En 2022, se asesinaron, al menos, a 48 mujeres trans. Por eso, conmemorar el Día de la Remembranza trans no es algo menor, pues las protestas son también un ejercicio de memoria para nombrar a las víctimas de odio
Texto y fotos: María Ruiz
CIUDAD DE MÉXICO. – “¿Dónde están las miles de personas que marcharon la semana pasada?” preguntó Laura Glover, mejor conocida como señorita TransyFugas. El espacio, era la protesta por el Día Internacional de la Remembranza transgénero, que se celebra cada 20 de noviembre, en memoria del asesinato de Rita Hester, una mujer trans afroamericana que fue asesinada en 1998.
Glover hablaba de la invisibilización de los crímenes de odio, que sigue presente 25 años después del asesinato de Hester.
En México, más de 316 mil personas se identifican como transgénero o transexual; sin embargo, desde hace 5 años la organización Letra S ha alertado que los transfeminicidios aumentaron al doble en el país.
Hace una semana, miles de personas marcharon en México por el crimen contra le magistrade Ociel Baena y su pareja Dorian, ocurrido en Aguascalientes. Un asesinato que fue noticia en todo el país porque Baena había roto los estereotipos de uno de los sectores más conservadores del país: el poder judicial. Sin embargo, el mismo día que se conoció la noticia del asesinato de le magistrade , también se supo que el cuerpo de Melani, una chica trans asesinada en Puebla, corría el riesgo de ser enviado a la fosa común si no se lograba encontrar a sus familiares.
A diferencia de Baena, esa noticia pasó desaparcibida. Cómo Melani, muchas más víctimas de crimines de odio o transfeminicidio quedan en el olvido.
Este lunes, como cada 20 de noviembre, la comunidad LGBTTI+ volvió a tomar las calles del Centro Histórico, esta vez por las personas trans.
La movilización empezó a las 5 de la tarde en La Tianguis Disidente, luego ese contingente alcanzó a otro en el Hemiciclo a Juárez, donde se colocaron dos enormes banderas, la trans y la no binarie, frente a velas y fotos de víctimas de crímenes odio. De ahí caminaron hacia el Zócalo donde bailaron vogue y colocaron en una bandera trans en la asta donde se iza la bandera mexicana.
Abrieron micrófono y se habló de sentires, experiencias, riesgos, necesidades. También se compartieron miedos, porque la mayoría de las, los y les asistentes han sentido miedo alguna vez por ser “diferentes”.
¿Por qué no se les hace normal nuestra existencia pero si los asesinatos? Lanzó el cuestionamiento uno de los manifestantes.
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