1 septiembre, 2024
Colectivos de búsqueda de Michoacán denunciaron que funcionarios del gobierno estatal impide encontrar a sus desaparecidos. En la denuncia también señalan a la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la Comisión de Atención a Víctimas
Texto y fotos: Heriberto Paredes
MICHOACÁN. – El colectivo michoacano Familiares Caminando por Justicia dio a conocer un comunicado en el que señalan que los principales obstáculos para la búsqueda de personas son los propios funcionarios e instituciones que deberían facilitar todos los mecanismos para tener hallazgos.
“Algo muy importante de recalcar es que con la documentación de todos los casos en el estado, podemos comprobar la responsabilidad estatal por omisión o por comisión, lo que las vuelve desapariciones forzadas”, subrayó una integrante del colectivo.
Las familias que componen este colectivo también denunciaron que, respecto a las irregularidades más frecuentes está la fuga de información de parte del personal de la Comisión Estatal de Búsqueda, así como la negativa de éste al acceso a información clave para ciertas búsquedas. El colectivo subrayó el constante cambio de los funcionarios de la CEB y que esto ha dificultado la continuidad en las investigaciones.
Otra de las irregularidades es la no aplicación de los protocolos necesarios para solicitar las diligencias de búsqueda, por lo que en muchos casos no se cuenta con el personal necesario.
“La CEB –señala una integrante del colectivo– no tiene un plan real de búsqueda y por eso las familias tienen que estar exigiendo que cumplan con las obligaciones para la que fue creada y no hay un compromiso real. También queremos señalar que también la CEAV y la Comisión Estatal de Derechos Humanos son parte de estas irregularidades. No hay registros adecuados, no se han digitalizado los expedientes de larga data, constantemente nos piden las listas de los casos que acompañamos, y no hay investigación”
Durante este evento, el colectivo también hizo la inauguración de un Árbol de la Memoria, un memorial y espacio al que se pueden sumar todos los colectivos del estado que así lo deseen. Tras ocho años de usar la Plaza de Armas de Morelia como un espacio de bordado, este 30 de agosto de 2024, Familiares Caminando por Justicia ejerce este acto para mantener la memoria de lo ocurrido con las personas desaparecidas.
“No solamente la memoria se construye desde las familias sino con la comunidad y precisamente este árbol está en el espacio público, queremos que se respete como un memorial y que se sumen los demás colectivos del estado para tener presentes, no solamente a los desaparecidos de Michoacán sino a todas las y los desaparecidos de México”, declaró un integrante del colectivo organizador.
El 28 de agosto, dos días antes de este acto, se dieron otras presentaciones de integrantes del colectivo en la Ciudad de México, como lo fue la Biblioteca Francisco Xavier Clavijero de la Universidad Iberoamericana, que gracias a la gestión del Programa de Derechos Humanos, es hasta el 26 de septiembre la sede de la exposición Caminando el Cuerpo Desaparecido, en donde la artista e integrante del colectivo michoacano presenta el bordado de los pendones con cada uno de los nombres de las personas desaparecidas. En esta inauguración participó María Elena Medina, quien compartió su testimonio acerca de la desaparición de su esposo Leonel Orozco y de sus dos hijos, Leonel Orozco Medina y Moisés Orozco Medina, ocurridas en un poblado en el corazón de la zona aguacatera de Michoacán.
La pieza está en construcción dado el volumen de personas que actualmente están registradas públicamente –más de 116 mil–, sin embargo, “con estos pendones también estamos realizando el registro de los casos que acompañan los colectivos en todos los estados del país y esto revelará que al menos se triplicará la cifra oficial de personas desaparecidas”.
Por la noche del mismo 28, de igual forma, este proyecto de bordado se presentó en La Caña, un espacio cultural en el corazón de la colonia Doctores. En el acto también participó Mary Martínez, personaje protagónico del documental Toshkua y en donde se narra el camino que ella ha recorrido desde su natal Honduras y hasta la frontera de México y Estados Unidos en la búsqueda de su hijo Marco Antonio Amador Martínez,desaparecido hace ya más de una década.
El comunicado cerró, al final del acto con un sabor amargo bajo la lluvia: “Recordamos con rabia y tristeza la deuda histórica del Estado en materia de derechos humanos, motivo por el cual realizamos acciones que visibilizan la permanencia de dichas violaciones a DH y la falta de voluntad política para erradicar tan aterradoras prácticas”.
Fotógrafo y periodista independiente residente en México con conexiones en Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Cuba, Brasil, Haití y Estados Unidos.
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