El INM y el Gobierno de la Ciudad de México desalojaron campamentos migrantes y expulsaron a sus habitantes a otros estados del país. Activistas denuncian los actos y exigen crear albergues estatales y el cierre de centros de detención de migrantes

Texto: Cindy Espina

Foto: Galo Cañas / Archivo Cuartoscuro

CIUDAD DE MÉXICO. – El Instituto Nacional de Migración (INM), en conjunto con el Gobierno de la Ciudad de México y la alcaldía Gustavo A. Madero, iniciaron la noche del 10 de noviembre con una serie de redadas violentas para desalojar campamentos de personas refugiadas, migrantes y desplazadas forzadas que se encontraban ubicados en la Ciudad de México.

Los campamentos fueron montados debido a la saturación de los albergues de la sociedad civil e iglesia, los cuales brindan asistencia humanitarias a las personas en situación de movilidad en México ante la ausencia de albergues públicos.

Algunas  organizaciones y albergues, mediante un comunicado publicado en redes sociales, señalaron que los operativos tenían fines “de limpieza social”. Añadieron que ese tipo acciones violentas solo profundiza, aún más, la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los migrantes y refugiados en México ante el “limbo jurídico” que provocan los procesos de solicitud de refugio en México y Estados Unidos, este último a través de la aplicación CBPone.

Condenan redadas violentas

Ante esta situación 90 investigadoras, defensoras de los derechos de los y las migrantes, así como otras 15 organizaciones e instituciones emitieron un pronunciamiento para mostrar su solidaridad con las personas migrantes, refugiadas y desplazadas forzadas que han sido víctimas de estos hechos violentos de parte de las autoridades del INM, así como de Gobiernos estatales y locales de la Ciudad de México. “Condenamos la violencia militar y policial contra esos colectivos, así como la separación de familias migrantes”, manifiestan.

El pronunciamiento exhorta a las autoridades de Gobierno a la creación de albergues estatales y que se cierren estaciones o centros de detención de personas migrantes. Además, piden que se genere la infraestructura necesaria para garantizar el derecho al refugio en México, esto para agilizar los procesos y evitar la corrupción. Las indicaciones que hacen los firmantes del pronunciamiento tienen como objetivo demandar, con urgencia a las dependencias nacionales y locales de México, hacerse responsables de atender a la población en movimiento y no cargar esa tarea a los albergues de la sociedad civil, a quienes dan su total apoyo por el trabajo humanitario que realizan.

Las investigadoras pusieron a disposición sus saberes a los órganos de Gobierno y redes de albergues para implementar medidas antirracistas en los barrios, alcaldías  y ciudades en donde se encuentran ubicados centros de amparo y protección a personas en situación de movilidad.

“Nos urge un nuevo modelo de gobernanza migratoria basados en la hospitalidad y el reconocimiento “al otro”.

Las redadas

Los primeros campamentos desalojados fueron los que se encontraban en calles cercanas a la Central de Autobuses del Norte y otro que se encontraba en la avenida Insurgentes, cerca del Metro Potrero. En esa ocasión las personas desalojadas fueron llevadas a Tabasco y Chiapas.

Los operativos fueron realizados de manera violenta de parte de agentes del INM y fuerzas de seguridad del Gobierno de la Ciudad de México y alcaldía Gustavo A. Madero, según mencionaron testigos del hecho a diferentes medios de comunicación y organizaciones de defensa de derechos humanos de las personas migrantes y refugiadas. Las tiendas de campaña fueron destruidas con palos sin previo aviso y sin  dar espacio a negociación, por lo que las familias que las habitaban no tuvieron tiempo de resguardar sus pertenencias y perdieron dinero, medicinas, comida y hasta documentos personales que les sirven para trámites de procesos migratorios en México. Una semana después los desalojos continuaron con los mismos mecanismos violentos. Esta vez fue en el campamento que se encontraba la Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente de la Ciudad de México.

Esto generó que los albergues que brindan asistencia humanitaria en la Ciudad de México aumentaran su saturación, ya que atendieron a las personas y familias que lograron escapar de los operativos, según publicó en sus redes sociales la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (Redodem).

Aquí puedes consultar el Manifiesto por los Derechos de las Personas en Movimiento