Millones de personas celebran a la Virgen de Guadalupe cada año. Su presencia se nota en cada espacio público de la capital mexicana
Texto: Redacción
Fotos: Duilio Rodríguez, María Ruiz y Colectivo Kairos
La Virgen de Guadalupe es símbolo del catolicismo en Latinoamérica y reúne cada año a feligreses de todas partes del mundo en su basílica.
Los fieles, sin embargo, celebran a su virgen en todos los rincones de la Ciudad de México. En paraderos, mercados, esquinas, las personas encuentran cómo manifestar su fe.
En el centro de Iztapalapa, Jorge Cedillo Granados, dueño de una vulcanizadora en la calle Ayuntamiento, cuenta que él es devoto desde que nació y que en cada barrio de su alcaldía tienen una misa.
“En San José, San Miguel, Santa Bárbara, La Asunción, todos veneramos las imágenes. Según nuestra creencia nos sentimos bien. Han venido personas a querer cambiarnos de religión y uno está acostumbrado a eso, a las tradiciones del pueblo.”
El señor Francisco Martínez organiza por primera vez la fiesta a la virgen junto a los vendedores del bajo puente de metro Portales.
“La verdad es que significa… toda la fe. Completamente la fe que tenemos todos los mexicanos por ella. Nos nació el sentimiento a todos los compañeros del bajo puente y todos pusimos un granito de arena”, cuenta Francisco Martinez.
En la Plaza Mesones, del centro de la ciudad, Fernando Sánchez regala comida cada doce de diciembre. A las diez de la mañana los comerciantes de los locales le llevan mariachi.
“Desde que se inauguró la Plaza Mesones la virgencita ha estado con nosotros y año con año le traemos su mariachi y aquí a la gente le invitamos un taquito, obviamente a saldo de la virgen” cuenta Sánchez.
A unas cuadras, en La Merced, la señora Norma García pasó a persignarse al altar de la Guadalupana en la Parroquia Santo Tomás Apóstol la Palma. Ahí hizo una oración y luego visitó a la virgen del Mercado de las Flores. La fiesta para la señora García comienza desde la medianoche, cuando escucha las mañanitas en la tele.
“Ya después se las canto yo solita a ella y siempre le encomiendo a mis hijos, a todo el mundo, pero en específico a la familia y a los hijos, porque interceda para que tengamos salud. Que ya no haya tanta delincuencia, que nos haga más humildes de corazón y que haya más unión familiar” pide Norma García.
Al oriente de la ciudad la vendedora de zanahorias María de Jesús Sanchez Sandoval adornó una virgen en la Central de Abastos.
“La fe mueve montañas. La fe hace que una se supere. La fe hace que nuestro trabajo sea más placentero” mientras come unas flautas.
En el Barrio de Culhuacán de la Alcaldía Iztapalapa el señor Pedro Fragoso Ibáñez fundó la ruta 43 hace 49 años y con ella el altar de la Virgen donde se toma un ponche junto a los vecinos.
Para los habitantes de la Tlaxpana su colonia es guadalupana. Agradecen no dejar sola a la virgen y piden que nunca la dejen de visitar. El señor Javier de Jesús Pérez Cruz prefiere ir en otras fechas a la Basílica de Guadalupe y celebrar en su colonia.
«Somos católicos, es la madre de Dios y nos une en estas fechas. Nos da luz. Vengo a pedir por mi hermano» comentó el señor Pérez frente al altar.
Galería de retratos por: Duilio Rodríguez
Este año más de 10 millones de personas acudieron desde la noche del 11 de diciembre y celebrar a la virgen de Guadalupe en la Basílica. Solos o en familia, originarios de distintas partes del país, acamparon pese al frío y esperaron la luz del amanecer.
*Mapa fotográfico colaborativo por Pie de Página y Colectivo Kairos
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