Personas migrantes han llegado masivamente al cruce fronterizo entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas. Su llegada ha provocado el cierre de rutas comerciales, y un aumento en las detenciones que hace la policía norteamericana. Las personas migrantes esperan llegar a la frontera para solicitar asilo humanitario en los Estados Unidos

Texto: Verónica Martínez / La Verdad

Foto:  Rey R. Jauregui

CIUDAD JUÁREZ. – Una gran cantidad de personas migrantes se observan en el bordo del río Bravo. Hombres y mujeres esperan en fila al pie del muro metálico estadounidense para entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en busca de asilo humanitario.

Otra cantidad de personas permanece bajo cobijas colgadas sobre los alambres de púas instalados por la Guardia Nacional de Texas en la frontera con El Paso, Texas, a la altura de la puerta 28 del muro fronterizo.

Desde hace unos días se registra otra vez una creciente llegada masiva de migrantes a esta frontera, lo que alertó de nuevo a las autoridades, instituciones y grupos civiles que atienden a las personas que se desplazan a la región con la intención de cruzar a Estados Unidos.

La mayoría arriba por tren, se pudo observar.

Al llegar a la ciudad, los extranjeros de Venezuela, Brasil, Guatemala, Honduras, se desplazan directamente al río Bravo, donde se encuentra el límite fronterizo entre México y Estados Unidos. Han desbordado las capacidades de las fuerzas militares texanas que se encuentran resguardando la zona para evitar su cruce.

Autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal de Chihuahua estiman que fueron cerca de mil personas los que arribaron la tarde del domingo a Ciudad Juárez. Llegaron por tren, de acuerdo con su monitoreo a la altura de Precos, el punto de revisión militar instalado en Samalayuca.

“En los dos trenes anteriores llevaban entre 200 y 250 personas, esto significa que en tres trenes llegaron más de mil 450 personas”, dijo Gilberto Loya, secretario de la SSPE, en conferencia de prensa transmitida por redes sociales desde la Ciudad de Parral este lunes.

“Esto complica mucho la situación en materia de seguridad pública. La migración se ha vuelto un asunto de negocio para los cárteles que operan en todo el estado, que está dejando cerca de 100 millones de dólares al mes, de acuerdo con cifras conservadoras. Esto hace que los cárteles tengan más dinero para generar más violencia, armas, comprar autoridades”, afirmó el funcionario.

Este arribo masivo de migrantes por Ciudad Juárez también ha impactado a la ciudad de El Paso. Datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) muestran que el promedio de detenciones aumentó de 969 diarios registrados en la primera semana de septiembre, a mil 209 este lunes. La autoridad federal estadounidense tiene registro de 4 mil 129 personas en detención y también reportan 858 liberaciones de migrantes.

La Patrulla Fronteriza en El Paso informó que la mañana de este lunes se encontró un gran grupo de aproximadamente 500 personas migrantes, hombres adultos solteros y unidades familiares principalmente de Venezuela, al sur de la barrera fronteriza, por la puerta 42 .

Estas cifras muestran que la cantidad de personas en movilidad ha rebasado las capacidades de las autoridades migratorias y tienen saturados los albergues paseños. Autoridades de la ciudad de El Paso anunciaron este lunes la apertura de un refugio de emergencia en el Centro Comunitario “Nation Tobins” ubicado en la zona noreste.

La ciudad ya ha dado cobijo a alrededor de 700 personas migrantes en hoteles cuyos servicios son subsidiados con fondos de emergencia, reportó El Paso Matters. Autoridades paseñas buscan evitar que la CBP continúe haciendo liberaciones de migrantes en las calles de la ciudad como lo han hecho en otras fronteras. La agencia reportó hasta este lunes 858 liberaciones cuando esta cifra llegó a las 561 la semana pasada.

La situación obligó a las autoridades de CBP a transferir al personal de Aduana para la atención de personas extranjeras en movilidad que arriba a la región y a cerrar desde este lunes, y hasta nuevo aviso, los carriles para el tráfico comercial del puente Córdova-Américas.

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En Ciudad Juárez, la llegada masiva de migrantes ha concentrado a grupos en la zona centro. También en algunos tramos del bulevar Juan Pablo II, paralelos al bordo del Río Bravo.  Muchos de ellos pernoctan en albergues, otros en la vía pública. Van de paso para entregarse a las autoridades estadounidenses.

Esta escena es similar a la que se registró días previos a la conclusión de Título 42 en mayo pasado, cuando los migrantes se concentraron en el muro a la espera de entregarse a las autoridades estadounidenses.

María ha viajado con otras mujeres. Llegaron a la frontera el viernes pasado y habían pasado la noche del domingo durmiendo a la intemperie en el bordo fronterizo cerca del desarrollo urbano Altozano. Ahí esperan poder ser recibidas por autoridades migratorias estadounidenses.

La mañana de este lunes caminaron alrededor de 18 kilómetros por el bordo fronterizo en dirección a la puerta 28, ubicada a la altura de la Plaza de la Mexicanidad.

“Ayer estábamos en la ‘X’ pero luego nos mandaron a la puerta 36”, dijo la mujer este lunes sin especificar quienes les habían dado esa instrucción. “Luego nos dijeron que la 42 y caminamos esperanzados hasta allá”.

Las autoridades de la Guardia Nacional de Texas, apostados en la zona, se limitan a decirles que si intentan cruzar serán deportados, pero familiares de la mujer nicaragüense le han contado que ya han logrado cruzar a Estados Unidos “sin ningún problema y sin tener que usar la aplicación CBP One”, dijo.

María cuenta con un registro en la aplicación, pero explicó que para ella no es posible esperar meses para que la aplicación genere una cita para presentarse en el puerto de entrada.

“Sin dinero y expuestas, nosotras no estamos para esperar”, afirmó

Autoridades migratorias de Estados Unidos informan que continúan vigentes las disposiciones del Título 8 con las cuales se llega a deportar a sus países de origen a aquellas personas que no sean considerados admisibles bajo la ley de asilo del país.

De mayo a julio de este año, la Patrulla Fronteriza ha registrado 50 mil 29 encuentros con personas migrantes en el sector de El Paso, de acuerdo con cifras de CBP.

Flujo transitorio, migrantes van de paso

En Ciudad Juárez los albergues para migrantes aún no han llegado al límite de sus capacidades máximas. Cifras de la oficina de la Organización Internacional para las Migraciones muestran que con una capacidad de 2 mil 987 espacios hasta el 11 de septiembre, los albergues llegaron a un 77 por ciento de ocupación.

Esta capacidad ha fluctuado desde agosto con una ocupación de entre 73 por ciento a una máxima del 82 por ciento registrado el 28 de agosto.

Pese al aumento en el flujo de arribo de extranjeros, organizaciones religiosas y de sociedad civil han reportado una baja en la demanda de servicios humanitarios.

Cristina Coronado, coordinadora de la Oficina de Movilidad Humana, comentó que el número de personas llegando al comedor ubicado en la Catedral no pasa de las 500 personas diarias.

“Para la cantidad de gente que hay en la ciudad, y que sabemos que anda llegando, esta cifra es baja”, dijo Coronado agregando que, en otras ocasiones, se han atendido hasta 900 personas en el comedor.

Para Coronado esto indica que es un flujo transitorio que no tiene como propósito permanecer en Ciudad Juárez, sino ir directamente a la frontera para entregarse a autoridades de la Patrulla Fronteriza.

La actual ocupación en los albergues de Ciudad Juárez no refleja un número exacto de personas migrantes que están en la ciudad, ya que una cantidad considerable pernocta en las calles por las noches, o ha ocupado edificios abandonados en la zona centro.

Edwin, venezolano de 35 años, ha estado en esta frontera por dos semanas. Las últimas noches las ha pasado en la Plaza del Monumento Benito Juárez, y acude a las oficinas de la catedral para recibir una comida diaria.

Escuchó rumores de que algunas personas han logrado cruzar al otro lado entregándose a agentes de la Patrulla Fronteriza, pero tiene un gran temor de hacerlo y ser devuelto a su país de origen.

“Yo ayer fui a observar las puertas”, dijo este lunes refiriéndose a los puntos de acceso del muro fronterizo.

“Todo el bordo tiene alambre de púas. El grupo con el que iba llegamos hasta la puerta 40 pero finalmente regresamos al no ver forma de cruzar”.

Esta nota fue publicada originalmente en LA VERDAD, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes ver la publicación original.