18 octubre, 2022
En este texto intentamos recuperar el paso de las mujeres en la historia de nuestro sistema educativo. Hoy la escolaridad de las niñas y jóvenes mexicanas indica que son ya un contingente importante para continuar en la construcción del presente siglo en todos los ámbitos del desarrollo y crecimiento de nuestro país
Por: Teresa Bracho González / @TeresaBrachoG, Martha Barrios Belmonte / @MarthaBarriosMx, Daniela Rocha González y Claudia Alonso Pesado* / MUxED
Se dice fácil, pero frecuentemente olvidamos que la sistematización estadística no es sencilla, particularmente cuando intentamos recuperar el paso de las mujeres en la historia de nuestro sistema educativo a 100 años de la creación de la Secretaría de Educación Pública. Por ello, vale la pena intentar compartir los enredos que representa y cómo algunos de ellos se pueden entender conociendo algo de la historia del sistema educativo, de suyo compleja.
Hoy buscamos en Google, en Wikipedia, en las publicaciones y el buscador de INEGI, de SEP o del archivo histórico del INEE como vías acceso de acceso a la información. Pero en el grupo de La Centena de la red de Mujeres Unidas por la Educación MUxED nos topamos con una pared de humo, al tratar de compilar información sobre las mujeres en educación en los últimos 100 años.
A lo largo de un siglo hubo grandes cambios y algunas de nosotras lo podemos atestiguar: hace 40 años no había computadoras personales, la estadística se contaba uno a uno, a caballo, con lápiz, se publicaba en papel y, llegada la “modernidad”, los cálculos se hacían con calculadora al frente y en la biblioteca. Las colegas que elegimos trabajar en #DATAGENERO y los correspondientes #Apuntes Estadísticos de La Centena, rascamos hasta debajo de las piedras para encontrar cada cifra, darle sentido y hacerla valer.
Podría decirse que parte de la historia de los números, sus inconsistencias, lagunas y dificultades, se entienden porque la SEP se crea pasado el periodo de la revolución mexicana, con grandes visiones de futuro (hacer llegar el conocimiento a los mexicanos). El Censo de 1895 había reportado que, por cada 100 habitantes del país, 82 no sabían leer ni escribir (sin contar los marginados del censo quienes seguramente también eran analfabetas). Por ahí arrancó la vocación alfabetizadora de Vasconcelos, con una mujer al frente del Departamento para la alfabetización, y su impulso editorial de los textos clásicos de la humanidad. Y por la misma razón, nosotras empezamos contando la historia del analfabetismo en el país.
Continuamos seguras que sería más fácil con la escolarización de las mujeres a lo largo de un siglo (Apunte Estadístico 2) recabando indicadores relativos a matrícula, eficiencia terminal y promedio de escolaridad, pero de nuevo, fue un desafío encontrar información para representar la historia en gráficos que no parecieran el perfil de los Andes (con barrancos insalvables, o supuestos difíciles de sostener). Cotejar fuentes, cuando había elección, implicó innumerables conversaciones (a la mitad de la noche) sobre causas en las divergencias y muchas horas de trabajo por la educación y la igualdad, incluyendo la relativa a mujeres y hombres (por fortuna, nuestra pasión). El mayor reto fue que la información se distinguiera por sexo, misión casi imposible. Pero conseguimos los últimos cincuenta años en matrícula y narramos la historia aquí, sin números, para facilitar a otros la interpretación.
La matrícula histórica con información consistente la encontramos de 1970 en adelante. Pensamos que probablemente contribuyeron varios eventos: la celebración en México de la Primera Conferencia Mundial de la Mujer de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) en 1975, el diseño en esos mismos años del Formato 911 (conocido por todos como la 911) a cargo de la SEP, así como el inicio de la publicación Estadística Básica del Sistema Educativo Nacional.
Hacia los años ochenta, impactaron en la recopilación de datos la creación de INEGI, junto con la distinción en la SEP de la matrícula por sexo, en el nivel básico. La creación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en la primera década del siglo XXI contribuyó a hacer un uso eficiente de la información de SEP y de INEGI a través de la serie Panorama Educativo; también la publicación Principales Cifras del Sistema Educativo Nacional que presenta una selección de indicadores clave, así como la creación en 2013 del Sistema de Información y Gestión Educativa (SIGED) que facilita el acceso a la información de la SEP en números.
Así que tuvimos que interpretar eventos. Por ejemplo, el impacto del Plan de Once Años de 1959, cuyo diagnóstico sí calculó a las niñas: “… sólo el 1% de las mujeres daba una diferencia negativa de no asistencia a la escuela en relación con 1% positiva a favor de los hombres. Estas cifras nos permiten emitir el juicio de que, en general la niña tiene, en México, la misma oportunidad que el varón para asistir a la escuela primaria”. Tuvimos también que acotar los periodos de desglose por sexo, buscando si hubiese diferencias.
Los resultados creemos que fueron positivos: Hoy en día para la educación básica en todas sus modalidades, las diferencias de matrícula entre mujeres y hombres son muy bajas, no significativas; y también lo son para la matrícula de la educación media superior y superior (excepto en algunos servicios como el posgrado en donde las mujeres rebasan la matrícula de los hombres). Al menos desde 1959, las niñas y niños tienen la misma oportunidad de acceso a la educación primaria. La película fue distinta para el caso de la educación media superior y superior; sin embargo, las mujeres alcanzaron a los hombres a principios de este siglo e incluso los superaron. Asimismo, tenemos que ahora las mujeres son quienes más concluyen sus estudios y que la brecha en el número promedio de años de estudios entre mujeres y hombres se ha ido cerrando dada la sostenida incursión de las mujeres a los niveles de educación media superior y superior.
Podemos concluir que un siglo de esfuerzos institucionales de la SEP ha representado aumentos importantes en la escolarización de niñas, niños y jóvenes en igualdad de oportunidades de acceso a la educación. También afirmamos que 100 años de existencia de la SEP han permitido que paulatina, sostenida y progresivamente la población acceda a los servicios educativos para ejercer su derecho a la educación. Hoy la escolaridad de las niñas y jóvenes mexicanas indica que son ya un contingente importante para continuar en la construcción del presente siglo de nuestro país.
Ahora hay que poner el énfasis en frenar el abandono escolar y en construir una educación de calidad, libre de estereotipos de género, que fortalezca la libertad de todas y todos.
Texto
*Teresa Bracho González, con la invaluable colaboración de Martha Barrios Belmonte, Daniela Rocha González y Claudia Alonso Pesado. Las cuatro son integrantes de MUxED. Tere es doctora en Ciencias Sociales, investigadora independiente en educación y políticas sociales y ciudadana por convicción; Martha es Maestra en Economía con estudios de posgrado en Política Educativa, se especializa en análisis del PEF en materia educativa, y la evaluación de intervenciones educativas y minería de datos para la toma de decisiones de las políticas educativas; Daniela es Licenciada en Relaciones Internacionales (ITAM) con Maestría en Planificación y Gestión de la Educación (IIPE), tiene 15 años de experiencia laboral, principalmente en UNESCO, ahora trabaja en planeación educativa en SEP vinculando políticas nacionales y agendas internacionales; y Claudia es Licenciada en psicología, Maestra en derecho político y administración pública, es feminista y experta en políticas públicas en derechos humanos, igualdad de género derechos de NNA y educación y gobierno.
Redes sociales: Daniela Rocha González calonsopesado@gmail.com
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