Texto y fotos: Arturo Contreras Camero

Con la presentación del Consejo para Impulsar el Crecimiento, Andrés Manuel López Obrador pidió a los empresarios del país que se sumen a la Cuarta transformación y ofreció la apertura del gobierno federal para invertir en los proyectos de su administración, principalmente en el sureste del país

En un lado está Andrés Manuel López Obrador, de pie en el estrado donde todas las mañanas lleva a cabo su conferencia matutina. Del otro, cientos de empresarios sentados, que esperan impacientes el mensaje que los trae a Palacio Nacional.

No solo hay hombres de negocios, también vinieron representantes de organizaciones sindicales, académicos, miembros del servicio extranjero y algunos gobernadores. Pero en la lista de invitados, que por 55 lugares no llegó a los mil, algunos de los apellidos que más llaman la atención son Slim, Del Valle, Martí, Harp Helú, Chedraui, Hank, y Servitje.

El mensaje lo amerita. Es la presentación del Consejo para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento económico. Un espacio para que los secretarios de Agricultura, Comunicaciones, Energía, Medio Ambiente, Relaciones Exteriores, Trabajo y Turismo se reúnan con académicos y empresarios para hacer acuerdos en pos del país.

En el micrófono, Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, toma la palabra: “Nuestro empeño es convertir a México en un paraíso de la inversión y en un país competitivo. Para lograrlo es necesario hacer converger al sector público, al sector privado y al sector social en un esfuerzo coordinado para trabajar en el desarrollo económico nacional”.

Las decenas de filas de hombres de traje que lo miran aplauden.

El empresario, que hace 18 años apoyó abiertamente la campaña presidencial de Vicente Fox, y al final de ese sexenió se adhirió a la campaña de desprestigio en contra del propio López Obrador, está convencido de que la Cuarta transformación necesita un verdadero desarrollo económico y una eficaz política de empleo.

“Me ha confiado la tarea”, dice Romo mientras mira al presidente, “de salir del estancamiento económico que ha significado sólo crecer a una tasa promedio anual de 2 por ciento durante más de 30 años”.

La tendencia de las tres últimas décadas no pinta mejor para este año. En las últimas fechas, organismos como el Fondo Monetario Internacional y Banxico, o bancos como Citibanamex, han recortado su pronóstico de crecimiento para México, que ronda entre el 1.8 y el 2.1 por ciento, depende de a quién se le pregunte. Tal vez por eso, la lista de invitados fue tan larga y pomposa.

Entre las promesas del nuevo Consejo está duplicar el crecimiento del Producto Interno Bruto de 2 a 4 por ciento. Una meta muy ambiciosa que además pretende detonar el empleo de calidad y desarrollar empresas tecnológicas de vanguardia como biotecnología, robótica, inteligencia artificial, genómica y energías renovables.

“Para lograrlo se necesita de un gran crecimiento económico”, aseguró López Obrador en su turno al micrófono. “Y en eso estriba que haya un acuerdo económico, que caminemos juntos y haya riqueza. Se tiene que generar, porque no se puede distribuir la riqueza que no se tiene”.

López Obrador señaló que una de las diferencias de esta iniciativa con las similares realizadas en sexenios anteriores es el acento que ésta pone en el desarrollo social. “Progreso sin justicia suele ser retroceso”, dijo.

El mandatario señaló que para llevar a cabo su estrategia de desarrollo económico necesitará de la participación de del sector privado, sobre todo del sector empresarial, y principalmente en el sur y sureste del país, para el Tren Maya, o el desarrollo del Istmo.

Después, abre la cartera de propuestas: en compras, sólo Pemex y la CFE gastan alrededor de medio billón de pesos. En medicinas y equipos médicos, la cifra llega a los 80 mil millones de pesos por año.

“En adquisiciones hay muchas posibilidades de participación”, dice separando bien las sílabas de cada palabra, como para antojar a los que lo escuchan. Momentos después, la ceremonia terminaría con el himno nacional y otra ola de aplausos.

Respaldo, peticiones y desencuentros

Horas después del anuncio, el presidente llegaría al Club de empresarios Bosques. El motivo, la ceremonia de cambio de presidencia del Consejo Mexicano de Negocios, una agrupación formada por los directivos de algunos de los consorcios empresariales más grandes de México, que durante el proceso electoral protagonizaron desencuentros con el entonces candidato López Obrador.

Entres sus miembros están Claudio X. González, de Kimberly Clark; Emilio Azcárraga, de Televisa; Alberto Bailleres de Grupo Bal, o Carlos Slim, de Carso. En la ceremonia, las albricias no se hicieron esperar.

“Hoy lo queremos felicitar por la creación del nuevo Consejo que anunció hace apenas unas horas. Es justo este espíritu de colaboración el que construye la confianza entre gobierno, empresarios y sociedad civil”, aseguró Alejandro Ramírez Magaña, director general de Cinépolis y, desde 2015, presidente del Consejo Mexicano de Negocios.

Durante su discurso, Ramírez Magaña presumió el millón 600 mil empleos de calidad con los que las empresas del Consejo contribuyen al país, los millones de dólares en inversión que atraen, y el gran impacto social en la vida de miles de personas que tienen las fundaciones sociales que sus empresas financian.

De acuerdo con cifras oficiales en el último sexenio se crearon 2 millones 720 mil empleos, una cifra récord, pero en 63 por ciento de ellos el pago es de uno o dos salarios mínimos, un ingreso que no alcanza para superar la línea de bienestar, el costo de los servicios mínimos que requiere una familia para sobrevivir.

Después, Ramírez Magaña respaldó las encrucijadas que han sido la bandera de batalla del presidente, como el fortalecimiento del Estado de derecho y el combate a la corrupción y la impunidad

También aplaudió la iniciativa de ley en materia de sindicatos que se discute actualmente en el Congreso, misma que busca imponer mayor transparencia y apertura democrática a estas organizaciones, porque según dijo, permitirá acabar con muchas prácticas proteccionistas.

El directivo de Cinépolis pidió a López Obrador que en la reforma educativa que está por discutirse en el Congreso no se eliminen las evaluaciones docentes.

Antonio del Valle Perochena, presidente de la junta directiva de Grupo Kaluz y nuevo presidente del Consejo Mexicano de Negocios, aseguró que las empresas seguirán impulsando el programa de Jóvenes construyendo el futuro, una de las apuestas sociales del presidente López Obrador, que propone que el gobierno va a a pagar una beca de 3 mil 600 pesos al mes para que se le capacite en alguna empresa, institución pública u organización social por un año.

En su respuesta, el presidente puntualizó sobre el aporte social de las empresas:

“La parte social es un complemento. Siempre se dice, tenemos fundaciones, o estamos aportando a estudiantes pobres con becas. Y todo eso es muy bueno, desde luego, pero la labor social fundamental del sector empresarial es invertir, generar empleos y contribuir para fortalecer la Hacienda pública”, zanjó.

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