La Brigada Humanitaria de Paz Marabunta cuida a las familias de desaparecidos, a las personas que acuden a marchar, a feministas, a activistas. ¿Y quién cuida a Marabunta? Como un homenaje a este colectivo, se inaugurará una exposición en La Roca y se recaudan fondos para que pueda continuar cuidando de todes
Por Amaya Ordorika @amaya_oi
La primera vez que trabajé con la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta fue en la III Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas que se realizó en Sinaloa en el 2017. Marabunta diseñaba e implementaba nuestra seguridad interna. Cuando salíamos a buscar, las hormiguitas asumían sus puestos con sus banderines rojos y mochilas pesadas (llenas de cualquier cosa que pudiera llegar a ocuparse), paradas y parados en el inclemente sol. Con certeza, calma y alegría nos mantenían seguras a las personas que estábamos ahí trabajando. Levantabas la vista y ahí estaban mirando al horizonte, atentas y atentos, un símbolo de valentía y fuerza.
Las horas del día no nos alcanzaban para hacer todo lo que teníamos que hacer, pero la Marabunta siempre estaba preparada. No sólo nos resguardaban en el trabajo en campo, también en nuestros hogares de la Brigada, revisaban el terreno, veían los espacios más frágiles y los protegían, montaban guardias durante las noches. Y aún así encontraban tiempo para entrenar, montar cuerdas y enseñar a subir y bajar, dar talleres de todo, contar chistes y sonreír, siempre sonreír.
En Culiacán, la Brigada transitó por primera vez a las plazas públicas como nueva estrategia para buscar conectar con la comunidad sinaloense. Marabunta brindó resguardo en estas actividades, no obstante, no se quedó ahí. Para sorpresa de quienes no conocíamos bien a Marabunta, llevaron a Canica (una payasa extraordinaria) y un maravilloso acto de danza aérea y nos ayudaron a hacer un evento llamativo para hablar de un tema tan sensible para Culiacán: la desaparición.
Antes del 2017 yo sólo conocía a la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta de las marchas, la sombra roja que se transporta (aparentemente por arte de magia) de una parte a otra y se sitúa entre policías -y sus tanques y escudos- y la ciudadanía que protesta, ondeando los mismos banderines que en Culiacán, Sinaloa. Quizás este es el lado más conocido de Marabunta y, si bien es una labor importantísima para la defensa de los derechos humanos, no alcanza a proyectar lo importante que es todo el trabajo que hacen.
Con el paso del tiempo, y de las Brigadas de Búsqueda, he podido ver y colaborar con Marabunta cada vez más de cerca. Es una de las oportunidades más llenadoras que me ha presentado la vida. La naturalidad con la que brindan siempre una mano amiga, el compromiso que les desplaza de un lugar a otro del país, la entereza con la que enfrentan situaciones complejas, el cariño con el que acompañan no sólo a familiares de personas desaparecidas sino a personas solidarias, la manera en la que construyen equipo y familia, la creatividad con la que encuentran soluciones para todo tipo de situaciones, son de las enseñanzas que más valoro.
A veces les miro y siento que estoy viendo gigantes, fuertes e invencibles. Los golpes que les da la policía les marcan la piel pero su espíritu parece inquebrantable. Y en otros momentos, cuando se les escapan muestras de vulnerabilidad, veo el peso de lo que les pedimos, que procuran nunca hacernos sentir. La Brigada Humanitaria de Paz Marabunta nos cuida, pero también merece que la cuidemos. Sostenerla no es un trabajo, es un proyecto de vida. Mantener presente a la Marabunta cada vez que la necesitamos desplaza otros aspectos de la vida personal de quienes la integran.
Todas y todos podemos formar parte de la red que sostiene a la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta. No es necesario ponerse la playera roja para sumarse al trabajo y a los esfuerzos. Desde acciones tan sencillas como escuchar cuando nos informa o pide algo, hasta defenderla frente a los bajos intentos de difamación a los que ha sido sometida, todo eso constituye cuidar a Marabunta.
Por ejemplo, un grupo de mujeres está organizando la Exposición Colectiva de Mujeres “Homenaje a Marabunta”, la cuál ha estado reuniendo imágenes de fotógrafas en México que retratan las labores de Marabunta durante enero y febrero de este año. La exposición se inaugurará el 25 de febrero del 2022 a las 16:00 horas en el Centro Cultural “La Roca”, ubicado en Cabo Faro 34, Alcaldía Gustavo A. Madero, Ciudad de México.
Otra forma de cuidar a Marabunta es mediante donativos. La Brigada Humanitaria de Paz Marabunta no tiene fines de lucro y trabaja mayormente con un equipo de personas voluntarias a quienes cada intervención que realizan les exige poner el cuerpo en situaciones de alto riesgo. Para poder seguir haciendo esto, Marabunta necesita un equipo completo y en buen estado que, así como la Marabunta misma, pueda atender a una inmensa diversidad de situaciones. Una vía para donar a la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta para que puedan conseguir ese equipo es hacerlo en el siguiente enlace: https://www.paypal.com/paypalme/brigadamarabunta
Cuidemos a la Marabunta. Y busquemos que así como ella no se cansa de estar ahí para nosotras y nosotros, de nuestra parte no descuidemos apoyarla constantemente.
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