El gobierno de Estados Unidos se desistió de las acusaciones contra el exsecretario de Defensa de México, Salvador Cienfuegos. Fue una decisión diplomática con el propósito de que el militar sea juzgado en su país. Cienfuegos será deportado en cualquier momento a México.
Texto: Alberto Nájar
Foto: Mario Jasso / CUARTOSCURO.COM
Tan sorpresiva como fue su captura, así es ahora la decisión:
El gobierno de Estados Unidos anunció que cancelará los cargos que había presentado contra el exsecretario de la Defensa Nacional de México, Salvador Cienfuegos.
La decisión se divulgó en un comunicado conjunto entre los fiscales generales de ambos países, William P. Barr y Alejandro Gertz Manero.
El acuerdo es que el exsecretario Cienfuegos sea juzgado en México, donde hasta hace unas semanas no existía investigación alguna en su contra según reconoció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Cienfuegos está acusado de narcotráfico y lavado de dinero, así como de proteger a una organización criminal que opera en Nayarit.
La propuesta de la Fiscalía General estadounidense se presentó ante la jueza Carol Bagley Ammon quien este miércoles aceptó la moción.
El militar será deportado a México. No está claro el momento en que ocurra aunque su abogado, Edward Sapone, dijo a periodistas en Nueva York que su cliente abandonará el país este miércoles.
La decisión, calificada como inédita por el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, es una buena señal para el país afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Hay confianza en el gobierno de México, hay confianza en el canciller, hay confianza en la Presidencia de la República y hay confianza en la fiscalía de México”, aseguró.
En la conferencia de prensa matutina de este miércoles Ebrard insistió en que el regreso de Cienfuegos al país no implica que los delitos por los que se le acusa queden impunes.
“No se presume que por ser una corte mexicana va a haber impunidad” insistió.
“Lo que se le está diciendo a la jueza es, en primera instancia, que sea procesado en México cuyo sistema tiene el mismo rango y la misma credibilidad que tiene el de Estados Unidos”.
Salvador Cienfuegos, exsecretario de Defensa en el gobierno de Enrique Peña Nieto, fue detenido el pasado 15 de octubre cuando llegó con su familia al aeropuerto de Los Angeles, California, para una estancia de vacaciones.
La captura se concretó a petición de la agencia antidrogas estadounidense, la DEA, que hizo una extensa investigación del exsecretario de la Defensa.
El exsecretario de Defensa enfrenta un cargo por lavado de dinero y tres más por conspiración para elaborar y exportar cocaína.
También es señalado de proteger a la organización conocida como “H2”, una escisión del cartel de narcotráfico de los hermanos Beltrán Leyva que opera en Nayarit.
Es el mismo grupo donde colaboraba el exfiscal de ese estado, Edgar Veytia, sentenciado recientemente a 20 años de prisión en Estados Unidos.
Al exsecretario de Defensa se le negó el derecho una fianza y enfrentar el proceso en libertad, pues según la Fiscalía estadounidense el militar podría escapar a su país, donde sería protegido por políticos y organizaciones delictivas.
Pero cambió de opinión tras la intervención diplomática del gobierno mexicano.
Tras el arresto del militar, expuso el Departamento de Justicia a la jueza Bagley Ammon, diplomáticos mexicanos se entrevistaron funcionarios estadounidenses para hablar sobre los cargos en contra de Cienfuegos.
Tras las negociaciones Estados Unidos determinó que “consideraciones de política exterior sensibles e importantes tienen mayor peso que el interés del gobierno en mantener la persecución penal del acusado”.
En la decisión también influyó que la Fiscalía General de la República (FGR) empezó una investigación propia contra el exsecretario de Defensa.
De hecho el gobierno estadounidense entregó las pruebas con que detuvo a Cienfuegos para alimentar el proceso en México.
Lo que sigue
Sin embargo a pesar de la investigación hasta el momento la FGR no ha solicitado una orden de captura contra el exsecretario de Defensa, reconoció el secretario Marcelo Ebrard.
Salvador Cienfuegos será deportado como una persona libre porque se le retiraron los cargos judiciales, pero al pisar suelo mexicano la Fiscalía deberá determinar su situación legal.
Hasta ahora lo único claro es que el exsecretario de la Defensa llegará a México en libertad. Lo que siga después depende de la FGR.
“Se le tiene que informar que hay un proceso que se está iniciando con la evidencia que Estados Unidos mandó” explica el secretario Ebrard.
“¿Qué decisiones posteriores va a tomar la fiscalía? Depende la investigación, dependen de todas las diligencias que tenga que hacer la Fiscalía General de la República”.
Según el canciller la decisión de cancelar los cargos contra Cienfuegos fue consecuencia de la nota diplomática que entregó México a la Casa Blanca, días después de que el general fue detenido.
El extrañamiento fue, dijo Ebrard, porque el gobierno estadounidense no informó de la investigación contra el exfuncionario.
Fue parte de la negociación, reconoció. En su conversación con el fiscal Barr el funcionario mexicano recordó que la colaboración binacional contra el crimen depende fundamentalmente de la confianza.
“Si no hay confianza de nuestros sistemas legales o si no hay confianza personal entre nosotros y quienes son los funcionarios de los Estados Unidos es muy difícil, por no decir casi imposible, llevar a cabo una lucha eficaz en contra del crimen”.
Productor para México y Centroamérica de la cadena británica BBC World Service.
Periodista especializado en cobertura de temas sociales como narcotráfico, migración y trata de personas. Editor de En el Camino y presidente de la Red de Periodistas de a Pie.
Ayúdanos a sostener un periodismo ético y responsable, que sirva para construir mejores sociedades. Patrocina una historia y forma parte de nuestra comunidad.
Dona