La captura de Ismael El mayo Zambada no afecta las operaciones del Cartel de Sinaloa, que seguirá sin freno su proceso de expansión global.

Por Alberto Nájar / X: @anajarnaja

¿Qué va a pasar con el Cartel de Sinaloa tras la captura de Ismael Zambada García, El Mayo? Nada.

La organización tendrá un período de inestabilidad más intenso del que padece desde 2017, cuando Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, fue extraditado a Estados Unidos.

Desde entonces los hijos del capo, conocidos como Los Chapitos o Los Menores, pretenden quedarse con el control del cartel e inclusive traicionaron a El Mayo, a quien en algún momento de su vida llamaban “tío”.

La disputa ha dejado cientos de asesinatos, y es muy probable que la racha sangrienta continúe. Algunos en la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA, creen que Iván Archivaldo Guzmán Salazar, el hijo mayor de “El Chapo”, ocupará el lugar que deja Zambada.

En el camino debe librar el obstáculo de Aureliano Guzmán Loera, El Guano, quien siempre ha creído ser el heredero de la facción del cartel creada por su hermano menor.

El pleito del anciano de 80 años con sus sobrinos lleva varios años, y la captura en Texas de quien fue su aliado lo coloca en una situación complicada.

También juega en su contra el dinero. Los Chapitos se encuentran entre los productores más importantes fentanilo, actualmente la droga más redituable en el mercado negro.

Eso les genera una reserva importante de dinero en efectivo para incrementar sus reservas militares con rapidez.

El Guano, por el contrario, es un viejo capo que durante casi toda su vida se mantuvo a la sombra de su hermano, y tras su extradición no ha logrado consolidar un grupo lo suficientemente sólido para derrotar a sus sobrinos.

Así, el ascenso de Iván Archivaldo al poder es altamente probable. No está claro cuánto tiempo dure en el cargo. Dependerá de la información que entregue El Mayo al gobierno estadounidense, pero de acuerdo con la experiencia de otros procesos similares –como el que enfrentó su hijo mayor, Vicente Zambada Niebla- las consecuencias del chivatazo pueden tardar varios años.

En todo caso, el relevo administrativo no afecta al Cartel. La organización seguirá el proceso de crecimiento que repuntó gracias al apoyo de Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, el mayor promotor del grupo. 

De acuerdo con la más reciente Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas de la DEA, el Cartel de Sinaloa tiene presencia en 47 países de los cinco continentes del planeta.

En algunos lugares llevan casi dos décadas, como en Australia o Nueva Zelanda donde se detectaron operaciones desde 2008. En otros como China o Sudáfrica la presencia es más reciente. 

Un consorcio global con operaciones cada vez más eficientes en la medida que traslada su producción a las drogas sintéticas. Para elaborar fentanilo o nitazona, por ejemplo, se requieren espacios medianos como una casa, con buena ventilación y suficiente energía eléctrica.

La producción no depende del clima ni requiere mucho tiempo como sí ocurre con la marihuana o la hoja de coca, por ejemplo.

De ahí que la inversión es mínima y las ganancias son importantes, sobre todo si la mercancía se vende en sitios con poca competencia.

La DEA señala, por ejemplo, que una dosis de drogas sintéticas cuesta diez veces más en Tailandia que en Estados Unidos, por ejemplo. 

Y la inversión en seguridad ante el acecho de policías o grupos rivales es menor en países lejanos o con gobiernos débiles. Es una de las razones por las que el Cartel instaló laboratorios en Mozambique, África, por ejemplo.

La expansión continental fue organizada, en porte, por Ismael Zambada quien dio al grupo un perfil más empresarial. Pero también creó una red que ahora aprovechan los hijos de El Chapo.

Por eso la certeza de que la captura del capo no afecta al Cartel. Quizá entre los matices que vienen será un mayor cariz militar ante el perfil de extrema violencia de Iván Archivaldo, acusado de asesinar a por lo menos una mujer.

Pero inclusive con eso el grupo podría salir beneficiado. Ante la ausencia del viejo líder es casi seguro que el Cartel Jalisco Nueva Generación pretenda quedarse con algunos territorios de sus rivales.

Probablemente los gane, pero sin mayores consecuencias, básicamente porque desde hace años la pelea por parte de Sinaloa la encabezan Los Chapitos.

La organización, pues, puede vivir sin El Mayo, como seguramente lo hará sin Iván Archivaldo, El Mayo Gordo o quien sea que encabece al Cartel.

La solución al tráfico de drogas no está en la epopeya del FBI o la DEA, sino en las alternativas que se resisten a aceptar y hasta combaten:

Atender la adicción como una enfermedad y no un asunto criminal. Y decidirse de una vez a asumir su responsabilidad en las cien mil muertes por sobredosis entre sus propios ciudadanos.