Arte y educación para la comunidad agrícola de Sonora

24 abril, 2023

Uno de cada 3 personas de 15 años o más tiene rezago educativo en el país. En contextos de pobreza y precrarización de lxs infancias y familias jornaleras el arte y la educación no debe ser un lujo, sino un medio para caminar hacia un futuro más digno

Por: Erica Salinas Castillo * Tw: @sociedadactiva

La desigualdad en el acceso al arte y la educación es un problema que persiste en nuestra sociedad y se profundiza en grupos de personas como sucede con la población jornalera agrícola. ¿Por qué estas oportunidades siguen siendo un privilegio? ¿Por qué no, al hablar del rezago educativo se reconoce también el fracaso de las instituciones para garantizar este derecho a los y las trabajadoras agrícolas? ¿Y qué sucede con la salud mental de aquellas personas que no tienen acceso a estas oportunidades, trabajando largas horas en un ambiente sin esparcimiento? 

En este contexto, desde Sociedad Activa (SA) hemos promovido el acceso a estos derechos a través del arte y la educación desde 2005. Hace 7 años llegamos a campo por primera vez. Al encontrarnos con las muchas necesidades de la comunidad agrícola no dudamos en diseñar un programa especial, el cual denominamos: Escuela Corporativa de Campos Agrícolas. Este proyecto acerca la educación y el arte a las y los trabajadores agrícolas, con el propósito de mejorar sus condiciones y calidad de vida con un enfoque humanista, creando nuevas oportunidades de autorrealización y reflexión para esta población.

En México, 29.6% de la población de 15 años y más se encuentran en rezago educativo, con educación básica incompleta[1]. En nuestro programa educativo las y los jornaleros aprenden a leer y escribir en español, pero también se preparan para acreditar el examen del Programa Especial de Certificación (PEC) del INEA (Instituto Nacional para la Educación de los Adultos). Éste permite certificar la primaria y secundaria a las personas de 18 años o más que no han concluido estudios de educación básica. El programa también les prepara para concluir sus estudios de preparatoria desde un enfoque feminista interseccional basado además en la pedagogía del oprimido de Paulo Freire. Llevar educación y arte al campo requiere adaptarlos a un nuevo contexto, las clases se proporcionan según las condiciones de cada campo: pueden ser debajo de un mezquite a 45 grados o en una biblioteca llena de libros con computadoras y aire acondicionado para los campos con mejores condiciones. 

Como parte de la Escuela, también ofrecemos proyecciones y actividades recreativas a las que difícilmente tendrían acceso en su contexto. Para complementar las actividades educativas organizamos “cineclubs”, llevamos el teatro al campo, principalmente teatro foro, y organizamos eventos culturales donde se promueven tradiciones de pueblos originarios. El 90% de las personas jornaleras que han asistido a nuestras obras lo hicieron por primera vez en su vida, mientras que el 75% asistió por primera vez a una proyección de una película en pantalla grande. Adicionalmente, hemos construido bibliotecas comunitarias, brindamos capacitaciones y charlas conforme a sus intereses y necesidades.

A lo largo de los últimos 6 años, hemos descubierto que educar para liberar es posible, que cuando la sociedad civil organizada, la iniciativa privada y las instituciones públicas trabajan de la mano, las condiciones de las personas más olvidadas pueden cambiar. ¿Se imaginan que pudiéramos llevar arte y educación a los más de 25 mil 814[2] campos que existen en todo México?

La población jornalera agrícola migrante es un grupo vulnerable que sobrevive en una situación socioeconómica precaria y con escasas oportunidades educativas[3], con sus extensas jornadas laborales en lugares principalmente alejados de las ciudades. Sin actividades educativas, ni deportivas o culturales, estos espacios profundizan las desigualdades generadas por los bajos salarios y les alejan de oportunidades para mejorar sus condiciones de vida. De acuerdo con el Primer Informe sobre violación de derechos de las y los jornaleros agrícolas en México[4], 99% de los y las jornaleras agrícolas sufre por insuficiencia de ingresos o por carencias sociales. El verbo clave es sufrir. En SA, sabemos que es momento de actuar en comunidad para liberar y para acortar la brecha de la desigualdad. Esto sin dejar de reconocer la obligación del Estado por garantizar el acceso a servicios públicos como la educación para todas las personas. En SA creemos en el arte y la educación como medio para caminar hacia un futuro donde el acceso a la educación y al arte no sea un privilegio, sino servicios que estén al alcance de todas las personas.

* Fundadora de Sociedad Activa y aliada de Oxfam México


[1] CONEVAL (2020). Indicadores de rezago social, estimaciones del CONEVAL con base en el Censo de Población y Vivienda 2020. Disponible en: https://www.coneval.org.mx/Medicion/IRS/Paginas/Indice_de_Rezago_Social_2020_anexos.aspx

[2] Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (2016). En México existen 25,814 unidades de producción de agricultura protegida. Disponible en: https://www.gob.mx/siap/articulos/en-mexico-existen-25-814-unidades-de-produccion-de-agricultura-protegida?idiom=es

[3] Poujol, Guadalupe (2009). Tejiendo las bases para dignificar la vida. Revista mexicana de investigación educativa, vol.14 no.43 Ciudad de México. Disponible en: https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-66662009000400014

[4] Red Nacional de Jornaleras y Jornaleros Agrícolas. Violación de Derechos de las y los Jornaleros en México. Primer Informe. Disponible en: http://cecig.org.mx/violacion-de-derechos-de-las-y-los-jornaleros-agricolas-en-mexico/

Portal periodístico independiente, conformado por una red de periodistas nacionales e internacionales expertos en temas sociales y de derechos humanos.