Corrido para Jesús García, el héroe de Nacozari

6 noviembre, 2020

El día del ferrocarrilero, en México, se festeja cada 7 de noviembre gracias a Jesús García Corona. El relato de este ferrocarrilero vive en los corridos dedicados a su memoria, cuando salvó a un pueblo de volar en mil pedazos

@ignaciodealba 

Jesús García Corona nació en Hermosillo, Sonora. Desde muy chico aprendió el oficio de mecánico gracias a su padre. El chico trabajó en las minas de cobre de la región, aunque en realidad lo que siempre quiso fue manejar una locomotora. Así que consiguió un trabajo como maquinista. 

El 7 de noviembre de 1907 – exactamente hace 113 años- Jesús García tuvo que tomar el turno de su compañero, Albert Biel, que se ausentó por una enfermedad. Así que García se hizo cargo de manejar el tren en unos viajes programados entre el pueblo de Nacozari, en Sonora, y la mina de cobre Los Pilares.

En uno de los viajes le notificaron que la locomotora se iba a cargar con cuatro toneladas de dinamita. Durante las maniobras de carga –dicen los corridos- García se fue a visitar a su mamá, mientras que los ingenieros se encargaron de enganchar los vagones a la máquina. Pero un descuido fatal hizo que el peligroso cargamento fuera colocado justo atrás de la caldera.

En ese entonces los trenes usaban una malla protectora para evitar que las chispas ardientes de la maquinaria llegaran a los vagones, pero el tren de Jesús García no la tenía. Después de avanzar algunos kilómetros los contenedores de madera de dinamita se empezaron a incendiar, a causa de las chispas vivas.   

La gente al lado de las vías se dio cuenta del fuego, también los trabajadores de la locomotora que le notificaron. El fogonero exigió “¡frena el tren!”, la tripulación gritoneó que detuvieran la máquina. Pero el hombre sabía que en aquel lugar no había agua para para sofocar el incendio. Además, pondría en peligro al pueblo. 

Así que García Corona le sugirió a la tripulación que se arrojara del tren, que él iba a intentar salir de Nacozari, donde habitaban 5 mil personas. Los ingenieros, operadores y el fogonero brincaron de la locomotora para salvar sus vidas, mientras el hombre de 26 años se quedó en el ferrocarril para arrojarle más carbón a la caldera y salir a toda velocidad del pueblo. 

El corrido dice que García Coorna logró salir de Nacozari y, antes de llegar a un sitio llamado “el Seis”, el convoy explotó. El hombre murió al instante, junto con 12 personas que estaban cerca de las vías. El sonido del estallido llegó hasta las poblaciones cercanas y rompió los vidrios de varias viviendas. 

Después del evento, Nacozari se llama Nacozari de García; también la calle principal del pueblo lleva el nombre del maquinista que salvó a la población. Incluso, junto al quiosco del lugar, en el centro, se colocó una locomotora (con el número 501) y una pequeña estatua dedicada al “Héroe de Nacozari”. 

Existe una fotografía de Jesús García. El maquinista monta a caballo. Sobre la cabeza lleva un sombrero ladeado y usa un bigote bien recortado, parece revolucionario. Se dice que la fotografía fue tomada días antes del accidente que lo mató. 

Fue hasta la presidencia de Miguel Ávila Camacho, en 1944, que se dispuso que el 7 de noviembre sea el día de los ferrocarrileros. La historia y los corridos sobre Jesús García han recorrido un buen trecho. La American Cross of Honor de  Estados Unidos, exageró al nombrarlo “Héroe de la Humanidad”. 

Pese a eso, en la actualidad la historia de Jesús García está casi olvidada, no en Nacozari donde existen varios bustos, calles y monumentos en su honor. 

Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).