Este es un recorrido por un estado bajo el agua, donde no deja de llover. Así son los sobrevuelos de la Marina en búsqueda de personas perdidas por las inundaciones en Tabasco

Texto y fotos: Carlos Marí

VILLAHERMOSA, TABASCO.- Una vez desatada las creciente de los dos ríos más caudalosos de México, el Grijalva y el Usumacinta, decenas de poblaciones han quedado incomunicadas y surge la tarea de localizarlas. Elementos de la Marina están a cargo de este trabajo, a bordo de sus helicópteros, como si se tratara de encontrar una embarcación en medio de un océano.

Y es que en zonas como Pantanos de Centla, la creciente de ambos ríos convirtió a los pantanos en una sola extensión de agua, no se distingue donde empieza una laguna y donde empieza otra. Sobre la supreficie se buscan señales de localidades y caseríos que quedaron anegadas, borradas.  

En recorrido al que Pie de Página acompañó a los marinos, a bordo de un helicóptero MI-17, para la entrega de ayuda humanitaria a Balancán, municipio castigado por la creciente del Usumacinta. Desde el aire se pudo observar la creciente del Grijalva y las inundaciones que llega a colonias y rancherías aledañas a Villahermosa. Pero lejos de la capital hay decenas de localidades que apenas sobresalen del agua.

Se trata de una tarea diaria de los marinos que forman parte del Plan Marina, diariamente despegan dos aeronaves: acuden a localidades aisladas a entregar despensas, agua y colchonetas. Pero también aprovechar el mismo vuelo, para localizar otras que pudieran requerir ayuda.

La tripulación desde el aire ubica la posición geográfica de la localidad inundada y aislada, y una vez concluido el sobrevuelo, reportan esta información al Instituto Estatal de Protección Civil del Estado. Así, los marinos lo mismo han llevado ayuda a la región serrana de Tacotalpa, al Sur del estado, que a Jonuta y Balancán, en Los Ríos, que están al Norte y Este, respectivamente.

Tan sólo a Balancán, municipio al que se destinaron 220 despensas, fue un trayecto de 165 millas aproximadamente, en el que se recorrió además los municipios de Centro, Macuspana, Jonuta y Emiliano Zapata, y en esa ruta, el capitán de la tripulación Irving Beltrán y sus subalternos localizaron más de una decena de comunidades aisladas.

“Identificamos más de 10 puntos poblacionales que están bien inundadas, por sus casas entre agua o con ranchos, donde antes había ganado, en los que apenas se ven las cercas”, comentó el mando de la aeronave, al concluir el vuelo.

En este medio rural, hay casas de las que solo se les puede ver el techo de lámina, y en el caso de carreteras vecinales o caminos de acceso a ranchos, apenas se les logra identificar por la franja que se transparenta entre el agua o la hilera de cerca.

Es en pocas palabras, es un “océano”, en el que abunda el agua y el verdor de la vegetación pantanosa, pero también cultivos dañados. En esta región, lo más diezmados, que se ven tirados como si hubiese pasado un huracán, son los de maíz. El ganado bovino, disperso y refugiado en algunas zonas altas.

Beltrán explicó que con el listado de coordenadas de latitud y longitud, obtenidas con el GPS del equipo de vuelo, se elabora un informe que es remitido al IEPCT; que a su vez se encarga de cruzar los datos con cartografía y de esa forma, identificar el nombre de la localidad.

Una vez interpretada, añadió, personal de Protección Civil clasifica el punto por su población y distancia con respecto a alguno de los centros de operación, en los que participan autoridades de los tres niveles de gobierno.

“Nosotros tomamos la posición geográfica en nuestro GPS y posteriormente, toda esa información se la proporcionamos a Protección Civil, que es el organismo encargado de decidir cómo va toda la ayuda que se requiera”, detalló el capitán.

Sin embargo, la tarea de localizar asentamientos humanos no sólo es difícil por volar y echar el vistazo a un gran “océano” desatado por una creciente, sino por el mal tiempo que dificulta en ocasiones los sobrevuelos en esta temporada de lluvias, como fue el caso del realizado este lunes en medio de vientos y lluvias ligeras en el trayecto, generadas por el frente frío número 13.

“No estamos al 100 por ciento en una tarea de localización de puntos de inundaciones con población, porque las condiciones meteorológicas influyen en el recorrido, como es el caso de la nubosidad y las lluvias, que nos obligan a sobrevolar más abajo y a aumentar nuestro nivel de seguridad sobre el vuelo”, admitió el mando.

Hacia la región de Los Ríos, añadió Beltrán, es el tercer sobrevuelo, considerando otros dos hacia el municipio de Jonuta – afectado también por la creciente del Usumacinta-, donde también se apoyó a una brigada de la Coordinación Nacional de Protección Civil al reparto de despensas.

Este martes, en Balancán, el alcalde Saúl Plancarte, al recibir las despensas mencionó que de las 36 comunidades afectadas por el desbordamiento del Usumacinta, 23 se encuentran aisladas. En total, hay 6 mil 519 personas damnificadas en ese municipio.

Para el capitán, lo visto desde el aire entre los últimos vuelos, le da una perspectiva que varía por zonas, conforme avanza la creciente hacia el mar, aunque en ocasiones se estanca.

“En el vuelo de hace tres días, a Jonuta, vimos un panorama de inundaciones prácticamente igual, con decenas de comunidades afectadas”, refirió.

¿Cómo ha observado la creciente del Usumacinta?- se le pregunta.

-Se ha mantenido estable y hay varias partes en las que se ve un notorio descenso, pero ahora con estas lluvias, podría aumentar nuevamente la creciente los ríos; es muy variante. Por ejemplo, en este sobrevuelo pudimos ver cómo ahora el río Usumacinta se está desbordando, pero no tiene fuerza como en otros días.

Las inundaciones de Tabasco, hasta el pasado sábado, según el recuento de la Coordinación Nacional de Protección Civil, han ocasionado un total de 302 mil personas afectadas. Todavía el martes pasado, la cifra era de 141 mil 486.   

Este lunes, el gobernador Adán Augusto López advirtió que la emergencia continuará en Tabasco, en tanto no concluya la temporada de lluvias. «Tabasco sigue en situación de emergencia y estado de alerta», remarcó.

Manifestó su confianza en que el huracán «Iota» que tiene su ruta actual sobre Centroamérica no aporte mucho más lluvias en la región, con la expectativa que el pronóstico actual, de precipitaciones como fuertes para los siguientes tres días, se supere.