“Ante la violencia, soñamos un lugar para el pensamiento”

13 junio, 2024

Un grupo de jóvenes, artistas y poetas construyen una residencia artística en la Montaña de Guerrero. En medio de la violencia criminal y racista, que les obliga a dejar sus comunidades para salvar su vida o a dejar su lengua para encontrar trabajo o estudio, ellos apuestan por una casa para que los niños aprendan a pensar y crear desde su lengua

Texto: Daniela Rea

Fotos: Gusanos de la Memoria

CIUDAD DE MÉXICO. – Hubert Martínez Calleja, de 38 años, creció escuchando de su abuelo, originario de Acatepec, en la Montaña de Guerrero, la historia del gusano medidor:

“La historia del gusano medidor cuenta que hace muchos muchos años, al gusano le encargaron medir el mundo y caminó en todo el mundo, midió todo el mundo y en ese medir el mundo conoció el dolor, las lenguas, las esperanzas. Conoció el conocimiento de todo el mundo. El gusano medidor sabe de los caminos, es el que da consejos, siempre va caminando, nunca retrocede. Por eso para nosotros este es el gusano de la memoria”.

A partir de esta historia, un grupo de poetas, artistas, maestros y vecinos de las comunidades de Acatepec y Malinaltepec pusieron el nombre de “Gusanos de la memoria” a un colectivo indígena pluricultural, editorial y autogestivo de la región de La Montaña de Guerrero, que desde el año 2017 trabaja con infancias y adolescencias de las comunidades mè’phàà (tlapanecos), na savi (mixtecos) y nahua, talleres de creación literaria, de filosofía, fotografía y video, desde el pensamiento de su lengua, desde la memoria oral y la creación desde las lenguas originarias de nuestros territorios.

“Decidimos usar la historia del gusano por el trabajo de caminar nuestro pueblo y conocer nuestra historia. Cuando fuimos niños en esta montaña no tuvimos oportunidad para escribir en nuestra lengua, componer canciones en nuestra propia lengua, crecimos no valorando lo que nos contaron nuestros abuelos, madres y padres porque eso era lo que nos hicieron sentir cuando salíamos de las comunidades, que nuestra historia no era importante, que no era deseable”, dice Hubert a Pie de Página.

El Colectivo nació a partir de ver la negación de la cultura propia, de atestiguar que los adolescentes y las infancias ya no querían hablar su lengua por la violencia racista y simbólica contra ellos. “Cuando ellos pasan a nivel bachillerato ya nadie quiere hablar su lengua. Hemos tenido la experiencia de que cuando salen de la comunidad ya no quieren hablar porque sufren racismo, discriminación a donde van”, dice Hubert.

En las escuelas, agrega, no se garantiza el habla de su lengua, menos se promueve la creación desde su lengua. “Para nosotros es muy importante porque a través de tu lengua te haces consciente de tu historia, la historia de tu pueblo, de tu familia, te haces consciente y hemos apostado a trabajar sobre esto y aparte la mayoría cuando crecen la única opción que tienen es irse a la pizca de amapola y eso pues a la vuelta genera mucha violencia y a la vez se pierde mucho pensamiento”.


En los talleres que crearon, con la solidaridad y amistad de maestros y maestras de las escuelas de educación básica, han trabajado la creación desde su lengua materna, “no tanto para generar poetas o artistas, sino más bien para hacernos consientes del entorno, que piensen en su lengua y desde su lengua en cualquier espacio que estén”.

Estos talleres se han impartido en las escuelas de Tlapa, Malinaltepec y Acatepec, y desde el 2017 que se creó el Colectivo se ha pensado en un espacio concreto. Así fue que comenzaron con el dinero de una beca y luego con rifas y un festival a construir la Casa Residencia Artística Gusanos de la Memoria.

“En ese entonces pensábamos en un espacio, hasta que se concretó en la comunidad Llano de Heno, en Malinaltepec, a dos horas de Tlapa, y comenzamos la construcción”.

Hasta ahora han construido las bases y los muros de una biblioteca especializada en lenguas originarias, un espacio de usos múltiples para talleres y una terraza para actividades al aire libre. Todo se está haciendo con adobe, con la tierra local, pero falta dinero para terminar la residencia y urge dinero para techar el espacio construido, antes de las lluvias.

Esta es la campaña de fondeo que están llevando a cabo.

La Montaña de Guerrero vive violencias múltiples, desde el acoso militar, criminal, feminicidios, desapariciones y desplazamientos forzados. De 2014 a 2023 fueron asesinadas 27 mujeres, sin que hasta la fecha haya feminicidas procesados o condenados; la Fiscalía General de Justicia de Guerrero (FGJ-Gro) cubre con su manto de impunidad a los asesinos de mujeres. Entre los años 2016 y 2021 en el estado de Guerrero se registraron desplazamientos forzados en 17 municipios, la mayoría de la Montaña alta y baja, afectando a más de 22 mil personas.

“En medio de esta violencia queremos un lugar, nos imaginamos este lugar como una casa de pensamiento, de encuentro para los niños y los adolescentes, también nos gustaría invitar a artistas a la montaña a estar, a estar una residencia para trabajar pero también colaborar con niños, enseñando lo que saben hacer”.

Además de los talleres crearon un premio de poesía indígena para infancias y adolescencias, en el año 2020. El concurso lleva ya 4 años y se editan y publican libros con el material recibido y premiado.

Aquí puedes conocer más del trabajo de Gusanos de la Memoria:

Reportera. Autora del libro “Nadie les pidió perdón”; y coautora del libro La Tropa. Por qué mata un soldado”. Dirigió el documental “No sucumbió la eternidad”. Escribe sobre el impacto social de la violencia y los cuidados. Quería ser marinera.