El Instituto Nacional de Salud Pública rechaza el intento de la industria alimentaria de invalidar el impacto del etiquetado. Destaca que la reformulación y la creación de nuevos productos sin sellos, así como la eliminación de personajes en los empaques, deben de tomarse como un avance
Texto: Kennia Velázquez / POPLab
Foto: POPLaB
GUANAJUATO.- Los intentos de la industria de alimentos ultraprocesados por invalidar el impacto del etiquetado frontal en México no paran. Recientemente han circulado notas de prensa en las que se asegura que esta medida no ha impactado en el consumo de los mexicanos, información que el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) ha calificado de errónea por no partir de un estudio correctamente diseñado
La fuente de las campañas de la industria es Kantar, consultora de las empresas que analiza el comportamiento de los consumidores, la cual ha concluido: “no vemos un impacto por el etiquetado en México. Llevamos seis meses y no estamos viendo un impacto significativo” y señala que la gente sigue consumiendo Coca-Cola y Bimbo, entre otros productos.
Al respecto, el INSP realizó unanálisis técnico sobre la información divulgada por la consultora para explicar por qué sus conclusiones son erróneas. Ahí destaca los siguientes problemas:
1.-Hace análisis por marca y no por producto. El Instituto dice que analizar el consumo de marca es incorrecto por la amplia gama de productos con que cuentan “por lo que, al presentarse todo esto como un conjunto, no es posible evaluar los cambios atribuibles al etiquetado, ya que los sellos se presentan de manera distinta en la variedad de productos contenidos”.
2.- No considera la reformulación. Uno de los primeros logros del etiquetado es que ha obligado a las empresas a disminuir la cantidad de ingredientes críticos en sus productos para evitar los sellos que digan exceso en calorías, sodio, azúcares y grasas. Según el informe de Kantar, Bimbo es la segunda marca más consumida en el país, sin embargo no menciona que el 82 por ciento de su oferta ha sido reformulada. “La evaluación de compra debe realizarse con base en la diferencia de compra de productos con sellos y sin sellos, pre y post implementación”, dice el INSP.
3.- No distingue nuevos productos. También ha sucedido que las empresas han desarrollado productos sin sellos y han sido lanzados desde que entraron en vigor los cambios a la NOM 051. Esto también se debe considerar en el análisis pues esos productos “no cuentan con antecedentes de ventas previo al periodo de la implementación del etiquetado de advertencia.” Incluir los nuevos productos en el análisis podrían sesgar los resultados, dice el informe técnico.
4.- No considera el tiempo de implementación. El INSP señala que para medir los resultados e impacto se deben contemplar un lapso de al menos uno, incluso dos años después de su implementación, antes de considerar si una medida cumple o no con su función, máxime que la aprobación de la NOM-051 ha sufrido una serie de prórrogas por las cuales la primera fase de la norma apenas fue implementada en su totalidad hasta el 1º de junio de este año. Por ello “no es apropiado declarar en ese mismo mes ausencia de impacto”.
El Instituto señala que están llevando a cabo un estudio de cohorte “en el que se da seguimiento a un grupo de población, las características de la dieta y tipos de alimentos consumidos antes y después de la implementación del etiquetado frontal”. Y que han visto que los consumidores mexicanos sí han sustituido los productos con sellos por aquellos que tienen menos o no tienen.
Pero además de lo señalado en el informe del INSP, se han alcanzado otros beneficios, como procurar elderecho a la información del consumidor de una forma simple y rápida.
También ha contribuido a la protección de la niñez, población más vulnerable ante la publicidad de la comida chatarra. La organización de la sociedad civil, El Poder del Consumidor, recientemente dio a conocer el monitoreo que realizó durante dos meses en supermercados del centro y bajío del país.
Los resultados muestran que el uso de personajes en empaques con sellos “se redujo de 92.5% a 24.7% en cereales, de 60% a 0% en lechitas y de 45% a 1.7% en bebidas dirigidas a niños y niñas. Con la entrada de vigor de la NOM-051, las niñas y los niños están menos expuestos al uso de personajes como estrategia persuasiva para modelar su consumo”, dijo la organización.
Además, todos aquellos productos que tienen sellos no podrán indicar que cuentan con el aval de asociaciones de profesionales de la salud ni tener leyendas, que por ejemplo digan que ayudan al crecimiento o contribuyen a la nutrición. Aquellas que indiquen que cuentan con vitaminas y minerales deberán ser menos visibles.
Hay que recordar que la implementación del etiquetado en México fue celebrada por organismos internacionales como el World Cancer Research Fund, pues considera que esta medida contribuirá a “reducir las muertes prevenibles por cáncer y otras enfermedades no transmisibles”. La medida también fue celebrada por las agencias de las Naciones Unidas, como Unicef y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entre otras.
Para la OPS es urgente reducir la ingesta excesiva de nutrientes críticos que se encuentran en los alimentos procesados y ultraprocesados. Y para ello se deben aplicar leyes y regulaciones que reduzcan la demanda y la oferta de estos productos. “Uno de los instrumentos clave de política para regular esos productos con el objeto de prevenir el desequilibrio en la alimentación es la utilización de etiquetas en el frente del envase que indiquen a los consumidores que el producto contiene cantidades excesivas de azúcares, grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y sodio”, dice el organismo.
Un artículo publicado en la revista The Lancent destaca al etiquetado frontal de advertencia en alimentos, que junto con los impuestos a productos con altos niveles calóricos y la regulación de la publicidad, entre otras medidas implementadas en América Latina, han contribuido a disminuir el consumo de comida ultraprocesada.
Hace 5 años se implementó en Chile el etiquetado de advertencia y, según datos oficiales de aquel país, durante el primer año descendieron casi una cuarta parte las compras domésticas de bebidas azucaradas. Los sellos ayudan a tomar decisiones informadas, y han demostrado ser comprensibles entre las poblaciones de ingresos bajos y medios en México, señala un estudio del INSP.
Antes de las conclusiones anticipadas de estudios financiados por la propia industria sujeta a las nuevas regulaciones, hace falta esperar evidencia científica sólida para concluir el efecto que han tenido los cambios. Lo que está en juego hace que valga la pena esperar.
*Esta nota fue realizada por POPLAB, integrante de la alianza de medios de la Red de Periodistas de A Pie. Aquí puedes consultar la publicación original.
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