Después de dos semanas de que más de 600 casas de Chalco vivan con inundaciones de aguas negras, el gobierno inició un plan de atención, sin embargo, pareciera que las inundaciones en esta zona son una tragedia recurrente

Texto: Arturo Contreras Camero
Foto: Rogelio Morales / Cuartoscuro

CIUDAD DE MÉXICO.- Desde hace dos semanas, cerca de 600 familias del municipio de Chalco (según datos del gobierno del Estado de México) al suroriente del Estado de México, viven graves inundaciones. Esta no es la primera vez, y probablemente no será la última que los vecinos de estas colonias sufren algo similar. El crecimiento desproporcionado de la ciudad y la mala planeación urbana, juegan en su contra. 

“Creo que la periferia de la megalópolis, principalmente los municipios colindantes, se inundan más por una cuestión de infraestructura. En el caso de Chalco, es que precisamente ahí había un lago”, comenta sobre la tragedia de estas colonias el biólogo Andrés Keiman, profesor investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, en su plantel de San Lorenzo Tezonco, quien se dedica a estudiar el estrecho vínculo entre la salud y el medio ambiente. 

Este fin de semana, la gobernadora de Estado de México, Delfina Gómez aseguró que los niveles del agua estancada en el municipio habían disminuido alrededor de 20 centímetros, sin embargo, día tras día, los cielos no dejan de caer sobre las colonias Culturas de México, San Miguel Jacalones y Emiliano Zapata. 

Según las autoridades, la causa de esta inundación, que se mantiene desde el pasado 2 de agosto, es un tapón de basura de 50 metros de ancho por 2.4 de profundidad que obstruye el principal drenaje de la entidad, el Colector Pluvial Solidaridad.

“No creo que el diagnóstico de (la gobernadora) Delfina esté mal. Sí, el desagüe está tapado porque tiramos un montón de basura, pero hay que recordar que Chalco, Solidaridad, Cocotitlán, Ixtapaluca, y otros municipios como Temamatla, eran parte del mismo lago, el de Chalco, que era un mismo sistema hídrico”, añade el biólogo Keiman. 

Hay familias en algunas de estas calles que, desde hace más de 15 días, no pueden salir de su casas si no es en lanchas del sistema estatal de Protección Civil o de la Cruz Roja, que prestan auxilio en la zona. 

Una explicación histórica

Chalco es y ha sido, históricamente, una zona problemática, que así como Iztapalapa, fueron creciendo gracias a decenas de asentamientos irregulares, como reconoce el mismo Andrés Keiman: “Se ha dejado crecer mucho la ciudad gracias al yugo de la oferta y la demanda del suelo. Así, en los últimos 50 años, se han formado zona más periféricas, en las zonas menos costosas”

“La solución tiene que ser integral, a largo plazo, que contemple un plan transexenal y que no sea  simplemente mejorar el desagüe, porque eso es algo rápido, que alguna vez logró (Cuauhtémoc) Cárdenas cuando llegó al gobierno de la Ciudad, que destapó todas las coladeras, y por un tiempo las inundaciones no fueron tan grandes”. 

Además de estas acciones necesarias, se debe tener un plan más ambicioso señala. 

Medidas a corto y largo

Según el profesor investigador, la respuesta actual del gobierno ha sido adecuada como una respuesta emergente. En la zona el Ejército implementó el Plan DN-III, que se adopta en catástrofes naturales. En la colonia Culturas de México se instaló una planta purificadora y una más en la calle 10 de mayo de la colonia San Miguel Jacalones. 

Así mismo operan tres módulos de salud a través de la Jurisdicción Sanitaria Amecameca del Instituto de Salud del Estado de México, en donde se entrega medicamentos, se dan consultas médicas y se imparten talleres de cuidado bajo las condiciones de inundación. 

Sin embargo, más allá de esta respuesta, deberíamos esperar que, tanto el gobierno del Estado de México, como el que entrará en la Ciudad de México, logren coordinarse para diseñar planes de manejo del agua en conjunto, que nos permitan repensar la ciudad.

“Esto debe ser en términos de hacer reservorios de agua, hacer que los ríos sean externos. Hace más de 50 años entubamos todos los ríos de la ciudad y ahora el agua no tiene por dónde irse y se va por las calles, pero un plan así tiene implicaciones a largo y mediano plazo”, añade Andrés Keiman

A mediano plazo es necesario replantear el manejo de los ríos que aún tenemos en la ciudad. Además, es necesario crear un programa de protección y de concientización a la población con  programas de educación ambiental. 

“Programas que no sean de: no tires basura. Sino que sean participativos, en los que se promueva que la población tome conciencia y se apropie de este tipo de espacios”, señala el profesor investigador. 

Según lo expuesto tanto por la jefa de Gobierno electa de la Ciudad de México, Clara Brugada; como por la presidenta electa, Claudia Sheinbau, en un futuro cercano se promoverán programas de este tipo en conjunto con el gobierno del Estado de México, encabezado por Delfina Gómez.