El 5 de octubre de 2011 desapareció Francisco Iván Serrano Hernández, primer trompetista de la Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional, segunda trompeta en Bellas Artes y miembro del grupo de reggae “Los Rastrillos”. Tenía 34 años.
Como ocurre con decenas de miles de familias en el país, los seres queridos de Iván peregrinaron por instituciones, primero para buscarlo, para que alguien les hiciera caso. Debieron investigar por su cuenta, y luego presionar para que las autoridades indagaran sus indicios. Finalmente, tras años y meses hubo dos sospechosos: Mónica, esposa de Iván (ellos se estaban divorciando), y Rodrigo, pareja sentimental de ésta última. Pasaron periplos para que la familia localizara el cuerpo y detuviera a un primer sospechoso; tres años para aprehender a la esposa, y casi ocho años para que ella sea sentenciada.
Este 21 de junio se espera sentencia contra Mónica.
Ésta es la carta de Karla Serrano, le escribe a su hermano Iván.
Mañana dan sentencia a mi cuñada (Mónica). Más de 7 años de lucha, y vuelvo a sentir eso de cuando no aparecías. Recordar ese día domingo que llegamos a Bellas Artes a un concierto del 10 de mayo, ese día que también llegaba la marcha de Javier Sicilia, y tú me explicabas de qué se trataba. Eran ríos y ríos de gente. Nunca imaginé que al siguiente año yo iría en esa marcha esperando que alguien nos diera ayuda, para encontrarte. Son casi 8 años de lucha de nuestra madre para que tu asesinato no quede impune, dos años de búsqueda incansable hasta encontrarte.
Hay una persona sentenciada (Rodrigo). Pasamos extorsiones de autoridades, y de gente que nos ayudaría a buscarte, muchos apuros económicos. Tu desaparición, hermano, nos dejó en la lona emocional, física y económica.
Familia que dejó de hablarnos (no fuéramos a pedirles prestado). Ineptitud y malos tratos de las autoridades. Las orquestas y Los Rastrillos tienen nuevos integrantes, pocos de tus amigos te recuerdan, nosotros, tu familia, no te podemos reemplazar.
Yo, ¿por qué tenía de repente que estar mendigando ayuda a las autoridades, convencerlos de que eras una buena persona?, ¿por qué tenía que estar asistiendo a terapia si tú no hacías daño a nadie, tu único error fue enamorarte de la persona equivocada.
Me dicen que me tengo que acostumbrar a vivir sin ti. ¿Cómo lo voy a lograr si cuando yo nací tú ya estabas, si cada vez que estoy contenta tú apareces en mi pensamiento?
Hoy sé que estás en casa, a poco tiempo de que se dicte sentencia contra Mónica no puedo evitar recordar todo lo negativo que pasamos para lograr encontrarte.
Hoy intentamos reconstruirnos día tras día y damos gracias por las personas buenas que nos ayudaron, los familiares que nunca nos dejaron, familia nueva que encontramos.
Iván, te amo, te llevo dentro de mi corazón, no hay día que no te recuerde, mi hermano.
Lydiette Carrión Soy periodista. Si no lo fuera,me gustaría recorrer bosques reales e imaginarios. Me interesan las historias que cambian a quien las vive y a quien las lee. Autora de “La fosa de agua” (debate 2018).
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