necesidad de abandonar la terapia ya que comenzó a arrastrar dificultades económicas.
“En este momento sigo arrastrando dificultades monetarias por la compra de un auto y decidí pausar la terapia psicológica por el momento, aunque siento que la necesito y tengo varios temas específicos que quisiera comentar o tratar con mi psicólogo”, mencionó.
Según la secretaria de Salud de Sinaloa las principales demandas de consulta de primera vez son:
En 47% los trastornos neuróticos, y secundarios a situaciones estresantes y somatomorfos (mixto de ansiedad y depresión), siguiéndole con un 18.5% los trastornos del humor (afectivos, depresión, trastorno bipolar), y en tercer lugar con un 18.2% los trastornos del comportamiento y de las emociones de comienzo habitual en la infancia o adolescencia, y en cuarto lugar las Esquizofrenia con un 4.2%.
Continuando los trastornos mentales y del comportamiento debido al consumo de sustancias psicotrópicas con un 3.9%, y por último el síndrome de comportamiento asociado a alteraciones fisiológicas y factores físicos con un 3.6%.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos mentales son la causa individual más frecuente en discapacidades de gente joven. El 20% de niños y jóvenes padecen trastornos mentales o son víctimas de violencia física o sexual.
El suicidio se encuentra entre las tres primeras causas mundiales de muerte en personas de 15 a 44 años.
Cabe mencionar que, debido a la pandemia del covid-19, en todo México incrementaron las atenciones por enfermedades mentales. Según un estudio de Gobierno Federal, en 2020 la cifra de suicidio incrementó en un 12% llegando a su máximo histórico.
De ahí que organismos como Mexicanos Primero urgieran a las autoridades priorizar la salud mental de los estudiantes durante el regreso a clases presencial.
Existe un síndrome conocido como Burnout o “Síndrome del trabajador quemado”, este padecimiento hace referencia a un estrés laboral crónico y se manifiesta en un agotamiento físico y mental, lo que se ve reflejado en una ineficiencia laboral, según el abogado José Luis González Martínez, miembro de la Federación Mexicana de Colegios de Abogados, A.C.
Este es un padecimiento provocado por el estrés dentro del trabajo, pero no es el único, un entorno laboral negativo puede influir en enfermedades como depresión y adicciones, así lo explica la revista “Medicina y Seguridad del Trabajo”.
La psicóloga, Rubí Montoya, quien trabaja brindando atención a trabajadores de una fábrica, habló sobre la importancia de que las empresas sean quienes proporcionen este servicio de salud a los empleados para evitar la renuncia de los mismos y la baja productividad.
“Al final de cuentas es un ganar ganar porque ¿Cuántas personas has escuchado que estén muy estresadas o falta algo en la vida personal, familiar? sin quererlo esto impacta de manera negativa en la parte laboral y esto puede mermar la producción, también el desempeño y al final de cuentas afecta a la empresa”, dijo.
“Entonces si la empresa se preocupa por la parte personal, individual de cada trabajador, va a impactar de forma positiva tanto en la salud mental como el desempeño y al rato van a estar más comprometidos con la empresa”, agregó.
Puntualizó que en muchas ocasiones las personas no tienen el ingreso suficiente para ir a consultas con especialistas en salud mental, por ello, es necesario que las propias áreas laborales brinden este apoyo.
“Muchas veces, por ejemplo, en donde estoy que es una fábrica, la mayor parte, por no decir que el 100 por ciento de los trabajadores de esa área son personas de muy bajos recursos y sin la ayuda de la empresa es muy poco probable que ellos puedan acceder a consultas de salud mental porque tienen necesidades más importantes que son comer, vestir y sin la empresa no podrían acceder”, mencionó.
Así como César, muchas personas se ven imposibilitadas de continuar o iniciar un tratamiento psicológico o psiquiátrico por falta de recursos económicos. Esto, a pesar de que en el Estado existen instituciones dedicas a brindar este tipo de atención médica.
Según un sondeo que se realizó entre diez pacientes y psicólogos, psicólogas, terapeutas y psiquiatras de Culiacán, el costo de una consulta varía entre 300 a mil pesos (sin contar el posible gasto de medicamento) y tomando en cuenta que hay personas que asisten a consulta semanalmente (depende de la problemática), estas personas al mes llega a gastar entre mil 200 a 4 mil pesos, cuando el salario mínimo mensual de un sinaloense es de alrededor de 4 mil 251 pesos.
Irma Teresita Aguilar, es una activista de la salud mental, quien decidió orientarse y fomentar este tema en Sinaloa, ya que experimentó personalmente el pasar por problemas emocionales y la falta de atención gratuita y oportuna del Estado.
“En mi crisis (…) me doy cuenta que la sociedad sinaloense no tiene respuestas, ni las instituciones de salud pública, entonces, por iniciativa mía porque yo en el 2014 me di cuenta que México tiene lo que se llama Red voz pro salud mental una org, entonces es cuando encuentro y reviso su padrón y me doy cuenta que no está Sinaloa”, dijo.
Irma Teresita expresó que el gasto en medicamentos y consultas era muy alto, por lo que llegó un momento en el que ya no tenía dinero para pagar su tratamiento, por lo tanto, se vio en la necesidad de buscar apoyo de instituciones no gubernamentales debido a que en el Estado no podían brindarle ayuda.
En este sentido, cabe mencionar que en Sinaloa, el presupuesto que se destinó para ejercer en este 2021 en la materia de salud mental fue de un millón 187 mil 500 pesos, menos que lo destinado para salud bucal que fue 2 millones 831 mil 633 pesos.
Centro Integral de Salud Mental (Uneme Cisame).
Hospital Psiquiátrico de Sinaloa.
Centro de Reinserción Social para Enfermos Mentales Sin Hogar “Madre Teresa de Calcuta”.
DIF Sinaloa.
El Call Center de covid-19 también ofrece orientación psicológica por llamada.
*Esta nota fue realizada por REVISTA ESPEJO integrante de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la original.
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