Lo que ocurre, para desgracia del ejecutivo, es que la ley existe y está obligado a cumplirla, y por la Constitución tiene, además, que obedecer al poder judicial cuando le señala que está violándola. La es clara, aunque no sea sencilla: que se modifiquen, que se rehagan las leyes y el modelo de país según
La Suprema Corte, el acuerdazo y el derecho ambiental
