La reforma en materia indígena que se había anunciado con bombo y platillo quedó como una deuda sin saldar con los pueblos indígenas. Y, aunque la próxima legislatura retome la reforma, esta no será igual porque, sencillamente, le quitaron el contenido esencial que se discutió en los foros de 2019

Por Kau Sirenio / X: @kausirenio 

Este 9 de agosto, los pueblos y comunidades indígenas llegarán al último tramo de la presidencia del presidente Andrés Manuel López Obrador sin la tan celebrada reforma en materia de derechos y cultura indígena porque Morena no quiso legislar en la materia cuando tuvo mayoría en 2018-2021. 

Este viernes, organizaciones indígenas afines al gobierno de López Obrador se reunirán para celebrar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas en un ambiente folklorista, como acostumbran hacerlo cada año. Varios de ellos son funcionarios en la actual administración, otros son diputados locales y federales, pero sin aportar nada al movimiento indígena. 

Es cierto que el 5 de febrero el presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Congreso de la Unión la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforma, adiciona y deroga el artículo 2 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos. 

Sin embargo, esta iniciativa viene mutilada “porque le quitaron los derechos a la representación política y del territorio y recursos naturales” cuestionó el abogado ñuu savi  Francisco López Bárcenas en una entrevista.

El abogado añadió que el gobierno Federal no respetó a las autoridades indígenas y pueblos que participaron en el proceso de consulta para esta reforma, ya que se entregó dos veces la propuesta surgida desde las comunidades al presidente: una el 9 de agosto de 2019 en Durango; y la otra el 28 de septiembre de 2021 en Vícam, Sonora. 

Es de conocimiento público que la Secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas realizaron 52 foros regionales en 27  estados de la República. Todo entre junio y julio de 2019. Además, hicieron una mesa de trabajo en Villa Hidalgo, Yalalag, Oaxaca; y dos asambleas consultivas, una en Monterrey, Nuevo León, y otra en Las Margaritas, Chiapas. 

De acuerdo con los organizadores, en los foros participaron 27 mil personas, 14 mil 349 de ellas eran autoridades comunitarias indígenas. En agosto de 2019, realizaron un foro nacional, a ese encuentro arribaron 649 personas que integran la comisión de seguimiento. 

“Desde antes de su presentación, la iniciativa había generado expectativas diversas: unos se preguntaban si sería la que durante los meses de junio y julio de 2019 diversas organizaciones indígenas acompañadas de profesionistas indigenistas consensuaron como una iniciativa necesaria para reconocer los derechos indígenas. Otros pensaban que ni siquiera sería presentada; y unos más apostaban que sería una reforma distinta a la consensuada, una que no modificara el modelo extractivista que afecta a los pueblos indígenas, como finalmente sucedió” criticó el investigador ñuu savi.

A la iniciativa que se propone reformar la ley indígena le quitaron derechos estratégicos para los pueblos y comunidades indígenas: la representación política, un derecho negado desde la constitución de 1817; el control de la tierra y el manejo de los recursos existentes por los indígenas. 

El antropólogo Zósimo Hernández Ramírez afirma que, en esta administración, los únicos logros que el gobierno federal y los legisladores de Morena alcanzaron fue: “Simulaciones en las consultas indígenas, retroceso en el presupuesto para el desarrollo de los pueblos y comunidades indígenas; así como la folklorización de los indígenas y graves violaciones a los de derechos colectivos, como la autonomía y libre determinación de los pueblos”. 

De origen náhuatl, Hernández Ramírez en platica con Tatyi Savi sostuvo que faltó mayor compromiso con los pueblos: “Hubo plan de justicia para los pueblos maya y yaqui, pero fue a modo de la presidencia. Fue una decisión desde la ciudad sin la participación de los pueblos indígenas”. 

Así las cosas, la reforma en materia indígena que se había anunciado con bombo y platillo quedó como una deuda sin saldar con los pueblos indígenas. Y, aunque la próxima legislatura retome la reforma, esta no será igual porque, sencillamente, le quitaron el contenido esencial que se discutió en los foros de 2019. 

Los defensores de  AMLO dirán que hubo avances en materia indígena, pero nada de esto es cierto. Las comunidades indígenas siguen padeciendo la violencia estructural y el desplazamiento forzado.